Durante una reunión de gabinete en Teherán, el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, advirtió sobre una respuesta contundente a cualquier agresión en contra de la república islámica. Todo esto se da en un contexto de tensión en el la región debido al ataque iraní en contra de Israel llevado a cabo el 14 de abril, que fue a su vez una represalia debido al bombardeo israelí de su embajada en la capital siria de Damasco, el cual tuvo un saldo de seis sirios muertos y siete miembros de la Guardia Revolucionaria Iraní perdiendo la vida.