La Cumbre del G20 en Brasil reforzará el enfoque en las problemáticas sociales de la agenda internacional del presidente Lula
Las reuniones de los países que conforman el G20 suelen estar fuertemente marcadas por las problemáticas principales que aquejan al mundo en el momento de su celebración. También han mostrado ser eventos altamente controversiales que a menudo son objeto de protestas organizadas por partidarios de la anti-globalización; en el caso de la cumbre de este año una manifestación a favor del pueblo palestino fue realizada en Rio de Janeiro el 16 de noviembre. A partir de esto, la ciudad de Río de Janeiro, sede de la cumbre, ha presenciado un aumento masivo en la presencia policial y militar.
El mandatario de Brasil Lula da Silva ha hecho clara su intención de que la cumbre tenga como temáticas principales el combate al cambio climático y la controversial propuesta del aumento a los impuestos a los súper ricos. Dentro de los principales contrincantes que se perfilan a la implementación de las medidas apoyadas por Lula están el próximo presidente de Estados Unidos Donald Trump y el presidente libertario de Argentina Javier Milei, cuyas visiones de mundo se asemejan lo suficiente como para reunirse entre ellos y junto con el multimillonario dueño de TESLA Elon Musk.
Lula también ha puesto sobre la mesa una posible reforma del sistema de gobernanza global debido a su percibida ineficiencia a la hora de prevenir o ponerle fin a los conflictos israelí-palestino y ruso-ucraniano. Sin embargo, es posible que sus esfuerzos se concentren en la creación de una "alianza contra el hambre" de países con valores y principios políticos similares que impulse la imagen de Brasil en la escena internacional a pesar de las posibles protestas de los Estados Unidos y Argentina.