Australia establece un precedente global al obligar a gigantes tecnológicos como Google, Meta y TikTok a pagar un impuesto para financiar el periodismo. La nueva legislación, basada en su Código de Negociación de Medios de Noticias, amplía su alcance, ahora abarcando más plataformas y medios pequeños que habían quedado excluidos en el sistema previo de acuerdos voluntarios.