Habiendo obtenido un contundente 72.32% en la elección del pasado junio, pero con la participación más baja desde la constitución de la República Islámica en 1979, Ebrahim Raisi, asumió el cargo de presidente el pasado 3 de agosto.
Raisi es un político con un extenso kilometraje en la política iraní. Desde su nombramiento como fiscal en las ciudades de Karaj y Hamadan a inicios de los años ochenta, pasando por los cargos de fiscal adjunto en Teherán, presidente de la Oficina de Inspección General, primer vicepresidente del Tribunal Supremo, miembro de la Asamblea de Expertos, y Fiscal General del país, Raisi es un insider en el más amplio sentido del término, y lo más significativo, uno que cuenta con un amplio respaldo del Líder Supremo Alí Khamenei (se menciona como su posible sucesor[i]) y de otras instituciones vitales del sistema político iraní como el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRII).
El nuevo presidente deberá hacer frente una serie diversa y compleja de retos. Al asumir el cargo Raisi se comprometió a “volver a encarrilar la economía del país”, afectada por las sanciones estadounidenses [ii]. Los economistas estiman una inflación del 40% hacia final del año, muy por encima del 22%, calculado originalmente por el Banco Central. La inflación afecta especialmente a productos básicos como la mantequilla, el pollo o el aceite, que han experimentado alzas de hasta el 121% en los últimos meses. Por otro lado, el rial, la moneda local, se ha devaluado a partir, entre otras razones, de un aumento vertiginoso de la oferta monetaria, factor que está vinculado al hecho de que las sanciones bloquean el acceso de Irán a sus propias reservas de divisas fuera del país. Por otro lado, Raisi hereda un déficit que se cree alcanzará los US$12 mil millones de dólares al final del año fiscal iraní, en marzo de 2022, y una tasa de desempleo que alcanza el 9,6%.[iii]
La posible re-implementación del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) será uno de los temas más importantes de su mandato. Por el momento, Irán y las otras partes permanecen negociando, pero es evidente que las demandas de unos y otros son muy altas y deberán atenuarse para lograr un consenso. Raisi ha apoyado este esfuerzo diplomático, pero más allá de afirmar que su gobierno apoyara negociaciones que “garanticen el interés nacional”, no ha presentado aun una hoja de ruta clara respecto al tema nuclear.
Como en muchos países de la región la pandemia del COVID supondrá un desafío para el nuevo presidente. Irán ha sido el país más golpeado en Medio Oriente, con casi 95.000 muertes. El domingo 1 de agosto Irán superó el record diario de caso con más de 37.000 y apenas 4% de los iraníes han sido completamente vacunados.
Raisi enfrentará también un movimiento de protesta en torno a la escasez de agua en la provincia de Juzestán, tema que se vincula al cambio climático pero que algunos críticos asocian a la ausencia de una estrategia nacional coherente para el manejo del agua. Según informó Amnistía Internacional, ocho personas murieron en julio después de que las fuerzas de seguridad usaron munición real para reprimir las protestas. [iv] Juzestán es una provincia rica en petróleo y que alberga además la mayor concentración de población árabe en Irán.[v]
El nuevo presidente deberá además afrontar el desafío que podría suponer el retorno al poder de los talibanes en el vecino Afganistán. Las últimas semanas, el grupo se ha apoderado de una enorme cantidad de terreno, llegando a controlar 223 de los 407 distritos del país y atacando con bombas objetivos gubernamentales en la capital[vi]. Para Teherán, la posibilidad de que, tras una victoria de los talibanes, Afganistán se convierta de nuevo en un hub para grupos fundamentalistas yihadistas, es una grave a amenaza a su seguridad. Esto explicaría los recientes encuentros de Raisi con Subrahmanyam Jaishankar, canciller de la India, país con el Irán comparte tanto una clara oposición al yihadismo, como una determinación para impedir que Pakistán imponga su hegemonía sobre Afganistán.[vii]
Estos son apenas algunos de los principales desafíos que aguardan al presidente Ebrahim Raisi. Una agenda compleja de temas que demandarán iniciativa, sagacidad política y prudencia a este clérigo de Mashhad, que podría llegar a tener un papel fundamental en la historia de la República Islámica.
Notas
[i] Golkar, Saied. Ebrahim Raisi: The cleric who could end Iranian hopes for change. Al-Jazeera. Recuperado de https://www.aljazeera.com/opinions/2019/1/5/ebrahim-raisi-the-cleric-who-could-end-iranian-hopes-for-change/
[ii] Raisi pledges to save Iran from sanctions, restore public trust. Al-Monitor. Recuperado de https://www.al-monitor.com/originals/2021/08/raisi-pledges-save-iran-sanctions-restore-public-trust
[iii] Can Iran’s new President Raisi fix a deeply troubled economy? Al-Jazeera. Recuperado de https://www.aljazeera.com/economy/2021/8/2/iran-president-raisi-fix-economy
[iv] Iran: Security forces use live ammunition and birdshot to crush Khuzestan protests. Amnesty International. Recuperado de https://www.amnesty.org/en/latest/news/2021/07/iran-security-forces-use-live-ammunition-and-birdshot-to-crush-khuzestan-protests/
[v] Iran records highest number of daily COVID-19 cases in pandemic. CTVNews, Recuperado de https://www.ctvnews.ca/health/coronavirus/iran-records-highest-number-of-daily-covid-19-cases-in-pandemic-1.5531844
[vi] Mapping Taliban Contested and Controlled Districts in Afghanistan. The Long War Journal. Recuperado de https://www.longwarjournal.org/mapping-taliban-control-in-afghanistan
[vii] Ebrahim Raisi and India’s Bet on Iran. Foreign Policy. Recuperado de https://foreignpolicy.com/2021/08/04/india-iran-raisi-modi-jaishankar-us-withdrawal-afghanistan/