El 16 de julio llegó a Haití un segundo grupo de militares de Kenia como apoyo a la policía nacional y su lucha contra las pandillas. Este nuevo contingente, compuesto por 200 policías kenianos, se une a los 200 agentes enviados previamente, sumando un total de 400 efectivos en el país. Esta intervención, respaldada por la ONU, tiene como objetivo principal enfrentar la creciente violencia de las pandillas que ha afectado gravemente la seguridad y estabilidad de Haití, especialmente en la capital, Puerto Príncipe.