El módulo Odiseo, desarrollado por la compañía Intuitive Machines, radicada en Houston, es el primero de manufactura estadounidense en aterrizar en la luna en más de 50 años, y el primero desarrollado por una empresa privada en llevar a cabo un alunizaje exitoso. El módulo aterrizó cerca del polo sur de la luna el 23 de febrero, una región de gran interés debido a la sospecha de posibles yacimientos de agua congelada en los cráteres característicos de la zona; en total, la operación realizada por Intuitive Machines fue remunerada con 118 millones de dólares pagados por la NASA.