Rusia: entre la democracia y la dictadura
Introducción
Las protestas civiles en Rusia se enmarcan en una serie de escaldas institucionales del autoritarismo y concentración del poder por parte del Gobierno de Vladimir Putin. La censura de organizaciones de Derechos Humanos, la persecución política a miembros de la oposición como Alekséi Navalni y las reformas constitucionales que garantizan la impunidad del mandatario aún después de salida del Poder ha repercutido sobre las relaciones del país soviético con el resto de Europa. Este artículo analizará las implicaciones del incremento de la hostilidad rusa hacia el resto de la comunidad europea así como una lectura de las protestas rusas en contra de la represión y persecución política del régimen.
Protestas contra el encarcelamiento de Navalni
Las manifestaciones en contra del arresto del líder de la oposición rusa se enmarcan en una serie de reformas estructurales y atentados contra la pluralidad política y libertad de pensamiento en Rusia. El oficialismo en diciembre de 2020 habría aprobado una ley que les garantiza impunidad vitalicia al mandatario y su familia, exonerándolos de investigaciones judiciales por crímenes de cualquier tipo [1]. En julio del mismo año, Putin habría ratificado vía referéndum una reforma constitucional que le permitiría permanecer en el poder hasta el año 2036 [2], con cambios en la correlación de fuerzas a nivel institucional que le brindan mayor poder al parlamento controlado por el mandatario y una limitación al tiempo del presidente a un período de dos años que entra a regir a partir del 2024, lo cual le permite participar en las próximas elecciones y alargar su estadía en el Kremlin.
Por otro lado, la Administración Putin ha sido constantemente cuestionada por su represión a diversos movimientos sociales y el disenso político en el país. De acuerdo con Adriana Boersner [3], la persecución política a los miembros de la oposición se institucionalizaría a partir del 2007 con la “Ley contra el Extremismo”. Esta normativa permite prohibir a los partidos políticos catalogados por el sistema como extremistas, lo cual se asocia a una vigilancia constante de los contenidos discursivos, conversaciones de líderes políticos y supervisión de sus opiniones en público. Los parámetros por los cuales se determina el carácter extremista de una persona o agrupación los establece el Gobierno, lo cual permite la centralización del poder mediático así como el bloqueo institucional a la oposición y cualquier cuestionamiento que perjudique la imagen del mandatario.
Según la autora, lo que se mostró como una transición democrática entre Boris Yeltsin y Vladimir Putin fue en realidad un golpe de Estado solapado, donde Putin se hizo con el poder y retrocedió en la mayor parte de las políticas democráticas impulsadas por Yeltsin con el fin de terminar con la represión de la Unión Soviética. Entre estas reformas, se encuentran los umbrales electorales para entrar al Parlamento, lo cual lo convirtió menos representativo, y la expansión de la discrecionalidad administrativa en la burocracia encargada del registro de organizaciones civiles, lo cual le permitió a los funcionarios desarticular organizaciones no gubernamentales críticas al gobierno.
En el contexto actual, Navalni, además de ser líder de la oposición parlamentaria, es el fundador de la única organización anticorrupción en Rusia, Anti-Corruption Foundation. El atentado en contra de su vida despertó la preocupación de la comunidad europea, particularmente de Alemania (país que le dio asilo y tratamiento médico). La canciller alemán, Angela Merkel, advirtió a Moscú de una reacción articulada por parte de los miembros de la OTAN y la Unión Europea [4]. Las tensiones entre países miembros de Europa han escalado al punto de expulsar a los diplomáticos rusos de los países de Alemania, Polonia y Suecia y viceversa. Esto sugiere presiones por parte de Europa por contener la profundización del autoritarismo y centralización del poder en Rusia. A continuación se analizará la praxis política rusa en materia de represión y persecución política.
Una falsa democracia
En términos procedimentales, es posible catalogar a Rusia como una democracia presidencialista (camino a ser semi-presidencialista). No obstante, las regulaciones sobre la burocracia, la persecución política a opositores, la perpetuación en la presidencia por parte de Putin y el control estatal sobre los agentes económicos sugieren lo contrario. En términos de Boersner [5], lo que predomina en Rusia es una democracia dirigida. Según David Mendel [6] las democracias dirigidas se sitúan entre las democracias liberales y las dictaduras. Este híbrido se caracteriza por poseer la estructura institucional de una democracia pero con nula capacidad de imposición para resguardar los principios democráticos, el Estado de Derecho y el respeto a las leyes por parte de las autoridades que buscan permanecer en el poder.
Para Steven Levitsky y María Victoria Murillo [7] la fortaleza de las instituciones dependerá de dos variables: capacidad de imposición y estabilidad institucional. Según los autores, la capacidad de imposición constituye el grado en que la normativa institucional es acatada mientras que la estabilidad radica en su durabilidad en el tiempo. En ese sentido, hay que diferenciar entre las instituciones formales e informales. Las instituciones formales son el conjunto de normas y procedimientos reconocidos en un marco legal, condicionadas a una serie de principios que condicionan su alcance y magnitud. Las instituciones informales normas implícitas que se constituyen en la praxis política y ámbito relacional de las dinámicas de poder entre agentes. En el caso de Rusia, es posible observar una institucionalidad formal débil y estable, con instituciones informales que permean el quehacer político de los agentes. Esas instituciones informales manifiestan su poder desacatando las reglas de papel o normas reconocidas por el aparato institucional formal. En esa misma línea, la institucionalidad democrática carece de capacidad de imposición. Imposición que se traduce en el respeto a las libertades políticas ciudadanas que actualmente se ven violentadas por la represión y persecución política del régimen sin ningún tipo de repercusiones para los perpetradores ni mecanismos que permitan resarcir los daños generados por el Estado.
Rusia y Alemania: diplomáticamente separados pero comercialmente unidos
Las relaciones comerciales no siempre están condicionadas por la cordialidad diplomática entre dos naciones, sino por los intereses de los Estados. La política exterior de los países, desde el realismo neoclásico, se ve influenciadas por variables multinivel de índole doméstico, estructural, geoestratégico, individual e internacional. De acuerdo con Víctor Mijares [8], este enfoque teórico de las relaciones internacionales permite identificar explicaciones de decisiones diplomáticas que a primera vista resultan contradictorias si se toma meramente la variable de recursos materiales y la correlación de fuerzas. Tal es el caso de la relación entre Alemania y Rusia.
A pesar de las advertencias realizadas por Merkel al Kremlin entorno a la represión de la oposición rusa, lo cierto es que las relaciones comerciales mantienen su fortaleza a pesar de los disgustos de la Unión Europea. Esto se manifiesta en los esfuerzos por impulsar el gaseoducto Nord Stream 2, una serie de tuberías de gas de 1230km que transportan gas natural desde Rusia hacia Alemania y el resto de la Unión Europea [9]. De acuerdo con los alemanes, el interés es meramente comercial y debe separarse delas cuestiones diplomáticas; esto en respuesta a los cuestionamientos de naciones como Francia y Ucrania que reclaman que se paralice la construcción del proyecto como represalia a la represión y persecución política que se viven en Rusia [10].
Realizando una inspección al mapa del mar Báltico (ver imagen), es posible deducir el interés geoestratégico que tienen ambos países en el gaseoducto. La trayectoria de las tuberías genera, por un lado, una mayor dependencia hacia Alemania para el suministro del gas hacia el resto de Europa. Por otro lado, este proyecto infraestructural permite a Rusia disminuir su dependencia de Ucrania como punto de como punto de conexión para la venta de gas natural al resto de Europa.
Fuente: El País [11]
Conclusiones
Las protestas en Rusia corresponden a esfuerzos de resistencia a la centralización del poder por parte del mandatario Vladimir Putin. Este proceso de concentración de poder asume la forma de poder democrático en su estructura legal, no obstante se ejerce como un poder despótico que desconoce las garantías y derechos políticos de los ciudadanos disidentes al régimen. Dichos conflictos, si bien elevan las alarmas de las democracias occidentales europeas, el pragmatismo comercial de Alemania (principal potencia económica y política en el euro), hace que las presiones diplomáticas carezcan de fuerza ante el deseo de continuar el desarrollo del gaseoducto en el mar Báltico.
Notas
[1] Deutsche Welle. (2020, Diciembre 22). Vladimir Putin se otorga a sí mismo inmunidad vitalicia para él y su familia | El Mundo | DW | 22.12.2020. https://www.dw.com/es/vladimir-putin-se-otorga-a-sí-mismo-inmunidad-vitalicia-para-él-y-su-familia/a-56034070
[2] Euronews. (2020). Putin ratifica por mayoría la reforma constitucional que puede mantenerle en el poder hasta 2036. Euronews. https://es.euronews.com/2020/07/01/putin-ratifica-por-mayoria-su-reforma-constitucional
[3] Boersner, A. (2009). La violencia política en la Rusia de Putin. ¿Qué ocurrió con los opositores políticos de Vladimir Putin? Analisis Politico. http://www.revistapueblos.org/IMG/pdf/Rusia_editado.pdf.
[4] AFP. (2020). Angela Merkel visitó al opositor ruso Alexei Navalny en el hospital. Deutsche Welle. https://www.dw.com/es/angela-merkel-visitó-al-opositor-ruso-alexei-navalny-en-el-hospital/a-55078190
[5] ] Boersner, A. (2009)
[6] Mandel, D. (2005). El régimen de Putin: “una democracia dirigida.” Revista Pueblos. http://www.revistapueblos.org/old/IMG/pdf/Rusia_editado.pdf
[7] Levitsky, S., & Murillo, M. V. (2011). Variación en la fortaleza institucional. Revista de Sociología, 0(24), 31–56. https://doi.org/10.5354/0716-632x.2010.14399
[8] Mijares, V. M. (2015). Neoclassical realism: The return of international studies to political science? Revista de Ciencia Politica, 35(3), 581–603. https://doi.org/10.4067/S0718-090X2015000300006
[9] AFP. (2021, February 1). Alemania sigue defendiendo gasoducto con Rusia. Deutsche Welle. https://www.dw.com/es/alemania-sigue-defendiendo-gasoducto-con-rusia/a-56411471
[10] Sparrow, T. (2021). Nord Stream 2, el problemático gasoducto entre Rusia y Alemania. France 24. https://www.france24.com/es/europa/20210209-nord-stream-2-gasoducto-rusia-ue-alemania-intereses
[11] Domínguez, B. (2017, March 28). Nord Stream 2: El negocio ruso-alemán que enfurece a la UE | Internacional | EL PAÍS. El País. https://elpais.com/internacional/2017/03/16/actualidad/1489659802_668419.html