Coyuntura global (septiembre-octubre 2012)

La recuperación europea sigue en la montaña rusa, pero los vagones siguen llenos, por ahora. Reclamos nacionalistas

En un escenario internacional en que mucha de la atención ha estado enfocada en las últimas etapas de las reñidas elecciones norteamericanas, que culminarían como es tradición el segundo martes de noviembre, y también en las venezolanas del 7 de octubre que le dieron a Hugo Chávez un cuarto periodo presidencial, así como en los posibles resultados del 18 congreso del PC Chino de la primera semana de noviembre, ha seguido destacando el desarrollo de la larga crisis de la Unión Europea, que como hemos venido reseñando va mas allá de los problemas del euro como divisa común.

 En este período el evento central en esa región ha sido la Cumbre de Bruselas, de jefes de estado y de gobierno, celebrada del 18 al 19 de octubre. Comparada con otras anteriores, en ésta ha privado un cierto ambiente de alivio ya que al menos por ahora nadie espera que se produzca el temido estallido final que haga desaparecer la Unión Monetaria. Distintas declaraciones de actores centrales, como la canciller alemana Angela Merkel, han señalado que incluso Grecia “permanecerá sin duda en la eurozona”, aunque quedan muchos pasos que dar para este país logre las metas esperadas de ahorro y reformas estructurales. Lo mismo ocurre con España, cuyos bancos estarán cubiertos ahora por el recién inaugurado Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), un fondo permanente de la UE para ayudar a países en apuros financieros. Como parte de este escenario “tranquilizador”, el presidente del Banco Central Europeo (BCE) había anunciado hacía un par de semanas que esa entidad compraría, en caso de ser necesario, bonos soberanos en cantidad ilimitada, con lo que la eurozona ha recuperado espacio para seguir operando.

En esta Cumbre se ha presentado un informe de los cuatro presidentes (Van Rompuy, del  Consejo Europeo; Barroso, de la Comisión Europea; Dragui, del BCE y Juncker, del eurogrupo, los 17 ministros de finanzas de la zona euro) en que se proponen planes para una mayor integración de  ésta, cubriendo elementos presupuestarios y de política económica. Pero a pesar que se han destacado elementos esperanzadores en las economías de la región, no cabe duda que los efectos sociales de la dura política de consolidación presupuestaria  son contundentes, tal como incida Barroso: “No hay nada menos social que la deuda pública. Cada euro que se paga por intereses de deuda falta para la salud, la educación y la asistencia a los más necesitados.”

Mucho del optimismo está en la operación del MEDE, creado en julio recién pasado y que incorpora  el Fondo europeo de estabilidad financiero (FEEF) y el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (MEEF) y que tuvo que esperar hasta el 8 de octubre para entrar en acción, debido a los ingentes problemas con que se enfrenta. La esperanza es que se cumpla el dicho de Junker, de que "somos previsibles y fiables, y en algún momento los mercados financieros también lo comprenderán". Pero como se ha señalado, muchas de las propuestas que han circulado exigen reformas a los tratados, asunto con baja posibilidad por el momento. Como han indicado comentaristas, la eurozona se encuentra “en la trampa del endeudamiento” Se señala que el endeudamiento público de la zona euro se duplicó desde 1997. Como la mayoría pudo hacerse de créditos blandos, todos gastaron sin control, hasta que estalló la crisis griega, a la que siguieron dos paquetes de rescate de unos 240.000 millones de euros, y hasta una renuncia de deuda privada por unos 100.000 millones. Pese a  los recortes, el índice de endeudamiento griego con relación al PIB vuelve a acercarse a la marca del 160%.  Es que la recesión no permite crecer. Para algunos observadores, aún no ha pasado lo peor, nadie sabe a ciencia cierta si las medidas de austeridad lograrán tener efecto. Muchos puntos han quedado pendientes para la reunión del eurogrupo el 12 de noviembre en Atenas donde se plantearía muy destacadamente la posibilidad de que los países de la eurozona condonen parte de la deuda de ese país. Queda flotando sin embargo la pregunta si en verdad se puede continuar con Grecia “dentro del bote” ya que los efectos sociales han llevado las protestas callejeras al borde de la ingobernabilidad.

Un efecto no despreciable de esta crisis es el recrudecimiento de los movimientos independentistas en la región. Estos van desde el escocés, que ha logrado que en 2014 se celebre un referéndum sobre la independencia del Reino Unido.  Otras regiones que buscan distintos tipos de autonomía incluyen el País Vasco y Cataluña (que juntos aportan una cuarta parte del PIB español, ocupando menos del 10% de su territorio). Otros casos destacados son los el Tirol italiano (Milan) y los flamencos de Bélgica, igualmente clave para la economía de este país. En el caso catalán, en este período se ha producido, el 11 de setiembre, la extraordinaria manifestación bajo el lema «Catalunya, nou estat d'Europa» (Cataluña, nuevo estado de Europa) que convocó un número récord (hasta 2 millones, según fuentes) de personas, y que se esperaba tuviera un impacto en las elecciones para el Parlamento de Cataluña en noviembre. Cualquiera que sea el resultado de este movimiento independentista, su naturaleza pone en evidencia tanto los problemas económicos del estado español como la persistencia del ideal europeo, al menos dentro de esta comunidad nacional.

El conflicto sirio continúa estancado y el contexto regional sigue en ebullición

Las perspectivas de una mejoría en la crisis siria, al menos en lo relativo al costo en vidas humanas, continúan improbables. En este período un nuevo enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, el argelino Lakhdar Brahimi, ha visitado ese país para intentar alguna solución que acabe con la violencia.  El veterano diplomático, nombrado en esta misión el 17 de agosto para reemplaza a Kofi Annan, cuyas propuestas no tuvieron éxito, ha declarado que la suya es una clásica “misión imposible”, aunque ha intentado concertar un frágil cese al fuego para finales de octubre, en ocasión de la festividad musulmana de Eid al-Adha.  Pero dicho acuerdo muy pronto fue irrespetado por ambas partes. El enviado se encuentra ahora haciendo consultas a distintos actores clave, incluyendo a China país que ha visitado el 31 de octubre, y según Al-Jazeera se espera que presente un nuevo plan a principios de noviembre. Para mientras, los enfrentamientos, incluyendo bombardeos del gobierno de Bashir Al Asaad a zonas densamente pobladas, han costado la vida a mas de 30.000 personas y producido el desplazamiento de más de 240.000 sirios.

La llamada “solución política”, que se concreta en un acuerdo para negociar una salida de la crisis, está hoy por hoy muy lejos de poder concretizarse. Tan el gobierno de Al Asaad como sus opositores lo rechazan, acusándose mutuamente de mala fe. En el caso de los últimos, han declarado que la solución no puede ser otra que su triunfo en el campo de batalla, para lo que solicitan más y mejor armamento. Por el lado del gobierno, es evidente que las presiones internacionales no han sido suficientes como para hacerlo cambiar de rumbo. Según palabras de Kofi Annan:  “sin ejercer seria y decididamente presión –tanto a nivel internacional como regional- ni yo ni ningún otro podrá obligar ni al régimen sirio ni a la oposición a que accedan a negociar una solución por la vía política”.

Las dificultades para lograr este tipo de presión tiene mucho que ver con el contexto convulso de toda la región, que sufre todavía de la inestabilidad políticas que produjo la “primavera árabe” y sus secuelas, por un lado, el recrudecimiento de las acciones violentas en palestina, en particular en Gaza, y muy importantemente la tensión existente respecto al programa nuclear iraní.

Egipto es un caso ilustrativo de lo anterior. En este país se vive una crisis política constante, mas recientemente por la renuncia de muchos miembros de la Asamblea Constituyente lo que ha dejado a este cuerpo en manos de los Hermanos Musulmanes, comprometidos según parece a establecer una teocracia consagrada en la nueva Constitución que se prepara. Concretamente, se trata del alcance de la proyectada declaración de señalar a la sharia o “ley islámica” como “base” del cuerpo legal. Para los secularistas esto es el primer paso para la aborrecida teocracia, mientras que para los salafistas debería existir una palicación directa de al sharia, y no solamente sus "principios". Con ello, estaría validándose procedimientos como la lapidación de las mujeres acusadas de adulterio, como se ha dado en otros países de fundamentalismo islámico.

En esta coyuntura el presidente Mursi ha dado un plazo hasta noviembre para llegar a un acuerdo, pero es claro que el mismo no lograr sortear diferencias tan fundamentales. Por su parte éste ha ido procurando establecer una línea de influencia en la región, particularmente en relación al conflicto palestino. En octubre le envió una carta notablemente “amistosa” al presidente israelí Shimon Peres, al que calificó como “gran y buen amigo” y lo convocó a mantener “mantener y fortalecer las relaciones cordiales que felizmente han existido entre nuestros dos países” (una clara alusión al tratado de paz existente entre ambos y que muchos fundamentalistas islámicos, incluyendo de su propio partido la Hermandad, repudian).   La posibilidad de que Egipto vuelva a jugar un papel mediador en el conflicto palestino-israelí ha cobrado importancia dado la escalada de ataques a territorio israelí desde la zona de Gaza, a fines de octubre, y la consabida respuesta israelí.

Otro país de la región cuyas actividades diplomáticas son notables en este período es Turquía, país que ha tenido un notable crecimiento económico que lo ha llevado al puesto 15 entre las mayores economías del mundo. Elemento central del gobierno de Recep Tayyip Erdogan es lograr el pleno ingreso de su país a la Unión Europea y también el convertir a su país en una actor central de la política mundial, sobre todo en relación al mundo árabe y aún al islámico. Esto ha incluido una posición cerrada al gobierno de Asaad (el 4 de octubre el parlamento turco aprobó intervenir militarmente en Siria si es preciso, y ya se produjeron ataque a través de la frontera) y su aspiración a ser un factor decisivo en el desenlace del conflicto en ese país. Lo mismo se busca en relación con Irán, país con el que Turquía firmó una declaración el 16 de octubre proponiendo un alto al fuego para fines de ese mes. Al mismo tiempo Erdogan ha hecho una muy publicitada visita a Alemania, país donde viven más de dos millones de personas de origen turco, el 31 de octubre buscando el cambio de la posición de ese país respecto a su ingreso a la UE (objeciones incluyen asuntos de derechos humanos en especial en relación a la oposición kurda y su conflicto con Chipre). Para ello ha puesto en la mesa su papel respecto a Siria e Irán, como se ha mencionada antes.

Cumbres inter regionales y diálogos esperanzadores. América  del Sur y países árabes. Insurgencias en Colombia y Filipinas

Del 1 al 2 de octubre se ha celebrado en Lima, Perú, la III Cumbre América del Sur-Países Árabes (ASPA), evento que se viene realizando desde 2005 (convocado inicialmente por el presidente Lula de Brasil)  con el declarado propósito de “impulsar el intercambio económico y comercial” entre ambas regiones.  Esta cumbre incluye los 22 países Árabes que integran la Liga de Estados Árabes y  los 12 países que conforman Unasur, de forma que se trata de un foro de muy amplia concurrencia. Esta última reunión, convocada bajo el lema “Una cultura de paz, inclusión y desarrollo” y que reunió a los más altos dignatarios de los estados miembros, en particular de los latinoamericanos,  emitió una serie de declaraciones que todavía no es posible calificar de avances significativos en los propósitos declarados, pero que significan un interesante precedente de los que puede estarse desarrollando en el terreno de los intercambios y alianzas  inter-regionales en el mundo.  Según la declaración final del presidente peruano Ollanta Humala, entre otras cosas se expresa el apoyo a la "no proliferación de armas (de destrucción masiva), el respeto al derecho humanitario, y el repudio a toda forma terrorismo" y el “respaldo al derecho del pueblo palestino a su independencia y soberanía, y de todas las naciones de su región a vivir en paz y seguridad dentro de fronteras reconocidas y respetadas”. También se condenó “a todo tipo de terrorismo” , y se demandó la estricta observancia del Derecho Internacional, el rechazo al uso de la fuerza en las relaciones internacionales, la no proliferación nuclear y el control de armamentos. También se expresa “la consternación ante la violencia y los excesos cometidos en nombre de la religión, y condena la falta de respeto y las ofensas a la sensibilidad religiosa de las personas y de los pueblos en general”.  Esto indica un interesante consenso entre gobiernos tan disimiles como los que existen en Unasur, asociación que continúa desarrollándose pese a los pronósticos negativos de sus opositores.

En otro ámbito, y en forma bastante sorpresiva, se anunció el 4 de setiembre, por medio de un discurso del presidente colombiano Juan Manuel Santos, el inicio de una nueva ronda de negociaciones a comenzar en Oslo, Noruega, a principios del mes próximo, y sesiones posteriores a realizarse en La Habana, Cuba.  Estos dos países, Noruega y Cuba, son presentados como “garantes” del proceso, lo que quiere decir que no solo facilitaran los espacios físicos para las negociaciones sino que serán interlocutores oficiosos entre las partes, asunto por demás complicado pero también indispensable en estos casos.  De parte de estos gobiernos el l representante de Cuba en las conversaciones, Abel García, y el noruego Dag Nylander, leyeron un comunicado en el que informaron del inicio de la segunda fase de las conversaciones de paz, tras la primera etapa de aproximaciones que las dos partes llevaron a cabo en La Habana desde el pasado febrero. Según se informó, las conversaciones previas del gobierno colombiano y las FARC en Cuba culminaron en agosto con el "Acuerdo general para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera", donde se registra el compromiso de continuar el diálogo.

Según dijo Santos,  "aprenderemos de los errores del pasado", refiriéndose a los muchos intentos frustrados que han ocurrido para terminar con el conflicto interno en ese país. Todo parece indicar que ha habido los suficientes acuerdos preliminares para que en esta oportunidad se logren avances significativos, y en los siguientes meses se verá si estos definen con más claridad la agenda central de las negociaciones.

En otra parte del mundo, en las Filipinas, se anunció el 7 de octubre que el gobierno de ese país y el  Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), organización rebelde que lleva luchando por un Estado islámico independiente en Mindanao desde 1978, con el costo de mas de 100.000 muertos en el sur del país. A lo largo de los años ha habido intentos de llegar a acuerdos, como 1997, incluso una fallida ronda de negociaciones en 2008 la cual no accedió a aceptar la autonomía.

Según anunció el presidente filipino, Benigno Aquino III, se busca corregir los problemas que desde hace tres décadas afectan a la región de Mindanao. "Este acuerdo marco allana el camino para una paz duradera y definitiva en Mindanao", lo que llevará a cabo con la creación de una nueva entidad política llamada Bangsamoro o nación musulmana, que deberá ser aprobada por el Congreso y ratificada en un referéndum. Esta nueva entidad deberá adherirse a la Constitución para que el país "siga siendo una nación y un pueblo". En todo caso, el gobierno central mantendrá la soberanía en la toma de decisiones sobre seguridad, política exterior, monetaria y otras materias. Según se anunció, el FMLI se compromete a entregar sus armas a más tardar coincidiendo con la fundación de Bangsamoro, prevista para 2016.

Este importante acuerdo tiene lugar en el contexto de una reestructuración mucho mas amplia de la región, por lo que ha sido saludado por muy distintos países. En particular Malasia jugó un papel importante como mediador, cuya mas reciente ronda de negociaciones se celebró en Kuala Lumpur.