Desde las páginas de opinión (septiembre-octubre 2013)
Conflicto con Nicaragua
El diputado Luis Fishman criticó el reclamo de Guanacaste por parte del presidente Daniel Ortega sobre la base del apoyo otorgado por muchos costarricenses en el pasado al Frente Sandinista. Considera que el irrespeto de Ortega hacia Costa Rica se extiende incluso hacia los migrantes nicaragüenses en el país (La Nación, 4/9/2013).
También sobre Nicaragua es el artículo de Jaime Gutiérrez (La Nación, 18/9/2013), para quien la estrategia costarricense de recurrir a los organismos internacionales (Naciones Unidas) no lleva a resultados positivos. Su recomendación es forjar, lo antes posible, una alianza entre Costa Rica, Colombia, Panamá y – eventualmente – Jamaica y Chile para disuadir el expansionismo del presidente Ortega. Luis Alberto Muñoz en La República (20/9/2013) tampoco confía en la vía del derecho internacional y propone más bien imponer sanciones y restricciones sobre el uso de los puertos nacionales, las materias primas y la energía que benefician al gobierno nicaragüense.
Un editorial de La Nación (21/9/2013) califica de “ridículas” las explicaciones de Nicaragua sobre la invasión al territorio costarricense y el daño ocasionado. No obstante, no considera adecuadas las declaraciones del ministro Carlos Roverssi pues caen en la trampa de la “retórica sandinista”. La respuesta debe darse a través de la comunidad internacional, la vigilancia de la frontera, la diplomacia y la unión de fuerzas con Colombia, Panamá y Jamaica.
Por su parte el abogado Alberto Pinto recuerda la facultad constitucional del Presidente para solicitar a la Asamblea Legislativa la declaratoria de defensa nacional y de autorizar el reclutamiento militar, esto en caso de que la Corte de La Haya falle en favor de Costa Rica y sea necesario tomar posesión del territorio (La Extra, 15/10/2013).
Otro artículo de Jaime Gutiérrez Góngora (La Nación, 8/10/2013) se refería esta vez a las relaciones especiales de Costa Rica con Panamá en contraposición con la Centroamérica de los Cuatro. Repite sus críticas hacia la actual conducción de la política exterior y su confianza en la comunidad internacional, pero añade que una particularidad de Costa Rica al no tener ejército es no saber cómo defenderse. El canciller Enrique Castillo respondió a dicho artículo (La Nación, 14/10/2013) rebatiendo algunas de las afirmaciones de Gutiérrez. En primer lugar, refuta que la actual administración haya abandonado las relaciones con Panamá sino que se han profundizado mediante encuentros entre los mandatarios, apoyos mutuos en foros internacionales y promoviendo el ingreso de Panamá al Sieca. Luego, indica que Costa Rica no se ha aislado, más bien ha buscado apoyo en Panamá y Colombia, en su lid con Nicaragua. Finalmente, explica que el objetivo de Costa Rica no es “conmover” a la comunidad internacional ante la agresión nicaragüense sino mostrar evidencia de ella y ganar el apoyo.
Otros temas de política exterior
Óscar Álvarez, politólogo e internacionalista, analizó los méritos y las debilidades de Costa Rica para ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Postula como ventajas su condición de país pacífico y democrático, pionero ecológico, promotor de la educación y con un “buen currículum” en la política exterior (destacándose por ser sede de organismos internacionales y recientemente por la aprobación del Tratado de Comercio en Armas). Desde el punto de vista negativo, el alto déficit fiscal, la inflación elevada, el crecimiento económico desacelerado y las trabas burocráticas restan puntos al país. Concluye indicando que el ingreso dependerá de las decisiones e interés de los futuros gobernantes electos en 2014, tanto en la Presidencia de la República como en el Parlamento (La Nación, 6/9/2013).
El abogado Fernando Zamora criticó la política exterior costarricense del gobierno Arias 2006-2010, fundamentalmente en su relación con Israel y la decisión de trasladar la embajada de Jerusalén a Tel-Aviv. Sostiene que “toda nación que resguarde los valores del constitucionalismo occidental debe apoyar la existencia de Israel”. Para el caso particular de Costa Rica, históricamente la posición de los líderes históricos y vencedores de la guerra civil de 1948 consistió en defender dicha nación. Pero, indica el autor, la fuerza moral de la política exterior del país se ha aminorado tanto con la redirección de las relaciones con la nación israelí, como con la inclusión en la coalición invasora de Irak y el rompimiento de relaciones con Taiwán (La Nación, 12/9/2013).
Para el secretario español de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica Jesús Gracia, su visita a Costa Rica reafirmó las relaciones entre ambos países y replantea las nuevas el trabajo a futuro. Dado que Costa Rica se considera un país de renta media, la nueva cooperación se dirige más a la transferencia de conocimientos sobre la económica. Sin embargo, las relaciones hispano-costarricenses no se limitan a la cooperación; destacó la inversión directa española, el sector de infraestructura y el telefónico. Además España respalda el ingreso de Costa Rica a la OCDE y a la Alianza del Pacífico, así como el fortalecimiento de la integración centroamericana. En síntesis, los numerosos vínculos y los compromisos mutuos en el plano de la paz y el respeto a órganos internacionales confirman la relación de “aliados confiables” entre ambos países (La Nación, 13/9/2013).
El embajador de Costa Rica en la República Popular China, Marco Vinicio Ruiz, describió los aspectos principales de la Zona Libre de Shanghái, un proyecto chino que conlleva innovadoras políticas financieras, comerciales y económicas, en el que incluso se podría eventualmente abrir páginas de internet actualmente bloqueadas por el gobierno (como Facebook y Twitter). El embajador Ruiz considera que Costa Rica debe estar atenta a las oportunidades que el “experimento” podría generarle (La Nación, 7/10/2013).