Elecciones de medio periodo en los Estados Unidos: radiografía de un país en transición

 

El 6 de octubre de 2018 se celebraron las elecciones de medio periodo en los Estados Unidos. A diferencia de otras ocasiones, en esta oportunidad los comicios tuvieron una especial cobertura mediática, tanto al interno de los Estados Unidos como en la mayoría de los países del orbe. Los titulares de prensa clamaban, sin importar su posición a favor o en contra del presidente Donald Trump, como un momento decisivo en la historia de los Estados Unidos y el mundo. A eso contribuyó el enfrentamiento en diversos escenarios entre el presidente Trump y el expresidente Barack Obama, quienes también elevaron el tono de la confrontación hasta dicho punto para incentivar la participación de sus bases electorales, en elecciones que, generalmente, chocan con la apatía, aún más evidente, del electorado estadounidense. De forma que, mediáticamente, la contienda se planteó como la “ola demócrata” contra el “muro republicano” y una batalla que definiría el futuro de los Estados Unidos.

El contexto de un país en transición demográfica y social

Durante los últimos 25 años los Estados Unidos están experimentando una transición demográfica que transforma los patrones que se dieron en la segunda mitad del siglo XX. Según datos de un estudio realizado por el prestigioso Pew Research Center, la población tiende a ser culturalmente más heterogénea, la etnia “blanca tradicional” resulta cada vez menos dominante como autopercepción en la sociedad, mientras que aumentan aquellas ligadas con “hispanos” y “afrodescendientes”. Además, en el transcurso de las próximas décadas la población estará compuesta por una mayor cantidad de personas que nacieron fuera de los Estados Unidos. De tal forma, el envejecimiento de la población, las necesidades de la economía y los problemas existente en los países expulsores promoverán un aumento lento, pero sostenido de la migración que pasará de 1.4 millones de personas por año en 2008 a 2.1 millones de personas en el 2050.

Cuadro 1. Proyección de la población de los Estados Unidos por grupos étnicos

 

2005

2050

Población total (millones)

296

438

Nacidos fuera de Estado Unidos

12%

19%

“Blancos”

67%

47%

“Hispanos”

14%

29%

“Afrodescendientes”

13%

13%

“Asiáticos”

5%

9%

Fuente: Jeffrey Passel y Vera Cohn, U.S. Population Projections: 2005-2050 (Washington DC, Pew Research Center, 2008). En dirección electrónica: http://www.pewhispanic.org/2008/02/11/us-population-projections-2005-2050/

 

¿Como se agrupa esta población en el territorio? Según un estudio del mismo instituto de mayo de 2018, se planteaba que de 2000 a 2014, la población en áreas calificadas como urbanas ha subido en un 13% (pasó de 87 a 98 millones de personas), en suburbanas en un 16% (de 150 a 175 millones de personas) y rurales apenas un 3% (de 45 a 46 millones de personas). Las ciudades están pobladas cada vez por menos habitantes que se autodefinen como “blancos” (pasaron en 51% en el 2000 a 44% en el 2016), a diferencia de los suburbios (donde los “blancos” pasaron del 76% al 68%), mientras que en el campo aún esa percepción sigue siendo predominante (se pasó de 82% a 79% de la población que se considera “blanca”).

Resulta especialmente relevantes que los pobladores de las zonas rurales perciben en mayor porcentaje que en ciudades y suburbios que las autoridades no comprenden los problemas que afrontan, asimismo, sostienen que no reciben la cantidad de dinero del Estado que sería el ideal para cubrir sus requerimientos. Además, ven con menos importante para su desarrollo la existencia de comunidades étnicas y culturalmente diversas (Parker y otros, What Unites and Divides Urban, Suburban and Rural Communities, http://www.pewsocialtrends.org/2018/05/22/what-unites-and-divides-urban-suburban-and-rural-communities/).

Transformaciones en clave de militancia partidaria

Ese tipo de variaciones en la composición de la población, sumadas a las transformaciones del agrupamiento y convivencia en el territorio, dan como resultado el fenómeno político de polarización partidaria. Esto puede notarse en el cuadro 2, el cual describe el aumento de las diferencias según votantes registrados de los dos partidos principales del sistema político estadounidense. Puede notarse como con el transcurso de los años elementos básicos dentro de la cultura política de los Estados Unidos favorecen las opciones extremas, lo cual explica la figura del presiente Donald Trump y su campaña; en este sentido, como se apuntará más adelante los últimos comicios se concentraron en hacer más evidentes esas diferencias.

Cuadro 2. Comparación de posturas positivas de votantes republicanos y demócratas ante afirmaciones relativas a cuestiones sociales (1994 y 2017)

Afirmaciones

Demócratas 1994

Republicanos 1994

Demócratas 2017

Republicanos 2017

“El gobierno debería prestar más atención a los necesitados”

58%

38%

71%

24%

“Los migrantes fortalecen a los Estados Unidos”

32%

30%

84%

42%

“La discriminación en la razón por lo que los afrodescendientes no pueden destacarse actualmente”

39%

26%

64%

14%

Fuente: Pew Research Center, The Partisan Divide on Political Values Grows Even Wider, 2017. http://www.people-press.org/2017/10/05/the-partisan-divide-on-political-values-grows-even-wider/

 

Esas diferencias pueden apreciar en la forma de agrupación de la población en el territorio estadounidense. En este sentido, las ciudades tienden a ser predominante dominadas por los demócratas (62% de los votantes), los suburbios son espacios de batalla más parejos (47% demócratas y 45 % republicanos) y las zonas rurales son dominadas por los republicanos (54%), pero como puede apreciarse en el cuadro 3, esa distribución de votantes ha cambiado en la última década. El partido Demócrata ha seguido creciendo en las ciudades, el partido Republicano en las áreas rurales y ambos tienen un encarnizado enfrentamiento en los suburbios.

Cuadro 3. Votantes registrados por partido político según tipo área en que habita (1998 y 2017)

Espacio

Demócrata 1998

Republicano 1998

Demócrata 2017

Republicano 2017

Ciudades

55%

37%

62%

31%

Suburbios

47%

42%

47%

45%

Rural

45%

44%

38%

54%

Fuente: Parker y otros, What Unites and Divides Urban, Suburban and Rural Communities, http://www.pewsocialtrends.org/2018/05/22/what-unites-and-divides-urban-suburban-and-rural-communities/

 

Aplicados estos elementos al sistema electoral, el partido Republicano se torna fuerte en aquellos estados con mayor número de espacios rurales y suburbanos; mientras que el partido Demócrata tenderá a dominar aquellos estados que tienen las grandes ciudades de la unión.

Las elecciones de medio periodo y las estrategias en la balanza

Pese a lo que tradicionalmente se piensa fuera de los Estados Unidos, las elecciones de medio periodo no son únicamente un referéndum sobre la valoración del presidente de turno, aunque es un factor que incide en los resultados. Dentro de las variables que en algunos casos son más relevantes que la popularidad del gobierno federal se encuentran los juegos de la política local (se celebran junto con elecciones de autoridades estatales) y las características de los candidatos que están peleando cada puesto en relación con su electorado. En este escenario, la elección de medio periodo 2018 implicaba 35 puestos del Senado (rota un tercio cada dos años, en este había un par de elecciones especiales), los 435 puestos de la Cámara de Representantes y 35 gobernaturas (acompañadas con elecciones de otros puestos estales y sus respectivos congresos).

En el caso del Senado los republicanos enfrentaban un escenario favorable a sus intereses. De los 35 puestos en disputa defendían únicamente nueve escaños; mientras que los demócratas defendían 24 y los dos restantes eran defendidos por senadores independientes que tradicionalmente votan con el partido Demócrata. Adicionalmente, los demócratas debían defender diez escaños en estados ganado por el presidente Trump en 2016, lo cual resultaba particularmente difícil en Dakota del Norte, Missouri, Indiana y Montana (donde Trump ganó por más de diez puntos de diferencia); mientras que los demócratas tenían posibilidades reales de victoria en dos de los estados defendidos por senadores republicanos: Nevada y Arizona.

En esta línea, la estrategia del presidente Trump fue clara, determinado en las encuestas que no podían ganar en la Cámara Baja, el juego estaba en aprovechar las ventajas de salida que tenía en los estados que había ganado con mucha ventaja en las elecciones presidenciales de 2016. De tal forma, volvió al discurso antimigración-seguridad que resulta más eficiente en aquellas partes de la sociedad estadounidense, lo que le permitió ganar Dakota del Norte (por 11%), Indiana (por 6%) y Missouri (por 6%). Asimismo, tienen posibilidades amplias de ganar Mississippi (en la segunda ronda que se realizará a finales de noviembre) y en Florida donde los resultados dependerán de un recuento electoral. Por su parte, los demócratas ganaron en Nevada y, por ahora -dado que faltan votos por contar- en Arizona, donde se perciben los cambios electorales fomentados por las transformaciones demográficas que se explicaron al inicio.  El control del Senado permite controlar los nombramientos en el Ejecutivo, así como seguir estableciendo el dominio de los candidatos republicanos en el Poder Judicial, dado que el presidente con aprobación de esa Cámara nombra a los poderosos jueces de apelaciones de los circuitos federales, que constituyen una de las figuras clave en la interpretación y ejecución de las normas jurídicas en los Estados Unidos.

Por otra parte, los demócratas tenían mejores posibilidades en la Cámara Baja, que realmente se constituyen en elecciones nacionales. Dentro de esas ventajas se encontraba que cada distrito electoral constituye una elección particular, donde el discurso por sociedades diversas y apertura cultural que han defendido por varios años los demócratas puede resultar más fácil de incorporar que en una elección presidencial. En esta línea, dado que la elección no esta vinculada a una candidatura presidencial, permite a los candidatos a congresistas no limitarse a las líneas generales de una campaña presidencial y, en el caso específico de esta campaña, fueron respaldadas en muchos casos por la figura de Barack Obama, quien cuenta todavía con gran arrastre en algunas regiones del país, mayor al que pudo tener en el 2016 Hilary Clinton. Al 11 de octubre, los demócratas han ganado 227 escaños de los 435 posibles, los republicanos 198, y quedan en disputa 10 espacios. El control de la Cámara de Representantes resulta clave para el control político del Ejecutivo, además, de ser indispensable para la aprobación de cualquier ley federal, entre ellas las presupuestarias.

En el ámbito de las gobernaturas, puesto más alto dentro de la jerarquía de los Estados y clave para fomentar los intereses del partido dentro de cada estado, del total de 36 puestos en disputa los republicanos defendían 29. Dentro de estas disputas era esencial en el plano nacional determinar la situación de las fuerzas en estados esenciales en el resultado electoral de 2016: Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Ohio y Florida. Los resultados demuestran que los demócratas han logrado recuperar terreno en los tres primeros, los que fueron claves para su derrota de hace dos años (si hubiesen ganado los tres habrían obtenido la victoria), pero fueron incapaces de mejorar sus resultados en Ohio, mientras que en Florida sigue siendo el estado más parejo y complejo de los Estados Unidos.

Consideraciones finales

Como puede observarse las elecciones estadounidenses reflejan las transformaciones sociales que el país ha experimentado. El presidente Trump y su movimiento logró leer que su discurso podría crear una base electoral sólida, no la más grande del país; pero que por las condiciones del sistema electoral le permite tener resultados electorales favorables. Las elecciones del 2020 se acercan, los demócratas han tenido un impulso a su favor, la pregunta es si podrán tener las herramientas (un mensaje y un candidato) para amalgamar una base electoral consistente basada en los cambios de la sociedad estadounidense.