El lunes 15 de abril dio comienzo el primer juicio penal contra un expresidente de los Estados Unidos en la historia del país norteamericano. El proceso ha presentado complicaciones, ya que se necesita una lista de doce personas del jurado que se encarguen del caso, y más de 50 personas que habían sido consideradas como posibles candidatas fueron destituidas al admitir que no podían ser justas o imparciales durante el proceso judicial.