Aunque desde Taiwán se asegura la intención de no entrar en ninguna guerra armamentística con ningún país, sigue aumentando el presupuesto dirigido a la defensa nacional según sus necesidades. Aunque la propuesta de este aumento debe pasar por la aprobación en el parlamento, mencionan que las probabilidades de ser tumbado por este son realmente escasas puesto que “ninguna información quiere ser percibida como prochina”.