Análisis semanal 397: Irán en búsqueda de aguas azules (07 de junio de 2021)

Año: 
2021

 

La inédita travesía de dos buques de guerra iraníes en el Océano Atlántico replantea el tema de las capacidades militares navales de la República Islámica.

En Irán, tanto el Artesh o Ejército, como el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), cuentan con sus respectivas fuerzas navales. La Marina de la República Islámica de Irán (MRII) se desarrolló a partir de la Armada Imperial del Shah, mientras que la Marina del CGRI (MCGRI), se constituyó en el 1985, durante la guerra contra Irak.

Desde el final de dicha guerra, Irán ha invertido sustancialmente en el desarrollo de sus fuerzas navales, en particular la MCGRI y su flotilla de botes pequeños. Los avances más importantes en este sentido incluyen el despliegue de baterías móviles de misiles costeros, modernos misiles anti-buque montados en naves de ataque rápido, semi-sumergibles, submarinos “enanos”, minas navales modernas y vehículos aéreos no-tripulados (posiblemente incluyendo versiones de ataque "kamikaze"). Uno de los avances más destacados ha sido el desarrollo de destructores multipropósito construidos en el país, como el buque Sahand, presentado en diciembre de 2018, que tiene un peso de desplazamiento de 1.300 toneladas y cuenta con una pista de aterrizaje para helicópteros, o la fragata Jamarand, equipada con radares modernos y capacidades de guerra electrónica y que está armada con una variedad de misiles anti-buque y tierra-aire.

Uno de los factores recientes más relevantes ha sido la proyección de la Armada iraní más allá de los entornos del Golfo Pérsico o el Mar de Arábigo. En el pasado, buques iraníes se adentraron ocasionalmente en aguas del Océano Pacífico o el Índico, sin embargo, la reciente travesía del buque Makran y el destructor Sahand en aguas del Océano Atlántico, representa una maniobra sin precedentes que, como lo afirma el Contralmirante Habibollah Sayyari, aumenta la "profundidad estratégica" de Irán en el mar.[1]

Para Irán este operativo busca una mostrar una “poderosa presencia en mar abierto en concordancia con las reglas marítimas internacionales”. “Consideramos, dijo Sayyari,  nuestra presencia en aguas internacionales un derecho estratégico inalienable de la Armada de la República Islámica de Irán y continuaremos por este camino con fuerza”.[2] No obstante, como era de esperarse, la inusual presencia iraní en el Atlántico ha suscitado inquietud entre sus enemigos. La administración Biden ha instado a Venezuela y Cuba a rechazar el atraque de los buques, bajo la sospecha de que transportan armas, y ha prometido tomar las "medidas apropiadas" para disuadir lo que ve como una "amenaza" para los socios de EE.UU. en el hemisferio occidental.[3] ¿Pueden efectivamente autoridades estadounidenses tomar acciones contra los navíos iraníes? No desde el punto de vista legal. Como lo señala Cornel Overfield en Foreign Policy, cualquier acción estadounidense contra estos buques sería ilegal y socavaría un principio fundamental del orden internacional: la inmunidad soberana. El derecho del mar, ya sea consuetudinario o convencional, otorga inmunidad soberana a los buques de guerra y otros buques gubernamentales. En tiempos de paz, la inmunidad soberana es una protección prácticamente todopoderosa contra la jurisdicción de un Estado extranjero.[4]

Al margen de la posibilidad de un incidente internacional es sin duda notable esta expresión de fuerza de la Marina iraní. Dentro de la geografía marítima el concepto de aguas azules se refiere al océano abierto. Así, una marina de aguas azules puede proyectar el poder de su nación en todo el mundo. No es este evidentemente el caso de Irán. Esta aventura atlántica es más un hecho aislado o simbólico, que una efectiva muestra de poder transoceánico. Pese a los esfuerzos, los activos navales iraníes siguen siendo limitados o bien muy antiguos, como el caso del buque logístico y de entrenamiento Khark, construido en el Reino Unido y botado en 1977, que se hundió el 2 de junio en el Golfo de Omán después de un incendio.

 Construir sus propias fragatas y destructores habla bien de las habilidades y pericia de la industria de la defensa iraní, y ciertamente poseer una serie de capacidades navales asimétricas le da cierta primacía a Irán en espacios como el Golfo Pérsico. Sin embargo, llegar al Atlántico no le convierte en una potencia naval. Irán está, por el momento, muy lejos de lograr ese objetivo.

Notas


[1] Iranian naval presence in the Atlantic is a turning point: Army chief. Teheran Times. Recuperado de https://www.tehrantimes.com/news/462006/Iranian-naval-presence-in-the-Atlantic-is-a-turning-point-Army

[2] Ibíd.

[3] U.S. warns Venezuela, Cuba to turn away Iranian ships believed to be carrying arms. Politico. Recuperado de https://www.politico.com/news/2021/06/09/venezuela-cuba-iran-ships-492602

[4] Why the United States Can’t Touch Iran’s Atlantic-Bound Warships. Foreign Policy. Recuperado de https://foreignpolicy.com/2021/06/10/venezuela-sanctions-iran-warships-law/