El régimen de Nicolás Maduro intensifica la represión contra manifestantes y opositores
La declaratoria del Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) que da como ganador a Nicolas Maduro con más del 50 % de los votos generó una ola de descontento social. Observadores electorales del Centro Carter catalogan tal proceso electoral como irregular y antidemocrático. El CNE hasta hoy, alegando un hackeo en su página web, no ha presentado las actas digitalizadas, como sí lo ha hecho la agrupación del opositor Edmundo González liderada por María Corina Machado, publicando más del 80 % de las actas, las cuales comprueban la victoría de González con un 67 %.
Desde que el CNE dio su resultado oficial no comprobado, manifestantes antigubernamentales de toda Venezuela han salido a protestar en contra de lo que consideran un amaño electoral. Incluso, en barrios que históricamente han sido bastiones chavistas los manifestantes se han volcado en contra de Maduro, y en varias ciudades venezolanas se han derribado estatuas de Hugo Chávez. Como respuesta, la policía, el ejército y grupos paramilitares del gobierno han reprimido violentamente las protestas. Asimismo, se han dado enfrentamientos entre manifestantes progubernamentales y opositores.
La violencia madurista ha dejado un saldo de 24 muertos según ONGs como Provea, así como alrededor de 2220 detenidos por protestar o estar relacionado con tales protestas o con la oposición. A tales personas el gobierno les imputa cargos como “terrorismo” y “conspiración contra la patria”. Maduro también señaló que los opositores serán recluidos en las prisiones de Tocorón y Tocuyito, las cuales se vaciaron con el propósito de encerrar allí a los que se detienen en esta ola de protestas.