El Ministerio de Defensa de Chile recibió una denuncia en la cual se informaba sobre una presunta irrupción en el espacio aéreo chileno. Ante ello, el Gobierno decidió desplegar aeronaves F-5 en la zona como respuesta inmediata para proteger la soberanía del país, y a su vez, con el fin de poder identificar la procedencia de estas aeronaves no autorizadas.