El gobierno de Israel atacó mediante bombardeos a un centro de desplazados palestinos en Rafah, Gaza. El ataque de madrugada sobre el campamento generó un incendio que causó que personas fueran quemadas vivas. Tras el ataque, muchos países condenaron a Israel y le demandaron un cese al fuego y un respeto a la orden de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre el cese al fuego que le dictó a Israel.