Colombia celebra a lo grande un hito histórico que rompe con la hegemonía Conservadora-Liberal, misma que ha dominado desde el siglo XIX la política de dicho país [1]. La fórmula ganadora de la segunda ronda electoral compuesta por Gustavo Petro como presidente y Francia Márquez como vicepresidenta, representa aires de cambio para una población colombiana que ha atravesado crisis tras crisis en los últimos años.