A mediados del año pasado, escribí un pequeño análisis para el Observatorio de la Política Internacional UCR-UNA sobre la relación de Costa Rica con China en el marco de su décimo aniversario. Allí, mencioné cómo Pekín estaba coqueteando con Panamá y se hacía cada vez más evidente su presencia en la nación canalera, insinuando un posible viraje diplomático en el futuro.
Un mes después los gobiernos de ambas naciones anunciaron el establecimiento de relaciones diplomáticas de manera oficial.