La Iglesia Católica se encuentra en progreso de la asamblea sinodal, donde se produce una intensa disputa entre las perspectivas de la visión progresista, apoyada por el Papa Francisco para abrir sus puertas a una modernización de la iglesia, la cual busca una abertura en asuntos poco tradicionales como el celibato, el papel de la mujer en la Iglesia y bendecir parejas LGTB, difiriendo con su contraparte, la visión conservadora, encabezada por Cinco cardenales, abogando por una una doctrina tradicional e inmutable.