El día jueves 20 de julio de 2023, el gobierno de Irak tomó la decisión de retirar a su encargado de negocios en Suecia y solicitó a la embajadora sueca abandonar Bagdad, como una medida de protesta por la utilización del Corán en diferentes manifestaciones llevadas a cabo en Estocolmo.
Aunque no se especificó claramente el nivel en el que quedarán las relaciones futuras entre ambos países, Irak advirtió que podría romper vínculos diplomáticos en caso de que “se repita la quema del Corán” en territorio sueco.