Desde las páginas de opinión (septiembre-octubre 2009)
El representante permanente de Costa Rica ante la Organización de Naciones Unidas, Jorge Urbina, expuso la participación de Costa Rica en foros globales, apoyándose en su poder blando entendido como fuerza moral tanto por su posición histórica como por el liderazgo y prestigio del presidente Óscar Arias. La primera reunión a la que hace referencia es la Conferencia de Copenhague, la cual trata sobre el cambio climático e inaugura la Asamblea General de Naciones Unidas. La escogencia de Costa Rica para hablar en la ceremonia inaugural se dio gracias a “la vocación conservacionista del país, las propuestas que ha hecho para mitigar las causas del cambio climático y sus claras posiciones sobre la estrategia global de adaptación”, argumentó Urbina. Como segundo acontecimiento mundial, se cuenta con la participación costarricense en el Consejo de Seguridad en el cual se debate sobre la proliferación y el desarme nucleares. Con esto Costa Rica sigue la línea que ha mantenido y manifestado sobre la necesidad de implementar “mecanismos multilaterales como única alternativa para controlar efectivamente la amenaza nuclear” (La Nación, 21/9/2009).
Alexander Mora, presidente de la Cámara Costarricense de Tecnología de Información y Comunicación, hace mención al convenio suscrito por el canciller costarricense Bruno Stagno y embajador concurrente de India Deepak Kishinchand Bhojwani para la creación del Centro de Excelencia en Tecnología de Información. Con este proyecto no solo se pretende desarrollar la educación técnica sino que además se refuerza la relación entre ambos países, recordando el columnista la importancia cada vez mayor de India en el sistema global (La República, 25/9/2009).
Un editorial de La Nación (26/9/2009) analizó el comportamiento de la delegación costarricense en Naciones Unidas, la cual se unió al bloque de naciones que abandonaron el recinto de la Asamblea General debido al discurso del presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad. La negación del holocauso judío y su asimilación de sionismo con racismo son dos líneas que Costa Rica no comparte en política exterior, por lo que el editorial señala y congratula la coherencia con que actuó la delegación encabezada por Jorge Urbina. Otros países que también dejaron el recinto fueron Argentina, Australia, Gran Bretaña, Dinamarca, Francia, Alemania, Hungría, Italia, Nueva Zelanda y Estados Unidos (Israel ni Canadá se presentaron).
El presidente Óscar Arias esgrimió en las páginas de opinión sus consideraciones sobre las armas nucleares y el papel que ha ejercido el Consejo de Seguridad en la materia. En primer lugar afirma el peligro que corre la humanidad al existir 23 mil ojivas nucleares almacenadas. En segundo lugar, analiza el gasto que se incurre en armamento, ignorando necesidades más apremiantes en las cuales se debería invertir, como la pobreza y la educación. Además recuerda el papel que ha desempeñado Costa Rica en cuanto al desarme nuclear, especialmente con el Tratado de Transferencia de Armas. Concluye refiriéndose a las grandes potencias mundiales al señalar: “No ignoro que en el Consejo de Seguridad están representados los mayores vendedores de armas en el mundo. Pero además de ser fabricantes de armamento, son los líderes de la humanidad, y tienen la responsabilidad de poner los principios por sobre las utilidades y hacer cierta la promesa de un futuro en donde, finalmente, podamos dormir tranquilos” (La Nación, 26/9/2009).
El Lic. Alberto Cañas Escalante comentó la designación del nuevo Embajador de El Salvador en Costa Rica: el señor Sebastián Vaquerano. La escogencia satisfizo al eximio escritor ya que el nuevo embajador es “un hombre acreditado y sumamente apreciado en Costa Rica” por su trabajo cultural y como editor. La designación se suma a lo que Cañas aprecia como parte del “buen camino” que El Salvador ha tomado en el gobierno del presidente Mauricio Funes (La República, 17/10/2009).
El Ministro de Planificación y Política Económica, Roberto Gallardo, manifestó la importancia de priorizar y coordinar los recursos provenientes de la cooperación internacional. Apuntó que, pese la disminución de ayuda internacional que ha recibido Costa Rica, la nueva oportunidad se presenta en la llamada cooperación sur-sur, en la que “los países emprenden proyectos conjuntos e intercambian experiencias y conocimientos adquiridos en contextos muy particulares y heterogéneos, pero en los que se enfrentan retos y dificultades similares”. Por lo que, señaló el Ministro, Costa Rica puede aportar mucho en el campo ambiental y de planificación y evaluación de políticas. Debido a este nuevo contexto de cooperación, el Mideplan propuso crear junto con la Cancillería una institución pertinente para la gestión coordinada de dichos proyectos (La Nación, 13/10/2009).
El Embajador de España, Sr. Arturo Reig, criticó el editorial del domingo 25 de octubre de La Nación. Señaló que el análisis editorial se basó únicamente en juicios de valor y no en afirmaciones comprobables. El editorial del periódico se refiere a la visita del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación Española, Miguel Ángel Moratinos, a Cuba. El periódico argumentó que este viaje no sirvió para impulsar la democracia ni los derechos humanos en dicho país. Por su parte, el Embajador español advierte que aún es temprano para conocer los resultados eventuales de un encuentro que fue a puerta cerrada, además de defender tanto la competencia y preparación del Canciller español como la política exterior española con Cuba, basada en el diálogo y la negociación y no en posiciones ideológicas cerradas o agresivas (La Nación, 28/10/2009).