Vísperas de un gran récord, al borde de una crisis climática
El año 2023 estuvo permeado de un aumento continuo en las temperaturas, esto a partir de junio, pues en dicho mes se había registrado la temperatura mensual más alta, continuando así la trayectoria en julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Todo esto lleva al 2024, donde no fue la excepción, ya que enero se registró como el mes con la temperatura más alta registrada, continuando así con febrero, siendo este el mes en que se registran mayores temperaturas.
Lo alarmante de esto reside en los aumentos en la temperatura. Tras el paso del Niño por el Pacífico, las temperaturas dejan bajas probabilidades de maniobra, pues en esos meses mencionados se dio un aumento de más de 1,5° C en la medida global establecida en el Acuerdo de París, ya que el objetivo de este mismo es evitar que la temperatura aumente de manera progresiva y perjudicial. De una manera puntual, se hace referencia al artículo 2, inciso (a), del Acuerdo de París:
"Mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5 ºC con respecto a los niveles preindustriales, reconociendo que ello reduciría considerablemente los riesgos y los efectos del cambio climático".
Según Copernicus, si se continúa con el mismo nivel de emisión de dióxido de carbono y demás gases de efecto invernadero, la repercusión climática es amplia, pues se plantea que hay un 74% de posibilidades de que para el 2024 se incumpla con el margen de 1,5° C.