India en ascenso, pero con una región llena de sangre
En el noreste de la India se encuentra el Estado de Manipur, región que desde la independencia de la India, en 1947, y tras su posterior adhesión, ha sido campo de varios conflictos separatistas, religiosos y étnicos. Desde mayo del 2023, una vez más esta región de la India se ve envuelta en un conflicto etnopolítico. Esto inició después que una marcha, liderada mayoritariamente por estudiantes Kukis, protestara después que una corte emitiera una sentencia a favor de las demandas de la etnia Meitei para ser reconocidos como “tribales”, dándoles un estatuto especial que los dejaría comprar tierras en las montañas y que les garantiza acceso a ciertos cargos públicos. Esto tuvo como consecuencia disturbios armados, armerías de las fuerzas policiales saqueadas, y un saldo de 100 personas muertas, así como entre 35.000 y 60.000 personas desplazadas.
Las actuales tensiones en el Estado provienen de una compleja red de factores conectados, incluyendo una larga insurgencia armada por parte de diferentes etnias, una controversial guerra contra las drogas, inmigración irregular proveniente de Myanmar, falta de oportunidades laborales y un gobierno local buscando ganancias políticas. Todo esto ha generado que hoy en día el gobierno indio mantenga a Manipur sin conexión a internet, una creciente táctica del gobierno central indio; así como la presencia de 40.000 miembros de fuerzas de seguridad para bajar las tensiones en la región, redirigiendo fuerzas armadas de otros lugares para esto, entre estos la frontera con China. Hasta el día de hoy, solo un cuarto de las más de 4.000 armas saqueadas de las armerías policiales han sido devueltas voluntariamente desde que la violencia comenzó.
Fuentes: NYTimes, BBC, The Diplomat