Análisis semanal 477: Domingo 8 de enero de 2023 (09 de enero de 2023)

Año: 
2023

 

Domingo 8 de enero de 2023: Una multitud invadió la capital brasileña. A eso de las 3 de la tarde, Brasilia se sumerge en un mar de gente que saquea el Congreso, la Justicia Federal y el palacio de gobierno, con la intención de incitar el derrocamiento de Luiz Inácio Lula da Silva. Tras esta conmoción, los medios de comunicación difundieron la noticia como “el mayor desafío en Brasil desde la dictadura de 1985” [1]. Y tildando la gravedad del suceso a nivel nacional y transnacional como la forma de “reconciliar una vez más” la extrema derecha brasileña con la extrema derecha de los Estados Unidos[2]. Y por supuesto, sin perder la oportunidad de señalar sus preocupantes similitudes con el ataque al capitolio de Washington el 6 de enero de 2021. Pero haciendo especial énfasis en lo que podría significar para el gobierno de Brasil que 58 millones de votantes[3] y alrededor de 4000 manifestantes pro-bolsonaro señalen abiertamente creer que hubo fraude electoral.

El Bolsonarismo en las dinámicas del 8 de enero

A propósito de ello, en esta ocasión nos centrarnos en como estas reflexiones polarizadas son fruto de la participación provocada por condiciones que facilitan el surgimiento de identidades partidistas dinámicas como el bolsonarismo. Al mismo tiempo, la lectura puede ser aprovechada para comprender el reflejo y resultado de la crisis que se ha configurado en el país.

Ya que, en efecto, la llegada de Bolsonaro a la presidencia en el 2018 y el movimiento que se empezó a conocer como bolsonarismo no son fenómenos especiales o particulares. Si no que tienen equivalentes a nivel global y que guardan gran similitud con otros casos. Ejemplos de ello pueden ser Donald Trump en Estados Unidos, Jeanine Áñez en Bolivia y Viktor Orbán en Hungría; que además de guardar grandes similitudes en torno a la congruencia de ideas, alianzas con los sectores más conservadores de sus respectivas poblaciones y sus particulares formas de comunicación; estos y muchos más ejemplos conservan un ecosistema caracterizado por la relación que estos personajes establecieron entre los diferentes grupos que los componen[4]. Es decir, estamos hablando de relaciones y vínculos que, como fenómeno político, empiezan a tener un antes y un después en materia de relaciones externas y que además, su inserción en una cadena global logra imprimirse en la cosmovisión de las personas.

Situación que se asemeja con lo discutido hace unas cuantas semanas en el análisis semanal 472 en donde comentábamos como “las estrategias de politización en torno a la comunicación política de los mandatarios pueden verse como un mecanismo que fomenta la participación ciudadana”[5] como una forma de responder a ciertos niveles de polarización y/o descontento ciudadano. La diferencia en este contexto particular es que no estamos hablando del nivel de polarización que se siente en tiempos de elecciones populares, sino de los efectos de unas elecciones marcadas ​​por la falta de confianza de un grueso de la ciudadanía entorno a los mecanismos y responsables del escrutinio de votos.

Parecería ser que estamos completamente en otro tipo de conversación, sin embargo, cuando hablamos de las condiciones que facilitan el surgimiento de identidades partidarias dinámicas no se queda exenta la idea de preguntarse cuál es el propósito de usar cierto tipo de comunicación, responder a ciertos tipos de necesidades y el alegar a supuestos que generan incertidumbres en la población, como es el caso de Bolsonaro a lo largo su mandato presidencial y durante las elecciones de 2022. Como por ejemplo con el supuesto de las “elecciones amañadas” o cooptadas por “quienes no le quieren en el poder”[6].

Uno de los efectos principales tal estrategia se haya en el romper con estructuras sociales existentes y “anticuadas” y, a su vez, evitar vincular grupos de poder emergentes que no se ajustan a un determinado orden de ideas. Por otro lado, está este efecto de “impresión” que se logra dentro de relaciones y vínculos, que básicamente buscan demostrar que la movilización no depende de estar o no en el poder. Pues resulta interesante como los eventos del 8 de enero se han promovido como un efecto inmediato de descontento. Recordemos que en la primera semana de noviembre, tras el anuncio de los resultados de las elecciones en Brasil, cientos de camioneros y manifestantes, enojados por la derrota electoral de Jair Bolsonaro, bloquearon carreteras en todo el país mientras el expresidente guardaba silencio y no reconocía la victoria de Lula[7], y no fue hasta los eventos actuales que el expresidente decidió romper el silencio desde su casa de habitación desde los Estados Unidos, de donde salió antes de que asumiera Lula en el cargo, y se defendió de las acusaciones del actual jefe del Ejecutivo y sostuvo su inocencia, mencionando que este tipo de actos quedaron fuera del marco de la democracia y alegando que esto se llegaba comparar con las prácticas de la “izquierda en 2013 y 2017”[8]. No obstante, ciudadanos defienden que la protesta no tiene nada que ver con la derrota de Jair Bolsonaro en las elecciones, sino por el miedo de ver “el mal de 9 dedos” en la silla presidencial[9].

“Bolsonarismo”

A raíz de ello se puede discutir que estamos en un contexto en el que las implicaciones de las comunicaciones políticas mantenidas durante el mandato de Bolsonaro permearon hasta el punto de que los mismos ciudadanos separan la figura de Jair Bolsonaro de la acción ciudadana, pero sostienen esas señales de "advertencia" que él mismo comunicó durante todo su periodo. Sin embargo, esto puede explicarse como un fenómeno preexistente a la llegada del personaje de Bolsonaro. Pues su comprensión se puede hallar en aspectos profundamente arraigados en la formación de Brasil como país. Del pasado de la esclavitud, al racismo actual; de los frutos de la dictadura, de la amnistía, hasta una sociedad construida sobre el sexismo y la desigualdad de clases. El “bolsonarismo” emerge como resultado de la violencia estructural que constituye la sociedad brasileña y que haya su sentido a partir de quienes representen a nivel nacional esas carencias sociales[10].

Notas


[1] Romero, S. (17 de enero de 2023). Así comenzó el ataque en Brasilia. The New York Times. https://www.nytimes.com/es/2023/01/17/espanol/brasil-ataque-bolsonaro.html

[2] Lissardy, G. (10 de enero de 2023). "Bolsonaro pasó años movilizando a sus seguidores para esto. Aún si ahora no ha dado una orden directa, yo creo que él es responsable por haber organizado a ese ejército de personas". BBC. https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-64218809

[3] Portal de Datos Abiertos del Tribunal Superior Electoral de Brasil (2022). Disponible en: https://sig.tse.jus.br/ords/dwapr/seai/r/sig-eleicao-resultados/maiores-votacoes?session=215012327763539

[4] Oliveira Rodrigues, J. M. (27 de septiembre de 2022). O “bolsonarismo” como elo e como amálgama - GEDES - Grupo de Estudos de Defesa e Segurança Internacional. gedes-unesp. https://gedes-unesp.org/o-bolsonarismo-como-elo-e-como-amalgama/#_ftnref1

[5] Corrales, J. A. (12 de diciembre de 2022). Análisis semanal 472: Una discusión sobre el “divide y vencerás" (30 de noviembre de 2022) | Observatorio de la Política Internacional. Observatorio de la Política Internacional. https://opi.ucr.ac.cr/node/1907

[6] Ionova, A., Nicas, J., & Milhorance, F. (25 de octubre de 2022). Jair Bolsonaro y el relato del fraude electoral en Brasil. The New York Times. https://www.nytimes.com/es/interactive/2022/10/25/espanol/brasil-elecciones-fraude-bolsonaro.html

[7] AFP. (1 de noviembre de 2022). Mientras Bolsonaro sigue en silencio, crecen bloqueos de rutas por todo Brasil • Semanario Universidad. Semanario Universidad. https://semanariouniversidad.com/mundo/mientras-bolsonaro-sigue-en-silencio-crecen-bloqueos-de-rutas-por-todo-brasil/

[8] Cano, M., Pérez, R., & Cano, M. (8 de enero de 2023). Así se vivió la invasión a las sedes del Poder en Brasil por parte de partidarios de Bolsonaro. France 24. https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20230108-simpatizantes-de-jair-bolsonaro-invaden-las-sedes-de-presidencia-congreso-y-supremo-de-brasil

[9] Romero, S. (17 de enero de 2023). Así comenzó el ataque en Brasilia. The New York Times. https://www.nytimes.com/es/2023/01/17/espanol/brasil-ataque-bolsonaro.html

[10] Oliveira Rodrigues, J. M. (27 de septiembre de 2022). O “bolsonarismo” como elo e como amálgama - GEDES - Grupo de Estudos de Defesa e Segurança Internacional. gedes-unesp. https://gedes-unesp.org/o-bolsonarismo-como-elo-e-como-amalgama/#_ftnref1