Análisis semanal 164: Referéndums por la Independencia: Los Kurdos de Irak (27 de septiembre de 2017)

Año: 
2017
Autor(es): 

 

En las últimas décadas, los referéndums como instrumentos democráticos y legitimadores para medir la opinión popular sobre un determinado tema parecen más populares que nunca. El Brexit, los acuerdos de paz en Colombia, consultas constitucionales en Venezuela e Italia, la independencia en Quebec y Escocia, o el TLC en Costa Rica, son algunos de los más recientes y llamativos ejemplos. Fuera de occidente, el turno es para el pueblo Kurdo que habita al norte de Irak.

El pasado lunes a primera hora abrieron las urnas en la región semiautónoma kurda al norte de Irak para todos sus habitantes –kurdos o no-, unos 5,2 millones, para expresar su opinión ante la pregunta “¿Quiere que la región de Kurdistán, y las áreas kurdas fuera de la administración de la región se conviertan en un Estado independiente?”. El referéndum fue convocado por el Gobierno Regional del Kurdistán (KRG), que administra con relativa autonomía cuatro provincias de mayoría kurda en Irak (1). Los primeros resultados dados a conocer por la comisión electoral a cargo informaron una victoria aplastante del “Sí” –algo que no sorprendió- con 92% de los 3,3 millones de personas que acudieron a las urnas (2).

El pueblo kurdo es una minoría sin nación propia, y se encuentran desplazados por cuatro países, Irak, Irán, Turquía, y Siria. Los kurdos han sufrido persecuciones y discriminación –principalmente en Turquía e Irak- además, han sido un blanco fácil durante las guerras. El mismo Sadam Hussein fue culpado por genocidio contra los kurdos. Desde la caída del Imperio Otomano, la creación de un Estado kurdo independiente ha sido el sueño de su gente, y aunque después de las guerras del Golfo y la invasión a Irak adquirieron cierto grado de autonomía en Irak, la completa independencia sigue estando lejos.

No en vano, este referéndum ha desatado una fuerte polémica en la región. El gobierno central de Irak con sede en Bagdad tachó la consulta de inconstitucional. El Primer Ministro iraquí Haider al-Abadi aseguró que no permitirá la desintegración de ninguna parte del país, y se niega a hablar con las autoridades kurdas sobre los resultados de esta consulta popular. Asimismo, el mandatario instó a los países vecinos a cerrar sus fronteras contiguas al KRG, cancelar los vuelos a esta zona, y congelar los negocios petroleros como medidas de presión.

Fuera de las fronteras iraquíes, Irán, Turquía, y Siria también desaprobaron el referéndum, asegurando que representa un peligro para la estabilidad de la región. Turquía movilizó tropas cerca de la frontera con Irak bajo el pretexto de ejecutar ejercicios militares conjuntos, mientras que Irán canceló los vuelos con destino o procedentes de esta región, e igualmente reforzó su presencia militar (3).

Son precisamente los anhelos de independencia de los kurdos, plasmados en este referéndum, los que preocupan a Bagdad, Teherán, Ankara, y Damasco, ya que la victoria de los kurdos en Irak podría inspirar a los pueblos kurdos en los países vecinos a iniciar procesos similares. Además, la posible creación de un Estado kurdo independiente y soberano en la región norte de Irak representaría una amenaza para sus vecinos. En primer lugar, el Gobierno Regional del Kurdistán reclama territorios iraquíes fuera de los pactados oficialmente –el KRG ya ejerce una administración de-facto sobre otros territorios-, lo que significaría entrar en un conflicto directo con Bagdad. En segundo lugar, la hipotética nueva nación kurda podría apoyar –directa o indirectamente- a los pueblos kurdos vecinos para luchar por la causa kurda más allá de las urnas, lo que podría provocar una guerra étnica y sectaria en la región.

Fuera de Medio Oriente, Estados Unidos también manifestó su desaprobación sobre el referéndum, alegando que podría afectar la frágil estabilidad político-social del país –estabilidad en la que EE.UU. ha trabajado e invertido en reconstruir después del caos de la post-invasión y la guerra contra el Estado Islámico-; esto a pesar de que Washington ha apoyado al KRG en las últimas décadas (4). Esto se debe a que las prioridades estadounidenses actuales están enfocadas a la erradicación del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL) y otros grupos terroristas que operan en Irak; al mismo tiempo, Washington prefiere un Irak unido y fuerte que haga frente a Irán.

Como si fuera poco, la ONU igualmente expresó sus dudas al respecto, ya que considera que el referéndum fue declarado unilateralmente, además que este incluye áreas en disputa; y al igual que Estados Unidos, considera que podría tener efectos desestabilizadores (5). Por otro lado, la única nación que mostró su apoyo a la consulta popular kurda fue Israel, quien simpatiza con la causa kurda –similar al pueblo judío que estuvo sin nación propia por siglos-, Tel-Aviv ve un posible aliado en los kurdos en una región donde no tiene amigos (6).

A pesar de las guerras, el KRG ha podido mantener una relativa estabilidad en las provincias bajo su control, comparado con la destrucción y el caos de otras ciudades iraquíes. Otro detalle son las reservas de petróleo y la capacidad de explotación en esta región, lo que le suma una importancia estratégica.

En conclusión, la independencia kurda sigue pareciendo un sueño para los kurdo-iraquíes, y más aún para los pueblos kurdos de las naciones vecinas. Si bien los kurdos en Irak y Siria han ganado mayor control de territorios mediante la lucha en sus respectivos conflictos, sus gobiernos centrales no permitirán la partición del territorio nacional. Además, en este momento la comunidad internacional tiene otras prioridades, y la causa kurda no parece estar en la agenda.

No obstante, el referéndum parece haber tenido su primer efecto externo en Siria, donde el gobierno declaró que está considerando extender la autonomía de las minorías kurdas de Siria, una vez derrotado el ISIL (7). Aunque es muy temprano para dar conclusiones, esta podría ser una señal positiva para los pueblos kurdos que siguen soñando con su independencia.