El presidente estadounidense Donald Trump prometió -siendo candidato- “renegociar” el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Una vez en la Casa Blanca, Trump no se ha distinguido precisamente por cumplir las múltiples promesas que formuló a lo largo de la campaña presidencial, sin embargo, ha conseguido que las tres partes (Canadá, Estados Unidos y México) se sienten a re-negociar este tratado, que cumple 23 años de entrar en vigor.
¿Qué panorama aguarda a México ante el inicio de esta compleja renegociación? En primer lugar es necesario referirse al balance que el TLCAN arroja para la economía mexicana. Por un lado, los detractores del TLCAN señalan que los puestos de trabajo creados y vinculados al tratado no son bien remunerados y corresponden en un 60% al sector informal, que la pobreza se mantiene en el 51% de la población, o que cientos de empresas mexicanas fueron vendidas o absorbidas por consorcios extranjeros. Se señala también que el Producto Interno Bruto (PIB) no creció de manera significativa pues, como indican las estadísticas del Banco Mundial, la década anterior a 1988 -año en que se firmó el Tratado- México creció un 3.7%, y 10 años después dicho promedio se mantuvo exactamente igual (1).
Por otro lado, los defensores del TLCAN indican que antes del tratado, México contaba con una balanza comercial favorable a EE.UU., y ahora, esta favorece a México en US$64 mil millones de dólares. Solo en el sector automotriz, EE.UU. tiene un déficit de US$68.000 con México (2). Se afirma también que, a partir del TLCAN (según el mismo Banco Mundial) se crearon en México 10 millones de empleos ligados en 50% a la actividad exportadora, en la que se pagan salarios 40% superiores al promedio nacional. De hecho, según estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI), el desempleo en México alcanza su nivel más bajo en 11 años (3). Los defensores alegan también que, antes del TLCAN el 57% de las exportaciones mexicanas correspondían a hidrocarburos, y hoy sólo el 5% de las ventas mexicanas a Estados Unidos son petróleo (4). Se trata entonces de un balance mixto, que evidentemente arroja tanto beneficios como perjuicios, pero que es presentado por las autoridades mexicanas como un “éxito rotundo para todas las partes” (5).
En segundo lugar, es preciso considerar los desafíos que aguardan a México en esta re-negociación. El discurso de las autoridades estadounidenses subrayan que EE.UU. “ha perdido” con el TLCAN. El negociador en jefe de EE.UU. Robert Lighthizer ha dicho que en sus 23 años el tratado ha “destruido” 700.000 empleos y que muchos negocios han salido de EE.UU. “Básicamente pensamos que el tratado ha fallado a muchos estadounidenses y debemos mejorarlo” (6). Washington dice no estar dispuesto a conformarse con meros retoques al texto del tratado y se sabe que dentro de sus pretensiones está eliminar el Capítulo XIX, que fue plasmado originalmente por iniciativa canadiense, y que permite el establecimiento de un mecanismo de solución de controversias en materia de cuotas antidumping y compensatorias.
En cuanto a Canadá, su gobierno pretende hacer más “progresista” el tratado, a través de medidas adicionales vinculadas a provisiones laborales, equidad de género y protección a las poblaciones autóctonas. Al respecto, el sector empresarial mexicano ha advertido sobre la “inconveniencia” de una “homologación” salarial y ha advertido que esta no podría darse por “decreto”.
Iniciada apenas la primera ronda de negociaciones es difícil anticipar qué va a pasar. El presidente Trump, reconocido por su propensión al blofeo, dijo el pasado 22 de agosto: “personalmente, no creo que se pueda llegar a un acuerdo (…) Creo que probablemente terminaremos retirándonos del TLCAN en algún momento”. Un desenlace poco factible pero no imposible.
¿Qué consecuencias acarrearía a México del fin del TLCAN? Al igual que a la hora de plantear un balance del proyecto, no existe consenso entre los analistas. Algunos no consideran que el fin del tratado implicaría una “tragedia” e indican que, para muchas industrias mexicanas, el fin del mismo supondría un riesgo acotado, pues el intercambio con EE.UU. pasaría a regirse por las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y éstas no suponen una carga arancelaria elevada. Así, los aranceles que pagaría México -sin el TLCAN- para enviar a su vecino del Norte serían de 1.9% en el sector industrial y 6.4% en el agropecuario, México podría ser competitivo en muchos sectores con ese tipo de aranceles (7). Sin embargo, admiten que uno de los potenciales riesgos sería el arancel que pagarían las empresas automotrices mexicanas al gobierno estadounidense por exportar camionetas tipo pick up, y que podría llegar hasta 25% si se elimina el TLCAN.
En cuanto a los más pesimistas, hablan de una pérdida de 10.2 millones de puestos de trabajo en México (8), lo que sería sin duda una catástrofe para la economía del país.
El panorama para México es incierto. El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto llega a la re-negociación políticamente desgastado en el plano político interno, agobiado por las denuncias de corrupción (a las que se une ahora el caso Odebrecht) y a punto de enfrentar un proceso electoral que seguramente polarizará al país. Este panorama no es muy alentador tomando en cuenta que, si México quiere mantener los beneficios del TLCAN deberá demostrar extraordinarias habilidades de negociación, coherencia interna y una idea clara de qué modelo de desarrollo conviene al país y no solo a sus élites.
Notas
(1) TLCAN: El trato polémico, Reporte Indigo, http://www.reporteindigo.com/reporte/mexico/tlcan-renegociacion-balance-mexico-azucarero-comercio-repercusiones
(2) EU pone la mesa para una difícil negociación. El Economista, 17 de agosto de 2017. p. 5
(3) Desempleo en México alcanza su nivel más bajo en 11 años. El Financiero, http://www.elfinanciero.com.mx/economia/desempleo-en-mexico-alcanza-su-nivel-mas-bajo-en-11-anos.html
(4) Hiriart, Pablo, TLC, el triunfo de Salinas, El Financiero, http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/tlc-el-triunfo-de-salinas.html
(5) EU pone la mesa para una difícil negociación. El Economista, 17 de agosto de 2017. p. 4.
(6) Estados Unidos cree que el acuerdo actual le ha perjudicado y no se conformara con retoques. El País, 17 de agosto de 2017, p. 5.
(7) ¿Qué pasaría si termina el TLCAN?. El Financiero http://www.elfinanciero.com.mx/economia/que-pasaria-si-termina-el-tlcan.html
(8) TLC: logros pendientes: El Universal, http://www.eluniversal.com.mx/articulo/cartera/economia/2016/12/5/tlcan-logros-y-pendientes