Una nueva crisis política desnuda los dobles raseros morales con los que ciertas élites políticas y un sector de la prensa juzgan regularmente los acontecimientos políticos en Medio Oriente. Pese a que el incidente con armas químicas ocurrido en el pueblo sirio de Khan Shaykhun y en el que murieron 86 personas no había sido esclarecido de manera absolutamente fidedigna, dio paso a una acción de “castigo” por parte de la armada estadounidense contra el gobierno sirio. Por otro lado, una guerra de agresión ampliamente documentada en cuanto al sufrimiento infligido deliberadamente a civiles, se ha desarrollado con la complicidad de esas mismas elites políticas.
En el conflicto de Yemen no hay “convocatorias urgentes” en el Consejo de Seguridad de la ONU. Las grandes potencias no definen “líneas rojas”, ni hay bombardeos con misiles Tomahawk respaldados por la OTAN, en represalia por atrocidades cometidas contra los “niños de Dios”, como denominó el presidente Donald Trump a las víctimas de Khan Shaykhun (1). En esta guerra las consideraciones humanitarias o morales simplemente son desestimadas sin el menor pudor frente a los intereses geopolíticos.
Los mismos poderes mundiales que han alabado la acción unilateral e ilegal estadounidense contra Siria son precisamente los cómplices de una guerra encabezada por Arabia Saudí y sus aliados regionales contra Yemen, y que al cabo de dos años arroja un balance desastroso desde el punto de vista humanitario.
Como pretexto de una solicitud de apoyo del depuesto presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi para combatir a los rebeldes Houthis, una coalición encabezada por Arabia Saudí empezó a bombardear posiciones rebeldes el 25 de marzo de 2015. Aviones de Egipto, Marruecos, Jordania, Sudán, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Bahréin han participado también en esta operación, llamada irónicamente “Restaurando la Esperanza”. Arabia Saudí históricamente ha considerado a Yemen como su “patio trasero” y, en el marco de su obsesión con Irán, no está dispuesta a tolerar que el ascenso político de los Houthis –a quienes se ha acusado sin pruebas contundentes de estar apoyados por Teherán- comprometa sus aspiraciones hegemónicas en la región.
El balance de esta guerra, que tiene escenario en uno de los países más pobres de Medio Oriente, es catastrófico. Más de 14.000 muertos (incluyendo al menos 1.500 niños) y cerca de 40.000 heridos. Se estima que 19 de los 25 millones de habitantes del país necesitan asistencia humanitaria, y están directamente amenazados por inseguridad alimentaria. Al respecto, la UNICEF indica que más de 400.000 niños corren el riesgo de morir de hambre (2). Una situación que se agudiza con el bloqueo naval impuesto por Arabia Saudí, que provoca escasez crónica de alimentos y medicinas. Por otro lado, el conflicto ha generado más de dos millones de desplazados internos en todas las gobernaciones del país.
Pese a que todas las partes beligerantes han sido responsables de abusos, las acciones de la coalición encabezada por Arabia Saudí han tenido un carácter particularmente destructivo. Esta coalición ha lanzado más de 90.000 bombas, que han ocasionado gran cantidad de bajas civiles. Según el diario británico The Guardian, uno de cada tres ataques aéreos saudíes impacta en objetivos no militares como escuelas, hospitales, mercados, granjas, mezquitas, patrimonio histórico, puentes, terreno cultivable o ganado (3). Muchos de estos ataques se llevan a cabo de manera deliberada, y están destinados a destruir la ya de por sí frágil base económica del país. Según Martha Mundy, profesora emérita de la London School of Economics, los datos muestran que los saudíes atacan intencionalmente la infraestructura agrícola para destruir a la sociedad civil (4).
Como consecuencia de la guerra, la superficie cultivada y la producción agrícola disminuyeron un 38% en 2016 en comparación con el año anterior, lo que ha afectado la disponibilidad de alimentos. Del mismo modo, la mayoría de los pescadores han perdido sus activos pesqueros como barcos, redes y artes de pesca. La economía del país está prácticamente destruida.
Aunque muchas de las acciones de Arabia Saudí en Yemen pueden calificarse como crímenes de guerra, el reino ha podido llevar adelante esta campaña de destrucción con una impunidad casi absoluta. Arabia Saudí ha sido un aliado clave de países como Reino Unido, Francia, Estados Unidos o España. Países como EE.UU. y Reino Unido no solo han guardado silencio ante los crímenes saudíes, sino que se han constituido en cómplices de Riad. Amnistía Internacional ha señalado a estos dos países como “corresponsables de las violaciones de los derechos humanos” perpetradas por Arabia Saudí, pues en los últimos meses han transferido a este país más de US$5 mil millones de dólares en armamento (5). Un apoyo extraordinario que paradójicamente no ha podido impedir que, luego de dos años, Arabia Saudí esté perdiendo la guerra militar, diplomática y financieramente. En efecto, la guerra en Yemen no ha hecho más que demostrar los fracasos de la política exterior saudí, y la incompetencia de sus dirigentes. Lamentablemente, el alto precio lo paga un país entero cuyo sufrimiento no parece ser digno de la misericordia o la indignación de las élites de la política mundial.
Notas
1. 'No child of God should ever suffer such horror': Donald Trump announces strikes on Syria. The Telegraph. 7 de abril de 2017. Recuperado de: http://www.telegraph.co.uk/news/2017/04/07/donald-trump-syria-strike-vital-us-interest/
2. UNICEF: One child dies every 10 minutes in Yemen. Al Jazeera. 12 de diciembre de 2016. Recuperado de: http://www.aljazeera.com/news/2016/12/unicef-child-dies-10-minutes-yemen-161212192354606.html
3. One in three Saudi air raids on Yemen hit civilian sites, data shows. The Guardian. 16 de septiembre de 2016. Recuperado de: https://www.theguardian.com/world/2016/sep/16/third-of-saudi-airstrikes-on-yemen-have-hit-civilian-sites-data-shows
4. Fisk, Robert. Saudi Arabia ‘deliberately targeting impoverished Yemen’s farms and agricultural industry’. The Independent. 23 de octubre de 2016. Recuperado de: http://www.independent.co.uk/news/world/middle-east/saudi-arabia-s-bombing-of-yemeni-farmland-is-a-disgraceful-breach-of-the-geneva-conventions-a7376576.html
5. Yemen: Multibillion-dollar arms sales by USA and UK reveal shameful contradiction with aid efforts. Amnistía Internacional. 23 de marzo de 2017. Recuperado de: https://www.amnesty.org/en/latest/news/2017/03/yemen-multibillion-dollar-arms-sales-by-usa-and-uk-reveal-shameful-contradiction-with-aid-efforts/