De la promesa de las Revueltas Árabes como horizonte de esperanza queda realmente poco. Con la excepción de Túnez, que a duras penas ha sacado adelante un proceso –aún sin terminar- de transición a la democracia, el inmovilismo político, la exclusión social, o bien el caos, prevalecen en la región. Las mismas razones que movieron a las masas árabes, y en especial a los jóvenes, a protestar y denunciar a sus corruptos regímenes políticos en 2011, persisten en varios países de la región.
Desde hace varios días, Marruecos vive una ola de protestas populares, iniciadas después de que Mouhcine Fikri, un vendedor ambulante, muriera triturado dentro de un camión de la basura al intentar recuperar la mercancía que le había decomisado la policía. Un sentimiento de indignación se apoderó de la opinión pública marroquí ante una versión de los hechos que señalaba que un policía había ordenado accionar la trituradora cuando Fikri estaba dentro del camión (1). En 2011, la Monarquía logró aplacar las protestas populares que emulaban las movilizaciones que en Túnez y Egipto habían logrado la caída de sus respectivas dictaduras. Una serie de medidas de reforma política, incluyendo una nueva constitución, fueron aprobadas. Sin embargo, la sensación de exclusión económica y social que siguen experimentando muchos marroquíes, especialmente en zonas como el Rif, persiste.
Una sensación muy similar a la que viven muchos egipcios descontentos con el rumbo del país y la gestión del presidente Abdel Fattah al-Sisi. Una campaña, organizada desde las redes sociales por organizaciones como el Movimiento Ghalaba, viene haciendo, desde hace semanas, un llamamiento al pueblo egipcio para que proteste por la situación económica del país el próximo 11 de noviembre.
La economía, uno de los asuntos que motivó el inicio de las protestas contra Hosni Mubarak en 2011, genera -de nuevo- un gran descontento entre los egipcios, y especialmente entre los jóvenes. Además de una crisis monetaria, el país sufre una escalada en los precios del azúcar, el pan, la gasolina y el gas, entre otros bienes, que dispara la inflación a sus niveles más altos en años, y una caída en la confianza de los inversores, pese a la millonaria ayuda que ha fluido de los países del Golfo Pérsico. Además, casi una cuarta parte de los 94 millones de egipcios vive en la pobreza, y la tasa de desempleo se ubica en el 13%, aunque es el triple entre los jóvenes (2). La precaria situación económica no augura mejorar para los más pobres y la clase media, pues el gobierno de al-Sisi ha suscrito un convenio de préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por una suma de US$ 12 mil millones de dólares, que exige aún más medidas de austeridad.
Buena parte de la crisis económica se debe a la caída de los ingresos del turismo, pero algunos críticos señalan también algunos proyectos “faraónicos” impulsados por el Presidente, y que han succionado el dinero de los contribuyentes, como la ampliación del Canal de Suez o la construcción de una nueva ciudad –inspirada en Dubai- en el desierto.
Por otro lado, la represión contra los sectores de la oposición y la prensa excede por mucho los niveles alcanzados durante la dictadura de Mubarak. No hay derecho a la protesta, ni libertad de expresión, y el Estado de Derecho está prácticamente colapsado. Al -Sisi ejerce todavía un control férreo sobre el país. Ha pulverizado a su principal enemigo político, la Hermandad Musulmana, y cuenta con el apoyo de socios poderosos en Occidente, con quienes ha suscrito jugosos convenios económicos y militares. Sin embargo, la historia reciente del país señala que no se puede subestimar la capacidad de movilización de una población ahogada por las penurias económicas y harta de la ineptitud de los políticos. Egipto se ubica de nuevo en el borde de una grave crisis.
Notas
(1) El gigante dormido de Marruecos. El País. http://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/03/actualidad/1478200010_365546.html.
(2) As Egypt’s economy struggles, calls for protests against Sissi grow louder. The Washigton Post. https://www.washingtonpost.com/world/as-egypts-economy-struggles-calls-for-protests-against-sissi-grow-louder/2016/10/18/8a004128-908e-11e6-bc00-1a9756d4111b_story.html