Análisis semanal 9: Campaña política presidencial en Estados Unidos (13 de abril de 2015)

Año: 
2015
Autor(es): 

El domingo 12 de abril de 2015 Hillary Clinton oficialmente anunció, mediante un video corto publicado en redes sociales, que entraría en la campaña política con el objetivo de llegar a ser la primera mujer Presidente de los Estados Unidos. Con esto se podría decir que oficialmente la campaña política presidencial inició en la potencia norteamericana, aunque desde hace ya varias semanas Ted Cruz y Paul Rand del partido Republicano habían anunciado su intención de competir en las elecciones presidenciales de 2016. Lo relevante del asunto es que ya hay precandidatos presidenciales por parte de los dos partidos más grandes del país norteamericano, y que realmente tienen posibilidades de ganar las elecciones de noviembre de 2016. 

 A pesar de que esto, todavía es muy temprano para anunciar algún posible ganador o ganadora de las elecciones presidenciales estadounidenses, más aún si se tiene en consideración que faltan nuevos actores por entrar en escena, y se deben realizar las elecciones primarias en cada partido para elegir el candidato o candidata presidencial oficial. Para mencionar solo algunos de los nuevos actores que pueden entrar en escena, se pueden mencionar a Marco Rubio, descendiente de inmigrantes cubanos, Jeb Bush, hijo y hermano de los expresidentes norteamericanos, ambos por parte del Partido Republicano, y Martin O’Malley, ex Gobernador del Estado de Maryland, por parte del partido Demócrata (Andrews, Parlapiano y Yourish, 2015). Aun así, es posible prever cierta tendencia en el manejo de la política exterior de la potencia mundial, tomando en cuenta principalmente las diferencias partidarias, aunque sean pocas. 

No pasó mucho tiempo luego del anuncio de la ex Secretaria de Estado (2009-2013) de que buscaba la presidencia estadounidense en 2016, para que sus posibles contrincantes republicanos empezaran con los ataques y las críticas. Los reproches y críticas contra Clinton se enfocaron principalmente en el manejo de la política exterior norteamericana, como era de esperarse, no solo por su tiempo como Secretaria de Estado (puesto dentro del Poder Ejecutivo estadounidense que maneja la política exterior), sino también por las políticas y decisiones en esta materia emprendidas por la administración Obama, ya que este viene de su mismo partido político, el partido Demócrata. 

Los ataques contra la ex Secretaria de Estado de los Estados Unidos fueron encabezados por los dos precandidatos presidenciales del partido Republicano hasta el momento, Ted Cruz y Paul Rand, así como por parte de una posible candidata republicana, Carly Fiorina (Itkowitz, 2015). Estos también realizaron sus críticas como Clinton lanzó su campaña política, mediante videos. En estos, se le criticó a Clinton el manejo del ataque contra la embajada estadounidense en Benghazi, Libia, el cual terminó con víctimas fatales. Asimismo, dirigieron el hecho de que durante la administración Obama las relaciones con un aliado tradicional de los Estados Unidos se vieran sumamente deterioradas a la figura de Hillary Clinton, refiriéndose a la situación con Israel y su Primer Ministro, Benjamín Netanyahu. Otra crítica que dirigieron hacia la precandidata presidencial es la inestabilidad política reinante en muchos de los países de la región del Medio Oriente, culpándola a ella y a la administración de Obama por dejar que esto sucediera. Incluso Ted Cruz fue más allá que el resto de sus compañeros de crítica en decir, “¿quiere América una tercera administración Obama, o estamos listos para un fuerte liderazgo conservador que haga a América grandiosa otra vez?” (Itkowitz, 2015).

Todo esto viene a evidenciar que el partido Republicano en general viene con una postura y una visión de los Estados Unidos más activo en la escena internacional, protegiendo sus intereses más enérgicamente. Es probable que, de ser electo un Presidente republicano en 2016, su política exterior busque reforzar las relaciones con Israel, en detrimento de los derechos de los palestinos, sea más beligerante contra el régimen iraní y el régimen venezolano, y probablemente congele el proceso de reapertura de las relaciones con Cuba por considerarlo una muestra de debilidad de los Estados Unidos hacia un enemigo que más bien debe combatir. Por lo tanto, la retórica en materia exterior, de ser electo alguien del partido Republicano, girará más en torno al poderío político-económico y militar estadounidense, con poca estima por el uso de la diplomacia, el diálogo y la negociación.

 Por otra parte, de ser electo un presidente del partido Demócrata, y en especial Hillary Clinton, es probable que también los Estados Unidos vuelva a ser más activo en el mundo, y defienda sus intereses de manera más activa que la actual administración Obama (Regencia, 2015). Los demócratas no han sido menos proclives en defender los intereses estadounidenses mediante el uso del poder militar que los republicanos, como lo evidencia el bombardeo de Serbia en los noventas por parte del ex Presidente estadounidense y esposo de la precandidata presidencial, Bill Clinton, como también la intervención militar en Libia en 2011, y la actual coalición internacional contra el Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL) llevadas a cabo por la administración del Presidente Barak Obama. No obstante, la diferencia con los republicanos radica en el hecho de que los demócratas no han fundamentado su política exterior solo en el uso de la fuerza, sino que también la han sabido balancear con el uso de la diplomacia, el diálogo y la negociación, como lo muestra los acuerdos alcanzados hasta el momento en el proceso de negociación del programa nuclear de Irán, y los avances en la reapertura de relaciones entre los Estados Unidos y Cuba, luego de más de 50 años de congelamiento y hostilidades. 

Por lo tanto, si bien las diferencias entre el manejo de la política exterior estadounidense a veces no son muy aparentes entre las administraciones de Presidentes demócratas o republicanos, lo cierto es que los primeros por lo menos han sabido balancear la coacción y el uso de la fuerza con la diplomacia, el diálogo y la negociación. Sin embargo, todavía falta ver el desencadenamiento de la campaña política presidencial, las posturas de los diferentes actores, tanto los actuales como los que se irán sumando posteriormente, y el resultado de las elecciones de noviembre de 2016, para saber con certeza cuál será el manejo de la potencia hegemónica mundial actual en materia de política exterior. 

 
Fuentes consultadas
Andrews, W., Parlapiano, A. y Yourish,  A. (2015). Who Is Running for President (and Who’s Not?). The New York Times. [en línea] [consultado el 12 de abril de 2015]. Disponible en: http://www.nytimes.com/interactive/2015/us/politics/2016-presidential-candidates.html.
 
Itkowitz, C. (2015). Hillary’s in. Everyone has something to say about it. The Washington Post. [en línea] [consultado el 12 de abril de 2015]. Disponible en: http://www.washingtonpost.com/blogs/post-politics/wp/2015/04/12/hillarys-in-everyone-has-something-to-say-about-it/. 
 
Regencia, T. (2015). Hillary Clinton: Everyday Americans need a Champion. Al Jazeera. [en línea] [consultado el 12 de abril de 2015]. Disponible en:  http://www.aljazeera.com/news/2015/04/hillary-clinton-run-2016-presidential-race-150412134159476.html. 
Documento(s): 
AdjuntoTamaño
Icono PDF Análisis semanal 9.pdf1.03 MB