Accionar del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (setiembre-octubre 2014)

Accionar del Consejo

Si bien durante los meses bajo estudio se realizaron menos sesiones que las reportadas en el período anterior, sobresalen las efectuadas por la relevancia de los temas tratados. En algunos casos se dio seguimiento a asuntos de larga data como la situación en Oriente Medio (incluida Palestina), la paz y la seguridad en África, y las operaciones de mantenimiento de la paz. Y en otros, se discutió sobre hechos más recientes como la situación en Ucrania y las conclusiones preliminares de la Junta de Seguridad Holandesa sobre el vuelo MH-17 de Malaysia Airlines, que se estrelló en Ucrania el pasado mes de julio. Asimismo, destacan las sesiones realizadas para elegir a los nuevos miembros no permanentes del Consejo de Seguridad y para discutir, una vez más, sobre los métodos de trabajo del Consejo.

El 30% de las sesiones efectuadas se orientaron a debatir o informar sobre los últimos acontecimientos en Oriente Medio (incluida Palestina), Somalia y Haití. En conjunto para estos tres temas se adoptaron dos resoluciones y una declaración. En el primer caso, los miembros del Consejo mediante la declaración S/PRST/2014/19 reafirmaron la importancia de mantener el Acuerdo sobre la Separación de las Fuerzas entre Israel y la República Árabe Siria de 1974 e insistieron en que, a pesar de los problemas de seguridad más recientes y la reubicación temporal de la mayoría del personal de la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS) al otro lado de la línea Alfa, ambas partes deben mantener su compromiso de respetar los términos del acuerdo de separación y observar el alto al fuego y la separación de las fuerzas. Además, se instó a las partes a seguir prestando apoyo a la FNUOS durante este período en que las amenazas a la seguridad son mayores, y a facilitar al personal de la FNUOS y del Grupo de Observadores en el Golán del Organismo de las Naciones Unidas para la Vigilancia de la Tregua (ONUVT) la circulación en condiciones de seguridad y el restablecimiento cuando se solicite.

En cuanto al conflicto entre Israel y Palestina, los miembros del Consejo recalcaron, ante los últimos acontecimientos en Gaza, la importancia de reactivar la solución de dos Estados. Asimismo, reconocieron que la conferencia de El Cairo hizo posible que la comunidad internacional expresara su solidaridad frente a Palestina y su apoyo a la reconstrucción de Gaza, con el anuncio de una movilización de 5.400 millones de dólares. Sin embargo, señalaron que “Gaza es solamente el síntoma de un problema más profundo: el estancamiento en el proceso de paz”.  A pesar del alto al fuego en Gaza, la situación sobre el terreno sigue siendo frágil, y la situación humanitaria es preocupante. Por tanto, de acuerdo con los Estados miembros del Consejo “para cambiar la situación es necesario que Palestina e Israel trabajen junto con el resto de la comunidad internacional”.

En el Líbano, la situación se ha deteriorado notablemente. Los combates librados por varios grupos terroristas, incluido el Daesh y el Jabhat Al-Nusra, contra el ejército libanés durante el mes de agosto en Arsal demuestran de qué manera el Líbano está sufriendo las repercusiones de la crisis en Siria. En este sentido, los miembros del Consejo señalaron la necesidad de “hacer todo lo posible para poner fin a los ataques contra el ejército y a las tentativas por desestabilizar el país”. Además, indicaron que “la política de disociación y los principios de la Declaración de Baabda emitida en 2012 (S/2012/477, anexo) constituyen el marco al que deben suscribirse las fuerzas libanesas”.

Por otro lado, el Consejo de Seguridad, actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, reafirmó el embargo de armas relativo a Somalia impuesto por el párrafo 5 de la resolución 733 (1992), y observó con preocupación que algunas entregas de armas y equipo militar no se han notificado al Comité de conformidad con las resoluciones pertinentes. También, se reiteró que el embargo de armas no se aplicará a la entrega de armas, municiones o equipo militar ni a la prestación de asesoramiento, asistencia o capacitación destinados únicamente al desarrollo de las Fuerzas de Seguridad del actual gobierno federal (GFS) y a proporcionar seguridad al pueblo somalí, excepto en relación con la entrega de los artículos que figuran en el anexo de la resolución 2111 (2013). Asimismo, el Consejo expresó su decepción por el hecho de que no se haya iniciado todavía un proceso de marcado y registro de armas, pese al llamamiento formulado en la declaración de su Presidencia de 22 de mayo de 2014. En ese sentido, instó al GFS a que lleve a cabo sin más demora ese proceso. Paralelamente, se reafirmó la prohibición de importar y exportar carbón vegetal somalí, establecida en el párrafo 22 de la resolución 2036 (2012). Por último, se decidió autorizar a los Estados miembros de la Unión Africana a que mantengan el despliegue de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM por su sigla en inglés), con arreglo a lo dispuesto en el párrafo 1 de la resolución 2093 (2013), hasta el 30 de noviembre de 2015.

En relación a Haití, el Consejo de Seguridad, de forma unánime y actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, decidió prorrogar el mandato de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití  (MINUSTAH por su sigla en inglés)  hasta el 15 de octubre de 2015 (cuadro 1). Al mismo tiempo, se decidió que la dotación total máxima de la MINUSTAH sea de 2.370 efectivos y un componente de policía de hasta 2.601 efectivos, según lo recomendado por el Secretario General. Complementariamente se señaló que “los ajustes de la configuración de la fuerza deberán basarse en la situación sobre el terreno y ser compatibles con la capacidad de la MINUSTAH de mantener la seguridad en el contexto de las inminentes elecciones parlamentarias y locales”. Además, se reconoció la titularidad y la responsabilidad primordial del gobierno y del pueblo de Haití en todos los aspectos de la estabilización del país y se reafirmó que “Haití se encuentra en una importante encrucijada de la consolidación de la estabilidad y la democracia, y que el diálogo y el compromiso de sus dirigentes políticos y otras partes interesadas es fundamental para consolidar los avances logrados en los últimos años”.

Cuadro 1

Prorrogas a los mandatos de las misiones de asistencia de las Naciones Unidas. Mayo-junio.

Fuente: Elaboración propia con datos del Consejo de Seguridad de la ONU, 2014.

En resumen, el Consejo de Seguridad aprobó siete resoluciones, tres en setiembre y cuatro durante el mes de agosto, las cuales fueron:

• S/RES/2176 (2014): La situación en Liberia
• S/RES/2177 (2014): Paz y seguridad en África - Ébola
• S/RES/2178 (2014): Amenazas a la paz y la seguridad internacionales causadas por actos terroristas
• S/RES/2179 (2014): Informe del Secretario General - Abyei
• S/RES/2180 (2014): Haití
• S/RES/2181 (2014): La situación en República Centroafricana
• S/RES/2182 (2014): La situación en Somalia

Además, se adoptaron tres declaraciones de la Presidencia:

• S/PRST/2014/19: La situación en el Oriente Medio
• S/PRST/2014/20: Iraq
• S/PRST/2014/21: Las mujeres y la paz y la seguridad

En cuanto al tipo de sesiones, en el período bajo estudio, se registró un aumento en las de debate y una disminución en las privadas (cuadro 2). El mayor porcentaje de las sesiones fueron de tipo informativo. Y tan solo en seis se adoptaron medidas (siendo este bimestre en el que menos sesiones de este tipo se realizaron). No obstante, en el 65% de las sesiones no se adoptó ninguna disposición o acción sobre el particular.

Cuadro 2

Tipo de sesión y producto, por mes. Julio-Agosto

Fuente: Elaboración propia con datos del Consejo de Seguridad de la ONU, 2014.

Principales temas de debate

El bimestre bajo estudio se caracteriza por ser el período en el que más sesiones de debate se han realizado, en lo que va del año 2014. En esta ocasión se llevaron a cabo ocho reuniones de este tipo y se adoptaron dos declaraciones y una resolución. Seguidamente se reseñan las principales valoraciones y acotaciones que hicieron tanto los miembros permanentes como los representantes del Grulac, respecto a tres de los temas debatidos en esta ocasión.

La situación en Afganistán

Los miembros permanentes del Consejo encomiaron a los auditores afganos y a los observadores por su desempeño en el proceso de elecciones. Al tiempo que reconocieron el papel constructivo de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en dicho proceso.  Además, en el marco del dialogo entre los dos principales candidatos, señalaron la importancia de establecer un gobierno de unidad nacional que pueda trabajar lo antes posible. Asimismo, reconocieron que “más allá del proceso político, los indicios relativos a la estabilización del Afganistán son alentadores, pero sigue habiendo muchos desafíos. La seguridad sigue siendo un problema importante. La violencia todavía está muy presente en el país. Los recientes ataques contra la población civil, las fuerzas de seguridad afganas o el personal de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (FIAS) son especialmente preocupantes”. Además, manifestaron la importancia de la Cumbre de la OTAN, celebrada en Gales. La cual “fue una oportunidad importante para rendir homenaje a los logros y los sacrificios de la misión de la FIAS. Las fuerzas afganas dirigen ahora el 99% de las operaciones de combate en todo el Afganistán y resultan cada vez más eficaces. La Cumbre también demostró el compromiso permanente de la comunidad internacional con el Afganistán”. Por último, los cinco miembros permanentes reafirmaron los compromisos contraídos en Chicago en 2012 de apoyar las fuerzas de seguridad afganas a lo largo de los diez años de transformación.

Por su parte, Chile manifestó su apoyo al proceso de reconciliación nacional dirigido y protagonizado por los afganos, con el objetivo de lograr la paz y la estabilidad en el país y, en la región en general. Al tiempo que expresó su apoyo al activo papel del Consejo Superior de la Paz para promover los esfuerzos de reconciliación nacional, y señaló la importancia de que el nuevo gobierno respete sus compromisos públicos y concluya el acuerdo político sobre un gobierno de unidad nacional. Argentina manifestó su preocupación por el aumento de los incidentes en materia de seguridad producidos durante y con motivo de la segunda vuelta electoral en el Afganistán, y lamentó los ataques llevados adelante por los talibanes, así como aquellos producidos por bandas criminales y grupos terroristas nacionales e internacionales.

Paz y seguridad en África – Ébola

Mediante la resolución S/RES/2177(2014) los miembros permanentes del Consejo reconocieron que la epidemia del virus del Ébola representa una amenaza a la paz y a la seguridad internacionales. Por un lado, ha ocasionado la pérdida de decenas de miles de personas y por otro, sus implicaciones podrían desencadenar en una crisis socioeconómica y política. En ese contexto, reconocieron que “la lucha contra la pandemia del Ébola no es una tarea que corresponda solamente a los países africanos y sus pueblos, sino que es también responsabilidad común de todos los países del mundo”. Por tanto, “es crucial que la comunidad internacional trabaje de consuno para combatir y detener la epidemia, prestando asistencia a los tres países más afectados (Guinea, Liberia y Sierra Leona) y también ayudando a otros países de la región para que estén listos si la enfermedad se propaga a su territorio”.

Tanto Chile como Argentina, lamentaron que la aparición del virus del Ébola esté afectando la estabilidad económica y social de Guinea, Liberia y Sierra Leona, principalmente, países que están saliendo de un conflicto, que han impulsado con determinación sus respectivos procesos de consolidación de la paz. En ese sentido, reconocieron que “las amenazas a la paz y la seguridad internacionales han traspasado las fronteras tradicionales de los conflictos armados intra e interestatales” y que “el Consejo dentro del ámbito de sus competencias y en representación de la comunidad internacional, debe adoptar las decisiones necesarias que aseguren las condiciones para que los países afectados puedan adoptar e implementar las medidas que estimen para enfrentar esta emergencia”. Al respecto, Chile señaló que “si bien una misión de paz no es una operación de salud pública, cabe plantearse cómo, en el caso de Liberia, si se puede adecuar la labor de dicha misión sobre el terreno a fin de prestar la colaboración necesaria a las autoridades de los países afectados sin descuidar, por cierto, la esencial protección y seguridad de los trabajadores humanitarios, de la salud y de mantención de la paz”. Por su parte, Argentina se mostró a favor de  “que sea la Asamblea General la que tenga la responsabilidad de dar curso a la propuesta del Secretario General de establecer una misión especial en la región”.

Iraq

Los cinco miembros permanentes del Consejo reconocieron que los actos terroristas perpetrados por el Estado Islámico del Iraq y el Levante (ISIL) y otros grupos, constituyen una grave amenaza para la paz y la seguridad internacionales. En ese sentido, señalaron que la situación en el Iraq es motivo de preocupación e indicaron que la comunidad internacional debe intensificar su solidaridad y coordinación con el fin de hacer avanzar la situación iraquí en una dirección favorable. Al mismo tiempo reconocieron que “el terrorismo moderno no conoce fronteras”. Por lo que es necesario establecer una estrategia y una acción de un frente de conformidad con los principios de la Carta de las Naciones Unidas y las normas del derecho internacional, y en estrecha cooperación con los gobiernos de la región. Por tanto, “una operación internacional de lucha contra el terrorismo debería llevarse a cabo bien sea con el consentimiento de los gobiernos soberanos o bien con la autorización del Consejo de Seguridad”.

Argentina y Chile, por su parte, condenaron los métodos con que el autodenominado Estado Islámico ha buscado imponer su visión maniquea y violenta de una religión de paz y tolerancia como es el islam. Su desprecio por la vida, por la libertad de religión y, en general, por normas centrales de la civilización como la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Además, externaron su preocupación por el rápido avance de la organización terrorista Estado Islámico del Iraq y el Levante (ISIL) y su carácter transnacional,  cual no solo representa una amenaza para el Iraq, sino también una amenaza para la estabilidad de la región y la comunidad internacional en su conjunto.

Referencias

Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. 2014. Sitio oficial, en http://www.un.org/es/sc/. Washington, Organización de las Naciones Unidas.

ONU. 2014. Sitio oficial, en http://www.un.org/spanish/terrorism/index.shtml. Washington, Organización de las Naciones Unidas.