Análisis político N°26: El rol del chaebol “Samsung” en la crisis económica de la década de 1990 y el mercado global de producción de semiconductores

Año: 
2024

 

La presente investigación busca brindar un análisis sobre el origen del rol global de Samsung en el sector de semiconductores, prestando atención a sus relaciones público-privadas con el gobierno de Corea del Sur.  En la primera sección del estudio, se realiza un breve recorrido histórico y análisis de las políticas fiscales y monetarias aplicadas por el gobierno de Corea del Sur desde las décadas de 1950 hasta 1990. Las medidas implementadas por el gobierno en subsidios, investigación, entre otras, facilitaron la consolidación y crecimiento de los llamados chaebols, al igual que su inserción en el mercado global, siendo Samsung un ejemplo de esto. La tendencia gubernamental siempre fue apostar por la investigación y el diseño, por lo que, el financiamiento público de la industria de semiconductores es un punto clave para la conformación de los chaebols. La segunda sección abarca la historia de Samsung dentro del mercado global y su posicionamiento como fabricante de alta tecnología, especialmente en la producción de semiconductores. El tercer apartado se centra en la crisis financiera de 1997 en Corea del Sur y la función del chaebol Samsung durante este acontecimiento.         

Con el aumento de la alta tecnología en la cotidianidad, los semiconductores han tomado un rol muy importante en la economía global. Países como Corea del Sur y Estados Unidos llevan la delantera en la cadena global, desde el diseño hasta su testeo (Reinsch, Benson y Arasasingham, 2022, p. 4). En el caso de Corea del Sur, la producción de semiconductores es manejada por conglomerados empresariales denominados chaebols, cuyo dominio históricamente ha sido familiar y su crecimiento a través de los años se debe al constante apoyo gubernamental a nivel financiero.

El chaebol escogido para identificar las condiciones políticas y económicas que propiciaron la consolidación de los conglomerados empresariales es Samsung, por su gran peso en los mercados globales desde hace más de seis décadas. Samsung está presente en la industria electrónica, automotriz, de alta tecnología, hotelera, construcción, seguros, entre otras (Oficina Económica y Comercial de España en Seúl, 2023, p. 6). Con alrededor de 10 firmas de acciones cruzadas como Samsung Electronics, Samsung Fire & Marine Insurance Co., Samsung Fine-Chemical Co., etc (Jun, Sheldon y Rhee, 2010, p. 503), que le permiten tener un control amplio de diferentes partes del mercado global y así, maximizar sus ganancias, especialmente al dominar el eslabón del diseño en las cadenas.

1. Papel del gobierno de Corea del Sur en el desarrollo de los chaebols

La economía surcoreana ha logrado consolidarse mundialmente como líder a través del establecimiento de chaebols por la aplicación de diversas políticas económicas de corte industrial, monetario y fiscal. Según Almeida, Park, Subrahmanyam y Wolfezon (2011, p. 448), los chaebols son grupos económicos conformados por más de tres empresas u firmas que abarcan varios eslabones de las cadenas globales de valor en múltiples áreas como automotriz, telecomunicaciones, entre otros. Los chaebols operan bajo dos pilares: diversificación y gobernanza corporativa. En primer lugar, la diversificación es una estrategia de crecimiento típica de estas estructuras, porque les brinda elasticidad para incursionar en múltiples campos de producción y aumentar la acumulación de ganancias. En segundo lugar, la gobernanza corporativa genera los parámetros en los que se puede desenvolver un chaebol, tanto a nivel interno como en su relación con el Estado.

La estructura de un chaebol está distribuida en tres secciones: propiedad directa, firmas centrales y grupos de acciones cruzadas, y firmas privadas. La primera parte representa el dominio familiar sobre las empresas primarias que brindan las ganancias para ingresar a la segunda sección. En esta última, se conforman las firmas centrales más grandes y cuyas inversiones son de carácter público, es decir, grupos de acciones cruzadas. Por último, las firmas más pequeñas y nuevas son conformadas piramidalmente con inversiones privadas y pertenecen a ciertas firmas de la segunda sección (Almeida, Park, Subrahmanyam y Wolfezon, 2011, pp. 456-458).

Lo anterior evidencia que la segunda sección de los chaebols es esencial para que las familias aumenten su poderío, ya que pueden controlar los voting rights de diversas firmas a través de los grupos de acciones cruzadas producto de las ganancias en sus firmas primarias (Almeida, Park, Subrahmanyam y Wolfezon, 2011, p.451). La formación de un chaebol se muestra a continuación en la Figura 1.

Figura 1. Estructura de los chaebols

Fuente: elaboración propia con base en Almeida, Park, Subrahmanyam y Wolfezon (2011, p. 458)

Un punto clave para la operación de los chaebols es la gobernanza corporativa porque enmarca la forma de actuar de las empresas ante las decisiones estatales e incluso, establece sus condiciones de cabildeo. Campbell y Keys (2022, pp.374-377) definen la gobernanza corporativa como una forma de garantizar la inserción a mercados emergentes, tanto a nivel interno de las empresas como a nivel de políticas económicas gubernamentales, al establecer financiamiento público para inversiones, proteccionismo, etc. En el caso de Corea del Sur, la diversificación de actividades dentro del mercado global, juega un papel crucial en la consolidación de los chaebols ya que les permite generar monopolios y ganancias en diversas áreas. Sin embargo, esto también generó importantes dificultades a los chaebols por la gran cantidad de inversiones riesgosas y la poca recuperación en ganancias. No obstante, de 1965 a 1985 representaron un crecimiento del 10% del Producto Nacional Bruto de Corea del Sur que se mantuvo en las décadas de 1980 y 1990 a pesar de las regulaciones gubernamentales (Campbell y Keys, 2022, p.377) que buscaban controlar el poder de los chaebols.

Lo mencionado anteriormente sobre la conformación y funcionamiento de los chaebols solo se logró a través de alianzas público-privadas durante más de seis décadas. El proceso histórico de la consolidación de los chaebols es descrito por Escalante (2023, p. 9) en seis etapas: nacimiento (1945 a 1960), crecimiento (1961 a 1971), inversión (1972 a 1979), estabilización (1980 a 1987), investigación, desarrollo e innovación (1988 a 2000) e internacionalización (2001 hasta el presente). No obstante, para efectos de este capítulo, se ahondará únicamente en las primeras cinco.

En la etapa de nacimiento, en la década de 1950, el gobierno de Corea del Sur se concentró en la regulación de tasas de interés y restringir las importaciones para aplacar la sobrevaluación del won. Otra medida de fortalecimiento económico fue la creación del Banco Coreano de Desarrollo en 1954, con la cual se inició el financiamiento para obtener recursos a sectores industriales clave como la tecnología. Asimismo, en 1957, se realizó una venta de acciones de diversos bancos, ocasionando que los chaebols tuvieran bancos de su propiedad (SaKong y Koh, 2010, pp. 30-31). La venta de las acciones representó una ventana de oportunidad para los chaebols que obtuvieron mayor control sobre su financiamiento e incrementaron su diversificación. Sin embargo, en 1960, los bancos fueron nacionalizados en favor de la política industrial (Doral y Patrono, 2011, p. 93) y para evitar inversiones riesgosas por parte de los chaebols sin respaldo estatal.

Seguidamente, inicia la etapa de crecimiento en la década de 1960 gracias a los incentivos para industrias específicas. A partir de este momento, hubo un repunte en las exportaciones y para sostenerlo, en 1964 se estableció un nuevo régimen cambiario para lograr ajustarse al mercado global con facilidad. De la mano con esto, se continuaron las políticas monetarias de créditos y se afianzaron las políticas industriales, especialmente por las negociaciones entre el Estado y el sector empresarial para nuevas inversiones (SaKong y Koh, 2010, pp. 34-36). En la Figura 2, se puede observar el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) de Corea del Sur, impulsado principalmente por la promoción de las exportaciones.

 Figura 2. Crecimiento del PIB de Corea del Sur entre 1960 hasta 2016

 

Fuente: elaboración propia con base en Herrera (2018, p.11)

La década de 1970 marcó el inicio de la etapa de inversión, lo que representó un mayor apoyo estatal a industrias específicas como los productos electrónicos. El gobierno estableció el Fondo Nacional de Inversión para brindar créditos con bajas tasas de interés, subsidios fiscales e inversión en la diversificación de la producción (SaKong y Koh, 2010, p.39-40). En esta etapa, Samsung fue uno de los chaebols beneficiados, especialmente para el desarrollo de tecnologías. Sin embargo, la demanda de financiamiento de las industrias empezaba a pesar en las instituciones financieras y comenzaban a debilitarse (SaKong y Koh, 2010, p.42-43). A pesar de esto, a finales de la década de 1970 y con apoyo estatal reducido, Samsung representaba 20% de las exportaciones de Corea del Sur (Doral y Patrono, 2011, p.93-94). Lo cual refleja que la inserción de los chaebols en el mercado global es resultado del apoyo estatal en industrias clave, sin embargo, la falta de controles en las inversiones generaba altos riesgos.

Por esta razón, como lo menciona Escalante (2023, pp.11-12), la década de 1980 es atravesada por dos etapas, la estabilización y la investigación, desarrollo e innovación. En esta primera etapa se hizo especial énfasis en la gobernanza corporativa y su relación con medidas gubernamentales, especialmente con el establecimiento de la Comisión de Comercio Justo de Corea (KFTC) y el inicio de sanciones y controles sobre los chaebols para evitar una crisis. A partir de 1981, los chaebols debían de reportar a la KFTC los nombres de sus accionistas y sus propiedades para promover la transparencia empresarial como forma de controlar a los chaebols y sus inversiones riesgosas (Almeida, Park, Subrahmanyam y Wolfezon, 2011, p.455). Como resultado de esto, en 1984, se implementó la Ley Comercial para limitar las inversiones entre las firmas de los chaebols al 40%, pero no fue suficiente (Kang, 1996, p.59). En el caso del chaebol Samsung, este continuó invirtiendo en alta tecnología como semiconductores (Kang, 1996, p.59) y alcanzó para 1985 un crecimiento del 44,75% con ganancias aproximadas a 13,670 won (Kang, 1996, p.61). Lo anterior, reafirmó la importancia de los chaebols para las exportaciones coreanas a pesar de los riesgos, ocasionando que los controles financieros continuarán debilitados.

En la etapa de investigación, desarrollo e innovación, la presión por controlar a los chaebols continuó y desde finales de la década de 1980 ya se venía permeando la reestructuración de los chaebols con posibles fusiones, especialización y cambios en las políticas fiscales como el Plan para una Nueva Economía que proponía impuestos sobre propiedades o la posibilidad de investigaciones fiscales (Valencia, 2015). Aunado a esto, la perspectiva de potenciar exportaciones hizo a los chaebols más poderosos porque aumentaron la diversificación y continuaron financiados por instituciones bancarias a través de la deuda estatal (Jun, Sheldon y Rhee, 2010, p. 504), incluso hasta se permitió el ingreso de firmas privadas y extranjeras (Campbell y Keys, 2022, p.378).

Nuevamente, la falta de controles verdaderos en el financiamiento, hizo que entre 1994 y 1996 se dispararan las inversiones para apoyar las exportaciones por parte de los chaebols (Baliño y Ubide, 1999, p.21). Por lo que, con la caída de los mercados, especialmente de semiconductores, los chaebols se vieron muy afectados y optaron por acceder a más préstamos para continuar sus exportaciones (Baliño y Ubide, 1999, p.28). De modo que, para 1996, un 40% de las exportaciones provenían de los chaebols y más de sus 80 firmas (Jun, Sheldon y Rhee, 2010, p.504), cada una con una serie de inversiones riesgosas y deudas más altas que la anterior, ocasionando la explosión de la crisis económica en 1997.

La mayoría de los chaebols quebraron porque tenían niveles de endeudamiento exhorbitantes por las inversiones riesgosas, ocasionando que el 20% de la deuda correspondiera a los 5 chaebols más grandes de Corea, como Samsung (Campbell y Keys, 2022, p.374). El estado no contaba con los fondos suficientes para cubrir las pérdidas de los chaebols y las entidades bancarias (Doral y Patrono, 2011, p.88). Estas últimas ya habían limitado los préstamos a los chaebols porque temían que el Estado coreano no tendría capacidad de pago (Campbell y Keys, 2022, pp. 377-378).

La insuficiencia del Estado resultó en acudir al Fondo Monetario Mundial para estabilizar la economía coreana. El principal objetivo del FMI y el gobierno coreano era el control sobre los chaebols, especialmente sobre el control familiar a través de los grupos de acciones cruzadas. Para ello, el FMI inyectó $58,3 mil millones como apoyo financiero (Jun, Sheldon y Rhee, 2010, pp. 506-507). Este dinero se invirtió en la aplicación de un programa macroeconómico de ajuste estructural que buscaba paliar la crisis. Entre sus principales medidas se encontraba la recapitalización y reestructuración del sector bancario y la reestructuración del sector corporativo, es decir, los chaebols. Con respecto a la primera parte, se fortaleció el Banco de Corea con la Comisión Financiera Supervisora para generar un control centralizado de cualquier tipo de movimiento. También, se creó el Korean Asset Management Corporation (KAMCO) para dar garantías a las instituciones afectadas (Baliño y Ubide, 1999, pp.31-32). Otra medida implementada fue la compra de acciones, pago de préstamos y depósitos pendientes (Baliño y Ubide, 1999, p. 37) y pago de garantías a empresas, que no fueran chaebols, a través del Fondo de Garantía de Crédito de Corea (Baliño y Ubide, 1999, p. 53).

El control del sector bancario permitía directamente reestructurar a los chaebols, ya que era su principal fuente para la diversificación, por lo que, se vieron atados a acoplarse a la liberalización del mercado y quedar sujetos a la competencia. Asimismo, otras medidas para reestructurar los chaebols fue una mayor apertura a la inversión extranjera en Corea, fusiones de conglomerados (López y Licona, 2011, p.105) y nuevamente, controles sobre los grupos cruzados de acciones. Sin embargo, este último fue evadido por múltiples chaebols, como Samsung (Jun, Sheldon y Rhee, 2010, p.511). En síntesis, el financiamiento de las inversiones de los chaebols ahora provenía de otros entes no estatales por ingresar a la economía de mercado. Por el contrario a los objetivos del FMI, la liberalización del mercado propició que se incrementara la concentración de poder de los chaebols.

2. Samsung y su inserción en mercados globales de semiconductores

Los grupos chaebol se venían consolidando como una base de la economía de Corea del Sur desde la década de 1950, la clave de su crecimiento fue el apoyo gubernamental a través del diseño de políticas para facilitar su inserción en la economía global. Uno de los chaebols favorecidos, es el grupo Samsung perteneciente a la familia Lee. El grupo se encontraba en una faceta de búsqueda de nuevos productos para innovar y posicionarse en las dinámicas de comercio internacional. Hernán Gutiérrez menciona que “los grandes conglomerados adquieren mayor autonomía frente al control financiero estatal gracias al desarrollo de los mercados internacionales de valores” (Gutiérrez, 2001, p.64). Es decir, al formar parte de estas dinámicas en los mercados internacionales, Samsung podría desligarse del control estatal, que si bien había propiciado su crecimiento y estabilidad, el insertarse en este espacio garantizaba su autonomía como grupo empresarial.

Para contextualizar sobre la historia del chaebol Samsung, es importante mencionar que desde la década de 1930 es liderado por la familia Lee  y posee 80 subsidiarias en Corea del Sur (Kim, 2016, p.27). Las funciones de Samsung han evolucionado desde la venta de servicios de molinos de arroz y transporte en sus primeros años (Kim, 2016, p.30) hasta la fabricación de alta tecnología. Por lo que, al contar con una base establecida en su país de origen, el plantearse ingresar a nuevos mercados internacionales e iniciar procesos de diversificación era posible.

Durante la segunda mitad del siglo XX diferentes mercados se desarrollaban, especialmente en cuanto a telecomunicaciones, como sucede con la producción de semiconductores, que poco a poco ganaban más terreno en los mercados internacionales. Los semiconductores para Roberto Reyes son  “Los semiconductores (asociados a los chips) son elaborados de silicio y son utilizados para la conducción eléctrica en transistores, sensores, entre otros, para su aplicación en dispositivos electrónicos como computadoras” (Reyes, 2023,  p.3), los semiconductores se convirtieron en un mercado de vital importancia para la creación de productos electrónicos ya que, al ser conductores, son requeridos en la composición de refrigeradoras, teléfonos, televisores, computadoras y en general, la mayoría de productos electrónicos actuales.

Como se mencionó anteriormente, Samsung ya tenía varios años en el mercado de Corea del Sur con diversas subsidiarias y productos. Sin embargo, Kim Chunhyo afirma que “Al principio la mayoría de los televisores se exportaban por que la demanda local era pequeña” (2016, p.37), buscando así, la innovación en productos de telecomunicaciones con los cuales venderse a otros mercados por medio de exportaciones. Esto, durante los años 80, ayudó al grupo a posicionarse en los mercados tecnológicos desarrollados en otros países y a lo interno de Corea del Sur.

Samsung siguió con la innovación de productos hasta los semiconductores, el cual era un mercado poco explorado por la empresa. Es así como Kim Chunhyo contextualiza que “En la segunda mitad de la década de 1970, Lee Byung Chul decidió expandir el modesto negocio de Samsung electronics a los semiconductores” (2016, p.38). Los semiconductores de Samsung fueron un aporte para la empresa y este mercado expandió a Samsung Electronics hacia un nuevo rol en las telecomunicaciones, abriéndole así nuevas puertas a nivel internacional.

Este mercado en semiconductores estaba creciendo y comenzando a posicionarse a nivel global. SaKong y Koh Yougsun explican que “las empresas coreanas previeron el crecimiento de la industria de computadores de escritorio, la aceleración de la digitalización y el desarrollo de los servicios de comunicación inalámbrica, lo cual las llevó a centrar la atención especialmente en el desarrollo de semiconductores” (2018, p.145). Algunas de las decisiones que tomó Samsung de manera rápida propiciaron un auge en sus tecnologías y en redes digitales, lo cual les permitió una ventaja en los mercados internacionales, generando que se posicionarán como empresa internacional.

Posteriormente, hacia los años ochenta, Kim Chunhyo afirma que “Lee Byung Chul decidió hacer de los semiconductores el negocio principal de Samsung” (2016, p.38). Para concentrarse en este mercado, que ya les estaba dando frutos, apostaron a una gran cantidad de capital para desarrollar mejores semiconductores, contando con la base de ya haber comenzado a trabajar el mercado internacional y especialmente al volverlos el centro de la producción del conglomerado. Lo anterior dio una respuesta positiva, ya que estaban comenzando a ser reconocidos internacionalmente por sus semiconductores y productos electrónicos que se encontraban en un mayor auge.

Por otra parte, se establecieron dos centros de investigación para el desarrollo de tecnologías, donde lo más importante era el desarrollo de productos ligados a las telecomunicaciones. Además, durante este período buscaron establecer su marca con cambios de logos y crear así una identidad de marca para que su reconocimiento en mercados fuera de Corea del Sur fuera más sencillo para sus compradores, además de posicionar su nombre como empresa. Hacia la década de los noventa, Samsung continuó buscando innovaciones, especialmente con su gran logro tecnológico, el cual Lin menciona que fue “después de que se desarrolló el primer semiconductor D-RAM de 64 MB del mundo en 1992, Samsung continuó desarrollándose en este sector” (2021, p.17), ocasionando que al insertarse en el desarrollo de mejores tecnologías las ganancias de la empresa iban en mejorar.

SaKong y Koh Yougsun mencionan que “La década de 1990 en Corea del Sur se caracteriza por su autosuficiencia en términos tecnológicos, por la aparición de industrias relacionadas con el sector de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones”(2018, p.21). Es decir, Samsung ya llevaba 20 años ampliando sus mercados tecnológicos contando así con una ventaja ante sus competidores y siendo un referente en innovación, ganándose un nombre desligado los sucesos del inicio del siglo XX.

Esto provocó que “En una década Samsung se convirtió en una de las tres principales empresas de semiconductores del mundo” (Kim, 2016, p.38), lo cual significó que durante los años noventa, luego de 20 años de estar buscando invertir y desarrollar tecnologías, Samsung lograra instaurarse en los mercados internacionales de manera exitosa, garantizando un lugar en las cadenas globales de producción de semiconductores. Esto resultó en que el grupo de la familia Lee se considerará como uno de los conglomerados más grandes de Corea del Sur y la marca Samsung como un referente en diversos mercados a nivel global junto a otras pocas empresas mundialmente reconocidas.

Ya hacia finales de los años noventa, el grupo Samsung es “La empresa Samsung Electronics Co., Ltd. (la "Compañía"), [la cual] está constituida bajo las leyes de la República de Corea para fabricar y vender productos electrónicos, instalaciones de comunicación, semiconductores, equipos de telecomunicaciones y otros productos similares.” (Samsung, 1998, p.40). Viéndose  a sí misma y vendiéndose en los mercados como una productora y distribuidora de productos electrónicos, pero además, como centralizada en el mercado de las telecomunicaciones y los semiconductores.

En resumen, el grupo Samsung logró insertarse de manera eficaz en las cadenas de semiconductores por medio de la innovación, inversión a futuro, además de buscar posicionar en estos mercados extranjeros otros productos que caracterizan su marca. Durante más de 20 años, se enfocaron en este mercado por medio de distintos avances y conociendo algunos de los riesgos económicos en las inversiones, hacia finales de los años noventa, la empresa ya se encontraba posicionada y en búsqueda de desarrollar mejores semiconductores y productos para los distintos mercados en los que se había instaurado.

3. La crisis económica de 1997 y el apoyo del grupo chaebol “Samsung”

Ante la crisis económica de 1997, Corea del Sur desarrolló una serie de políticas, esto lleva a cuestionarse qué actores estuvieron de por medio al gestionar la crisis económica, para ello se escogió el papel del chaebol Samsung y su participación activa en el mercado de semiconductores, y cómo se desenvolvió en el marco de la recuperación económica. Por lo tanto, se dio una reestructuración en el sector empresarial lo cual consistió en dos objetivos, en primer lugar, se reestructuró a las empresas insolventes que no podían pagar sus deudas y el segundo en reforzar la disciplina de mercado, para evitar futuras crisis. Dentro de la reestructuración del sector empresarial se basó en dos estrategias, una de ellas fue generar “grandes convenios” entre los chaebols, los cuales fueron supervisados por el gobierno. La segunda estrategia consistió en convenios de liquidación extrajudicial de la deuda, también conocidos como programas de “arreglo”, los cuales se basaban en que una empresa y sus acreedores negociaban la reestructuración con mayor facilidad de los arreglos formales contraídos, permitiendo aguilizar el proceso de reestructuración,permitiendo que acreedores nacionales e internacionales invirtieran en los chaebols (SaKong y Koh, 2010, pp.88-89).

Por otra parte, una de las formas en las que se reestructuró el sector empresarial fue mediante una serie de principios que debían realizar los chaebols, algunos de ellos son la transparencia empresarial, eliminar las garantías recíprocas, mejorar la estructura del capital y aumentar la rendición de cuentas, entre otras. Además de esto, se dictaminó que los chaebols estuviesen sujetos a normas de contabilidad internacional y que tuviesen un límite del coeficiente de endeudamiento el cual para 1999 debía de ser 200%. El objetivo principal de estas prácticas que adoptó el gobierno para el sector empresarial fue impedir que los chaebols explotaran las instituciones financieras no bancarias que tenían bajo su dominio para rehuir la reestructuración y desalentar a los propietarios chaebol de transferir ilegalmente su interés mayoritario a sus descendientes y familiares (SaKong y Koh, 2010, p.89).

Estas medidas que adoptó el gobierno en este sector aportan a comprender las acciones de Samsung y su papel activo en la crisis económica. Durante la década de los años 90 la empresa de la familia Lee era dueña de 80 subsidiarias y era uno de los chaebols más interesados en el mercado de comunicación masiva (Kim, 2016, p.20). Cabe destacar que Samsung es el chaebol más grande en todo Corea del Sur, y en conjunto con otros conglomerados empresariales, el gobierno logró que la economía surcoreana se encontrará un paso adelante (Lin, 2021, p.14). Estas características de Samsung son una serie de factores que deben ser comprendidos desde la reestructuración empresarial del gobierno, por ejemplo, el dominio de subsidiarias a tal magnitud se ejecutó mediante la supervisión estatal que ya ha sido mencionada, donde los chaebols realizaban convenios de manera más rápida gracias a estas medidas.

Ahora bien, una vez contextualizados los antecedentes del sector empresarial de Corea del Sur y la importancia de la figura del Chaebol escogido, es necesario mencionar su incidencia en el mercado de semiconductores y por qué este es importante. Samsung Group se posiciona como la empresa número uno en desarrollo de semiconductores durante esta época, en especial en el año 1998 ya que se posicionó como el líder productor de DRAM (Dynamic Random Access Memory), abarcando alrededor del 18,5% del mercado, y en SRAM (Static Random Access Memory) con el control de alrededor del 20,5% del mercado (Samsung Electronics, 1998,  p.25).

De igual forma, uno de los eventos principales de 1998 fue el cambio generacional de los 64 megabytes a los 256 megabytes en la capacidad de los chips, lo que permitió en conjunto un mejor procesamiento en las PC y estaciones de trabajo para ayudar al procesamiento de datos y mejoras en el almacenamiento. Esto se trabajó en conjunto con Rambus DRAM y marcó un nuevo camino en la industria (Samsung Electronics, 1998,  p.25). Estos son algunos datos del reporte anual de Samsung donde durante 1998 demostraron su avance en la industria, posicionándose como el productor y diseñador líder de chips o semiconductores durante esta época, logrando generar renombre de líder mundial en la industria tecnológica.

A raíz de lo anterior, Samsung adoptó una serie de medidas como su slogan de “select and focus”. Además, se vendieron negocios, de los cuales eran dueños, que podían mantenerse por sí mismos, y se cambió el enfoque de crecimiento externo, haciendo rentable la solidez financiera. Esto permitió recortes de inventario y deuda, deshaciéndose de activos improductivos y recortando gastos. Asimismo, se recortó el gasto de fuerza laboral internacional y nacional en un 26% y un 33% respectivamente para ajustarlo a las realidades del mercado (Samsung, 1998, pp.6-7). Estas son algunas de las medidas que el chaebol adoptó de manera interna para alinear su economía ante la crisis, y poder seguir construyendo su industria sin importar los factores externos en los que se encontraba en ese momento, estas medidas las consideraron efectivas por el aumento en las ventas representadas en billones de wones según la Figura 3.

Figura 3. Ventas por año de Samsung en billones de wones

Fuente: elaboración propia con base en Samsung Group (1998, p.6)

Este gráfico reportado en el informe anual de Samsung demuestra que desde 1996 hasta 1998 las ventas de la empresa aumentaron, teniendo su mayor incremento en 1998 con una venta anual total de 20.084 billones de wones. Estos datos demuestran que la industria de semiconductores y las medidas internas que adoptó la empresa le ayudó a posicionarse aún durante una crisis económica que afectó gravemente a Corea del Sur como la empresa líder en desarrollo de chips y tecnología.

Por otra parte, para lograr un aumento en el producto interno (PIB) de Corea del Sur y solventar la crisis económica, se destaca que la inversión para el desarrollo tecnológico fue un factor clave ya que el PIB aumentó de un 1,7% en 1990 a un 2,4% en 1997. La inversión en el sector privado ayudó a fortalecer entre un 70% y un 80% en lo que representó una actividad económica total del país (SaKong y Koh, 2010, pp.144-145). En consecuencia, el desarrollo tecnológico dependía del sector privado y logró posicionar a Corea del Sur como uno de los países vanguardistas en el desarrollo de los semiconductores mediante el chaebol Samsung.

Asimismo, la inserción global de Samsung contribuyó a que Corea del Sur gestionará la crisis económica de 1997, ya que mediante la inversión tecnológica y ser un país vanguardista en el desarrollo de los semiconductores logró posicionarse como opción ante el mercado, ya que las empresas tecnológicas extranjeras adquirieron sus productos al crear el cambio generacional de capacidad de los semiconductores, los cuales se han convertido en un producto esencial para el desarrollo tecnológico (Eurasia Group, 2018, p.4). Cabe recalcar que por medio de las políticas del gobierno sobre observar los convenios que se realizaban entre los chaebols y la forma en que se invirtió en el sector privado, se logró que Samsung tuviera una ventaja para desarrollarse, como su adquisición de subsidiarias, lo queayudó a que el chaebol de la familia Lee surgiera como un líder mundial en el mercado tecnológico después de la crisis económica de 1997. Esto incluso inspiró a otras empresas surcoreanas a desarrollarse bajo el modelo Samsung (Park-Barjot, 2014, p.101).

Por otra parte, es necesario mencionar que la transición democrática ocurrida en Corea del Sur a finales de la década de 1980 fue un factor contextual relevante para que las medidas internas y externas de Samsung para su apertura mundial al mercado de semiconductores trascendieran. A principios de 1990 se dieron cambios en la gobernanza económica con mejores cambios nominales, esto allanó el camino para que Corea del Sur ingresará a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Después de estos sucesos, los chaebols y el gobierno mantuvieron un nexo inalterado (Albert, 2018, párr.14)  Asimismo, estos factores ayudaron a que los chaebols tuvieran ayuda del gobierno al promocionar su sistema de negocios y la reestructuración en beneficio de los mismos durante la crisis económica, donde incluso los bancos de Corea del Sur dieron una gran ayuda económica a los Chaebols para que se expandieran (Albert, 2018, párr 15). Por otro lado, al formar parte de la OMC y la OCDE esto trajo consigo beneficios para tener una apertura de mercado, por lo que los productos Samsung como los semiconductores tuvieron esta ventaja y el chaebol logró posicionarse como líder mundial.

Finalmente, la inversión del mercado tecnológico mediante Samsung ayudó a gestionar la crisis de 1997 y convirtió a este chaebol en una inspiración para los demás conglomerados empresariales, ya que su desarrollo tecnológico lideraba la industria y como demuestran sus ventas anuales, durante la crisis lograron aumentar. Asimismo, pese a que el gobierno tuvo un tiempo rigidez en su relación con los chaebols, siempre se promulgó una transparencia corporativa ante las demandas del FMI, por lo que los chaebols y el gobierno trabajaron en conjunto para gestionar la crisis. En la misma línea, la industria de semiconductores posicionó a Corea del Sur como un país vanguardista en el mercado, lo que atrajo inversión extranjera que además, fue fomentada por un proceso abierto y transparente, ya que para esta época ya formaba parte de la OMC y la OCDE. Estos factores contribuyeron a la gestión de la crisis económica de Corea del Sur y que en un período corto de tiempo pudiera salir adelante en su economía.

Conclusiones

Los chaebols logran la concentración del poder a través de su estructura familiar y la división entre firmas en tres secciones permite un solapamiento de la acumulación del capital, como sucede con los grupos de acciones cruzadas, donde las familias siguen manteniendo el mayor control evadiendo las regulaciones estatales. Mientras que, en la esfera estatal, las políticas económicas son diseñadas a gusto del chaebol y con las condiciones establecidas en sus labores de lobby. Lo anterior propicia que se apliquen medidas proteccionistas a industrias, incentivos o créditos para la diversificación, entre otras. Ambos pilares garantizan la consolidación de los chaebols a través de los años y muy especialmente al interesarse en mercados emergentes.

La consolidación de estos grupos lleva más de seis décadas en Corea del Sur, como es el caso de Samsung, que desde siempre se ha caracterizado por la tradición familiar, diversificación y apoyo estatal. Pasaron de mercados internos a externos y por sus bases, generaron un alto crecimiento en el PIB, exportaciones, entre otras; especialmente al apostar por invertir en alta tecnología como en la industria electrónica en los semiconductores. A pesar de esto, la relación público-privada se vio debilitada por los vacíos existentes en materia de medición de riesgos en inversiones y límites en el financiamiento estatal. Los riesgos fueron avistados, sin embargo, la dependencia económica del país con los chaebols era muy alta y realizar cambios fuertes no fue posible.

Durante la crisis económica, el gobierno surcoreano fue apoyado por el FMI y este último, condiciona el control de la crisis a disminuir, en su mayoría, al gasto estatal en financiamiento de chaebols. De primera entrada, el apoyo funcionó para aplacar la quiebra de los chaebols y pagar las deudas con las entidades financieras. Sin embargo, entre los objetivos establecidos al diseñar el programa de ajuste estructural por parte del gobierno y el FMI, se plantea una orientación “anti-chaebol” por la concentración de poder que representaban. No obstante, las medidas propuestas buscaban la reestructuración y recapitalización del sector bancario. Es decir, los cambios fueron meramente operativos, como restricciones en créditos y centralización de movimientos financieros como la Comisión Financiera Supervisora, entre otras medidas que tenían como fin: cortar el flujo financiero estatal hacia los chaebols y disminuir las políticas industriales. Si bien se intentó controlar a los chaebols, por ejemplo, en relación con los grupos de acciones cruzadas, las medidas del FMI y el gobierno no representaron una pérdida de la concentración del poder, simplemente la fuente de inversiones cambia y ahora se alinea con la economía de mercado.

A raíz de lo anterior, existe una base histórica sobre la manera en que el chaebol Samsung logró insertarse en los mercados de semiconductores, ligado a la innovación plasmada en centros de investigación para la producción de nuevas tecnologías. La empresa tuvo la facilidad de generar descubrimientos y avances de manera eficaz, de forma simultánea estaban buscando una identidad de marca para lo que hoy en día se conoce como Samsung Electronics para así dar a conocer su empresa y nombre en diferentes lugares del mundo.

Aparte de ello, Samsung no contó con solo una estrategia, volvió los semiconductores su mayor negocio y aumentó su inversión en este mercado centro la empresa en este producto. Durante varias décadas, la empresa concentró sus inversiones en este mercado vanguardista, simultáneamente buscó la creación de otras innovaciones tecnológicas para así lograr insertarse de manera más completa en el mercado de las telecomunicaciones, sino también, en hotelería, servicios y seguros médicos, automotriz, entre otros.

Asimismo, las políticas de reestructuración empresarial fomentaron la transparencia corporativa, donde los chaebols debían de realizar sus convenios a ojos del Estado, ya que este los supervisaba para evitar actos de corrupción. En la misma línea, los préstamos del FMI ayudaron a que esto fuese una obligación donde el gobierno surcoreano debía de supervisar, esto ayudó a que la inversión extranjera se viera fomentada por el proceso abierto y transparente que estaba teniendo el sector empresarial.

Por lo tanto, se afirma que Samsung logró insertarse en estos mercados mediante su estrategia eficaz, redireccionando su inversión a la investigación y diseño de semiconductores junto al apoyo estatal, logrando consolidar su liderazgo en el mercado global y su autonomía como grupo empresarial. Además, como efecto colateral, Corea del Sur consolidó su apertura mercado en las áreas de telecomunicaciones, electrónica, etc.; como por ejemplo con el ingreso a la OMC.

Finalmente, se concluye que la inversión de Samsung en el mercado de semiconductores fue la clave para su éxito y una ayuda directa para la recuperación de la economía de Corea del Sur, puesto que fueron los primeros en aumentar la capacidad de procesamiento y almacenamiento de los semiconductores. Este es un producto indispensable para la industria tecnológica, ayudando a la incorporación en la OMC y a generar  una plataforma mayor al realizar ventas a las empresas extranjeras lo que facilitaría el proceso. Esta industria fue la que posicionó al país asiático como vanguardista en el mercado de la industria tecnológica con el cambio generacional de los chips o semiconductores que pasaron de tener una capacidad 64 megabytes a 256 megabytes, esto fue un beneficio para gestionar la crisis y continuar desarrollándose como un país líder en tecnología por medio del chaebol Samsung.

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