Introducción
Desde el 15 de abril de 2023 Sudán se ha visto envuelto en una guerra civil como consecuencia del estallido de los combates entre las Fuerzas Paramilitares de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) y las Fuerzas Armadas Sudanesas. La capital Jartum se convirtió en el epicentro de la confrontación, en donde el ejército y las RSF han mantenido intensos enfrentamientos durante un año.[1] En este contexto, las RSF han lograron consolidar su control sobre las zonas al sur de Jartum, y gran parte de la región de Darfur, zona que venía sufriendo de manera prolongada la violencia entre diversas comunidades africanas y árabes.[2]
Fuente: UNHRC, <<Briefing notes. An Unimaginable humanitarian crisis is unfolding in Sudan>>, 07 de noviembre de 2023, acceso el 07 de agosto de 2024, https://www.unhcr.org/news/briefing-notes/unimaginable-humanitarian-crisis-unfolding-sudan
A medida que los esfuerzos de negociación entre las fuerzas en conflicto se han visto estancadas, la crisis humanitaria en Sudán se agrava rápidamente. La violencia no solo ha destruido la frágil paz que existía, también ha empeorado significativamente una situación ya crítica, provocando consigo la expansión de hambruna masiva en todo el país.[3] Esta devastación presente en Sudán ocurre debido a una profunda inestabilidad ya arrastrada[4], comenzando con el derrocamiento del presidente Omar al-Bashir en 2019, mediante un golpe de Estado a manos de las Fuerzas Paramilitares de Apoyo Rápido y las Fuerzas Armadas Sudanesas.[5]
Esto gracias a constantes protestas civiles que propiciaron la intervención del ejército, en donde se le da fin a su cargo en el poder como presidente de Sudán, tras 3 décadas de mandato. Por otra parte, a pesar de lograr su objetivo, los civiles continuaron con la presión para conseguir un gobierno democrático, lo que finalizó en un gobierno conjunto entre lo militar y lo civil. Sin embargo, para octubre de 2021 esta alianza fue disuelta a causa de un golpe de Estado liderado por el general Burhan, encargado de las Fuerzas Armadas Sudanesas. Desde ese momento, ha existido una guerra entre el general Burhan y el general Dagalo, de las Fuerzas Paramilitares de Apoyo Rápido, generando un ciclo de conflicto y crisis humanitaria que persiste en la actualidad.[6]
A pesar de la desconfianza compartida hacia una autoridad civil y las resistencias a las reformas internas, ambos bandos habían logrado mantener su alianza temporal, sin embargo, la creciente oposición popular, la crisis económica y el aislamiento internacional hicieron insostenible su relación, la cual explota en abril de 2023 causa de un tiroteo entre ambos bandos.[7] Por lo tanto, en el contexto actual, el país enfrenta un futuro cada vez más incierto, marcado por el aumento del conflicto y la creciente incertidumbre de su población.
Emergencia humanitaria
Para mayo de 2024, se reportó que más de 16 000 mil personas habían muerto debido al conflicto en Sudán, pero se considera que la cifra podría ser mayor.[8] Un año después del inicio de la guerra, la violencia no solo persiste, sino que se ha extendido, provocando una de las peores crisis humanitarias y desplazamientos a nivel global, teniendo más de 8,6 millones de personas que se vieron forzadas a abandonar sus hogares, con 1,8 millones de ellas cruzando las fronteras hacia países vecinos.[9]
Quienes huyen, mayoritariamente mujeres y niños, llegan a regiones remotas en condiciones extremas, necesitando urgentemente atención médica, alimentos y refugio.[10] En Sudán del Sur, el constante flujo de personas ha sobrecargado una infraestructura ya debilitada, mientras que en Chad se enfrentan a una afluencia sin precedentes de refugiados, con más de 150.000 mil personas en áreas fronterizas, las cuales se encuentran carentes de servicios básicos.[11]
Por otro lado, Egipto ha experimentado un aumento dramático en el número de refugiados sudaneses, multiplicando casi por cinco las cifras del año anterior, esto a causa de las miles de personas que llegan diariamente a los centros de recepción en Alejandría y El Cairo. Además, Etiopía, que ya albergaba una gran población de refugiados, se ha visto con la llegada de más de 50.000 personas adicionales.[12] La magnitud de esta crisis ha convertido a Sudán, y a sus vecinos, en focos de una emergencia humanitaria que continúa desbordando la capacidad de darle respuesta, dejando a millones de desplazados en una situación de extrema vulnerabilidad.
Para finales de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que aproximadamente 11 millones de sudaneses necesitaban atención médica urgente, reflejando así la devastación causada por el conflicto.[13] Las vidas de millones han sido destrozadas por la violencia, el miedo, la perdida, produciendo una situación más crítica dado el uso generalizado de la violencia sexual y de género como arma de guerra, una violencia flagrante del derecho internacional humanitario.[14] La ONU ha documentado al menos 120 casos de violencia sexual vinculadas al conflicto, aunque se reconoce que esta cifra subestima gravemente la situación. Asimismo, lo que agrava aún más la situación es que, en la mayoría de los casos, los responsables han sido identificados como miembros de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), aunque también se han reportado incidentes de agresiones sexuales cometidos por los soldados del ejército sudanés.[15]
Luego de un año del estallido de este conflicto, la situación humanitaria ha empeorado de manera alarmante, las organizaciones de ayuda advierten que varias comunidades están al borde de la hambruna[16], teniendo principalmente a niños entre los más afectados. Según la UNICEF, más de 2.9 millones de niños en Sudán sufren de malnutrición aguda, mientras que otros 729.000 mil con menos de cinco años enfrentan una malnutrición severa que amenaza sus vidas.[17] Esta crisis se ven agravadas por las restricciones de acceso, los riesgos de seguridad y los desafíos de logística, que dificultan la entrega de ayuda, dejando a la población sin acceso a alimentos ni a otros recursos esenciales.[18]
Asimismo, persiste la destrucción casi total de la clase media urbana, compuesta por arquitectos, médicos, maestros, enfermeras e ingenieros, que ha debilitado aún más al país.[19] Esta pérdida no solo incrementa el número de personas en situación de vulnerabilidad, sino que también compromete seriamente las posibilidades de recuperación del país. Además, con al menos 18 millones de sudanesas enfrentando niveles críticos de hambre, las muertes por inanición ya han comenzado a registrarse, y la declaración de una hambruna nacional parece inevitable. Mientras tanto, la comunidad internacional se enfrenta a grandes desafíos, con la finalidad de proporcionar una respuesta eficaz, puesto que la ayuda humanitaria sigue siendo limitada por las condiciones extremas impuestas por el conflicto.[20]
Por otra parte, a pesar de la gravedad de la crisis la ayuda humanitaria continúa llegando a cuentagotas, obstaculizada por las restricciones impuestas por las partes enfrentadas, quienes han intensificado sus trabas en los últimos meses. Entre las restricciones más destacadas se encuentran: la ausencia general de garantías de seguridad, los impedimentos burocráticos y logísticos, y los intentos de ambos bandos de manipular deliberadamente la ayuda humanitaria, situación la cual ha resultado en la muerte de al menos 15 trabajadores y el resultado de muchos heridos.[21] Estas restricciones no solo dificultan la entrega de alimentos y suministros esenciales, sino que también impide que la respuesta humanitaria sea suficiente para cubrir las enormes necesidades de la población. Hasta ahora la comunidad internacional solo ha financiado un pequeño porcentaje del plan de respuesta de la ONU, lo que ha limitado gravemente la capacidad de las agencias humanitarias.[22]
Pese a que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) logró enviar su primer cargamento de alimentos a casi un año del inicio de la guerra, desde Chad hasta Darfur, no hay garantías de cuándo podrán realizarse más envíos. Además, los recurrentes apagones de internet y telefonía han afectado gravemente la coordinación de la ayuda, especialmente en regiones como Jartum, siendo que, desde octubre de 2023, no se ha conseguido cruzar las líneas del conflicto para entregar asistencia. Estos cortes también han interrumpido el funcionamiento de más de 100 cocinas comunitarias que dependían de fondos transferidos desde el exterior, dejando a miles de familias sin acceso a alimentos básicos. Por lo tanto, a pesar de los esfuerzos por cruzar las líneas de conflicto, la ayuda sigue siendo esporádica y totalmente insuficiente para millones de personas que depende de ella para sobrevivir.[23]
Conclusiones
En el transcurso del último año, la población de Sudán ha sufrido en silencio la brutalidad de los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y la Fuerza de Apoyo Rápido, esto mientras la atención mundial se desvanecía. En un contexto de crisis humanitaria y desplazamiento masivo, el acceso a servicios médicos esenciales es casi inexistente, lo que agrava aún más el sufrimiento de las víctimas de violencia que sufren hemorragias, infecciones y problemas urinarios, siendo las mujeres las principales afectadas. Las escasas instalaciones de salud en funcionamiento y el colapso del Estado derecho han dejado a estas personas en una situación de extrema vulnerabilidad, carentes de la protección que, en teoría, deberían ofrecer las leyes que prohíben tales abusos, pero que en la práctica son ineficaces bajo el estado de emergencia actual.[24]
La ONU ha destacado que el conflicto ha sumido al país en una de las peores crisis humanitarias de la historia reciente, con un riesgo real de que se convierta en la mayor hambruna a nivel global. Tras un año de guerra, no se la logrado visualizar un final cercano, y las posibilidades de una solución pacífica parecen cada vez más remotas. Aquellos que han logrado escapar del país lo han hecho en búsqueda de refugio en naciones vecinas, o en cualquier lugar en donde encuentran seguridad, mientras que quienes permanecen enfrentan un panorama sombrío marcado por el hambre, las enfermedades y la creciente desesperación.[25]
Asimismo, la ONG Save the Children ha advertido que cerca de 230 000 mil niños, mujeres embarazadas y madres podrían morir por desnutrición en los próximos meses, predicción que subraya la gravedad de la situación y la falta de una respuesta adecuada por parte de la comunidad internacional.[26] El futuro inmediato de Sudán es sombrío, con un conflicto que no muestra signos de disminución, y sin una victoria militar a la vista.[27] Desafortunadamente, la crisis de Sudán ha sido en gran medida ignorada por la comunidad internacional, que ha dirigido su atención a otros conflictos, como el de Ucrania o Palestina. La falta de atención ha dejado a Sudán sin el monitoreo y los apoyos necesarios, lo que ha permitido que la situación continúe escalando y deteriorándose día tras día.[28]
Notas
[1] «Sudan: Unraveling the Conflict Dynamics in Darfur», ACLED, acceso el 05 de agosto de 2024, https://acleddata.com/2023/12/01/sudan-situation-update-december-2023-unraveling-the-conflict-dynamics-in-darfur/
[2] Feras Kilani y Mercy Juma, «Hay 150 personas enterradas aquí y las conocí a casi todas. Ahora sólo quedo yo": el infierno de la olvidada guerra en Sudán», BBC News Mundo, 21 de marzo de 2024, acceso el 02 de agosto de 2024, https://www.bbc.com/mundo/articles/c803yjnk3r1o
[3] Mariel Ferragamo y Diana Roy,«What Is the Extent of Sudan’s Humanitarian Crisis?», Council on Foreign Relations, acceso el 02 de agosto de 2024, https://www.cfr.org/in-brief/what-extent-sudans-humanitarian-crisis
[4] Marc Español, «Las perspectivas de paz se alejan en Sudán un año después de estallar la guerra», El PAÍS, 14 de abril de 2024, acceso el 2 de agosto de 2024 https://elpais.com/internacional/2024-04-15/las-perspectivas-de-paz-se-alejan-en-sudan-un-ano-despues-de-estallar-la-guerra.html
[5] Beverly Ochieng y Wedaeli Chibelushi, «Guerra de Sudán: una guía sencilla de lo que está sucediendo», BBC News Mundo, 13 de junio de 2024, acceso el 7 de agosto de 2024, https://www.bbc.com/news/world-africa-59035053
[6] Ibíd.
[7] Marc Español, «Las perspectivas de paz se alejan en Sudán..».
[8] «What Is the Extent of Sudan’s Humanitarian Crisis?», Mariel Ferragamo y Diana Roy, Council on Foreign Relations, acceso el 02 de agosto de 2024, https://www.cfr.org/in-brief/what-extent-sudans-humanitarian-crisis
[9] «Miles de personas siguen huyendo de Sudán cada día, tras un año de guerra», ACNUR España, acceso el 02 de julio de 2024, https://www.acnur.org/es-es/noticias/notas-de-prensa/miles-de-personas-siguen-huyendo-de-sudan-cada-dia-tras-un-ano-de-guerra
[10] «Cinco datos importantes sobre la crisis en Sudán», ACNUR, acceso el 02 de julio de 2024, https://www.acnur.org/noticias/historias/cinco-datos-importantes-sobre-la-crisis-en-sudan
[11] «Miles de personas siguen huyendo de Sudán cada día, tras un año de guerra», ACNUR España, acceso el 02 de julio de 2024, https://www.acnur.org/es-es/noticias/notas-de-prensa/miles-de-personas-siguen-huyendo-de-sudan-cada-dia-tras-un-ano-de-guerra
[12] Ibíd.
[13] «WHO EMERGENCY APPEAL Sudan and neighboring countries», WHO, acceso el 02 de agosto de 2024, https://www.emro.who.int/images/stories/sudan/WHO-emergency-appeal-Sudan-and-neighbouring-countries.pdf?ua=1
[14] «Miles de personas siguen huyendo de Sudán cada día, tras un año de guerra», ACNUR España, acceso el 02 de julio de 2024, https://www.acnur.org/es-es/noticias/notas-de-prensa/miles-de-personas-siguen-huyendo-de-sudan-cada-dia-tras-un-ano-de-guerra
[15] Kilani y Juma, «Hay 150 personas enterradas aquí y las conocí a casi todas…».
[16] Ibíd.
[17] «Destrucción y Violencia en Sudán», Amnistía Internacional, acceso el 02 de agosto de 2024, https://www.amnesty.org/es/projects/sudan-conflict/#:~:text=%C2%BFEn%20qu%C3%A9%20consiste%20el%20conflicto%20de%20Sud%C3%A1n%3F,15%20de%20abril%20de%202023
[18] «Miles de personas siguen huyendo de Sudán cada día, tras un año de guerra», ACNUR España, acceso el 02 de julio de 2024, https://www.acnur.org/es-es/noticias/notas-de-prensa/miles-de-personas-siguen-huyendo-de-sudan-cada-dia-tras-un-ano-de-guerra
[19] Ibíd.
[20] Marc Español, «La ayuda como arma de guerra en Sudán, tras un año de conflicto», El PAÍS, 14 de abril de 2024, acceso el 03 de agosto de 2024 https://elpais.com/planeta-futuro/2024-04-15/ejercito-y-paramilitares-siguen-usando-la-ayuda-como-arma-en-sudan-tras-un-ano-de-guerra.html
[21] Ibíd.
[22] Ibíd.
[23] Ibid.
[24] «Female Genital Mutilation Continues Amid Sudan’s Conflict and Forced Displacement», Paleki Anyang, Relief Web, acceso el 03 de agosto de 2024, https://reliefweb.int/report/sudan/female-genital-mutilation-continues-amid-sudans-conflict-and-forced-displacement
[25] Kilani y Juma, «Hay 150 personas enterradas aquí y las conocí a casi todas…».
[26] Yurany Arciniegas, «La hambruna planea sobre Sudán a un año del estallido de la guerra civil», France 24, 15 de abril de 2024, acceso el 02 de agosto de 2024, https://www.france24.com/es/%C3%A1frica/20240415-la-hambruna-planea-sobre-sud%C3%A1n-a-un-a%C3%B1o-del-estallido-de-la-guerra-civi
[27] Blanca Palacián de Inza, «El conflicto armado en Sudán: ante una nueva guerra civil», en Panorama geopolítico de los conflictos 2023, ed. por Ministerio de Defensa (España: Instituto Español de Estudios Estratégicos, 2023), 73-97, https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=9279286
[28] «What Is the Extent of Sudan’s Humanitarian Crisis?», Mariel Ferragamo y Diana Roy, Council on Foreign Relations, acceso el 02 de agosto de 2024, https://www.cfr.org/in-brief/what-extent-sudans-humanitarian-crisis