Análisis semanal 544: La administración del presidente argentino Milei: resultados y repercusiones consolidadas a partir del inicio de su gestión gubernamental (01 de abril de 2024)

El 10 de diciembre de 2023 el candidato Javier Milei asumió la presidencia de Argentina, destacándose por su rapidez y audacia en implementación de reformas económicas. Es importante destacar que en los últimos años en América Latina no había surgido un candidato con una campaña tan enfocada en una postura anti-Estado y promercado como la presentada por Milei. Durante los primeros treinta días Milei implementó varias medidas destinadas a desregular la economía, abriendo el mercado doméstico y explorando la posibilidad de privatizar las empresas del Estado. Este enfoque basado en el supuesto de que “no hay alternativa al shock”, desató un acalorado debate sobre la eficacia y los efectos a largo plazo que podrían generar estas políticas[1].

Además, la retórica desafiante de Milei simbolizada por su afirmación “no vine a guiar corderos, vine a despertar leones”, ha contribuido a una mayor polarización de la opinión pública y el planteo de ciertos interrogantes sobre el futuro político y económico del país[2]. El presente análisis explorará a detalle las reformas impulsadas por el presidente Milei durante sus primeros dos meses a cargo de la administración del país, desde los resultados hasta el impacto generado en el corto –y largo– plazo en la sociedad y economía argentina.

Fuente: BBC News Mundo, Argentina

Las propuestas y los impactos de la nueva administración en Argentina

Durante los últimos años Argentina ha atravesado una situación complicada respecto a su economía a causa, principalmente, de la alta tasa de inflación que alcanzó la preocupante cifra del 100 % anual[3]. Ante esta situación, el recién electo presidente se comprometió a desmantelar y reorganizar el sistema estatal, presentando varias propuestas económicas destacadas fundamentalmente por mantener un enfoque radical[4].

Como primera propuesta, Milei promueve la dolarización de la economía, tomando como punto de referencia los modelos que han sido implementados por otros países de la región, como lo es el caso de Ecuador. Esta propuesta mantiene como objetivo principal conseguir estabilizar el valor de la moneda y dar certidumbre a los agentes económicos en un contexto que presenta gravemente una alta volatilidad. De igual manera, se contempla la eliminación del cepo al dólar, una norma actual que restringe la cantidad de dólares que tiene permitido recibir un argentino por mes[5].

Este método, el cual denominó en su campaña “la licuadora”, mantenía como objetivo el reducir drásticamente el poder adquisitivo de las jubilaciones y los salarios, estrategia que resultó en recortes del 38 % en las jubilaciones y pensiones, 27 % en los salarios públicos, un 64 % en los subsidios económicos y del 86 % en la inversión en obras públicas. Asimismo, la intensa devaluación aceleró aún más la inflación, de manera que se duplicó entre noviembre y diciembre hasta alcanzar el 25,5 % mensual al final del año[6].

Como segunda propuesta respecto a la economía propuso la clausura del Banco Central, argumentando que su creación en 1935 es la raíz de los problemas económicos del país. Esta decisión ha provocado un intenso debate debido a la forma en la que podría afectar la política monetaria y la regulación financiera del país. De igual forma, Milei propone profundos cortes en lo que respecta al gasto público con el fin de mejorar la eficiencia del gobierno. Entre estas medidas se presenta la reducción del número de ministerios a solamente 8, esto en comparación a los 18 ministerios actuales, así como otras agencias estatales[7].

La propuesta referente a la reducción de ministerios surge durante su campaña, en conjunto con “la licuadora”, bajo el nombre de “la motosierra”. Esta iniciativa fue implementada en los primeros meses de su mandato, reduciendo a la mitad el número de secretarías y ministerios. Simultáneamente, se detuvieron nuevas obras públicas, se recortaron subsidios y gastos en la publicidad institucional y se eliminaron las transferencias discrecionales a las provincias[8].

En el ámbito social, las propuestas de Milei han generado igual o incluso más controversia que sus propuestas económicas. Durante su campaña electoral, expresó repetidamente su apoyo a la venta de armas en Argentina, argumentando que esto podría abordar la inseguridad de varias zonas del país. Sin embargo, una de las propuestas que más controversia generó fue sobre la legalización del mercado de venta de órganos, una actividad que está actualmente prohibida en el país. Ante las críticas recibidas por la propuesta el entonces candidato y ahora presidente, respondió en una entrevista televisiva argumentando que “Hay 7.500 personas sufriendo, esperando trasplantes; hay algo que no está funcionando bien. Lo que propongo es buscar mecanismos de mercado para resolver este problema”[9].

Respecto a las propuestas presentadas al comienzo de su mandato está el proyecto de “ley ómnibus”, aprobado por el congreso de Argentina, que plantea un amplio paquete de reformas impulsadas por el presidente y su partido La Libertad Avanza. Esta ley, denominada oficialmente Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, es considerada la reforma más profunda presentada por Milei, abarcando una gran cantidad de áreas y contenidos. Entre estos contenidos se ubican una serie de medidas económicas y regulatorias que han generado controversia, como la modificación de cientos de leyes a través de un decreto de necesidad y urgencia[10].

En el marco de esta ley, Milei ha propuesto la reducción del gasto público, destacando recortes en áreas sociales claves como la salud, educación y desarrollo social. Siendo que propone la fusión de los tres ministerios correspondientes a uno que llevaría por nombre “Capital Humano”. En el área de la salud sugiere la implementación de un “seguro universal” donde médicos y usuarios acuerden honorarios por servicios médicos. En educación, aboga por un sistema de “vouchers” donde la asistencia escolar no sería obligatoria ni gratuita, permitiendo a los padres elegir la escuela para sus hijos[11].

Además, el 22 de enero del presente año, Milei presentó un desfinanciamiento de la cultura argentina mediante el proyecto de ley ómnibus y el Decreto DNU 70/2023, cosa que no fue muy bien recibida por una gran parte de la población argentina. El presidente respondió ante las críticas afirmando "No hay plata, entonces tengo que elegir dónde va la plata; o sea financiar películas que no ve nadie y solventar a actores o poner esa plata para la gente" reflejando con esta respuesta la complejidad y el alcance de las políticas propuestas por Milei en su intento por reformar diversos aspectos de la sociedad argentina[12].

En el análisis sobre las repercusiones de las políticas económicas propuestas por Milei, entre estas las conocidas como la “motosierra” y la “licuadora”, es posible observar resultados drásticos e impactantes. Por un lado, el gobierno destaca el rápido logro en su objetivo de “déficit cero”, remarcando que es la primera vez desde 2012 que el sector público no registra pérdidas, alcanzado un superávit de más de USD$580 millones en enero de 2024. Además, se señala una desaceleración significativa en la inflación, que disminuyó cinco puntos porcentuales en el primer mes del año, situándose en un 20.6 %[13].

La mayoría de los pronósticos privados indican que esta tendencia a la baja podría continuar con una inflación prevista del 15 % para febrero, sin embargo, el costo humano de estas mejoras económicas ha sido elevado. Como evidencia, se presenta el aumento considerable de la pobreza, esto según el Observatorio de la Deuda Social, presentando un cambio en donde se pasó del 49,5% al 57,4 % entre diciembre 2023 y enero 2024[14].

Este incremento se acerca a los niveles de crisis más profunda que ha enfrentado Argentina hasta el momento, esto desde el 2001 cuando se registró un récord del 65,5 % de personas en situación de pobreza. Además, aunque la desaceleración de la inflación genera ciertas expectativas positivas, la realidad es que este fenómeno se atribuye principalmente a la disminución del poder adquisitivo de la población. Mientras que inicialmente se pronostica un crecimiento del 2,8 % para el 2024, a finales de enero, se modificó esta estimación a una contracción del 2.8 % ante las nuevas medidas anunciadas por el presidente[15].

Por otro lado, en el impacto de los ingresos de los argentinos, se observa una pronunciada disminución del poder adquisitivo, esto debido a la devaluación y la rápida inflación, siendo aún más evidente en el sector alimentario. En el caso de los consumidores, estos han enfrentado un aumento significativo de precios motivo del proceso de “sinceramiento” impulsado por el gobierno, que ha liberado productos y servicios que anteriormente estaban regulados por el Estado durante los gobiernos kirchneristas[16].

La situación anteriormente mencionada se refleja en el incremento exorbitante en el transporte público que ha aumentado más del 200 % en la región más poblada del país, así como las tarifas eléctricas, que han experimentado aumentos de 65 % al 150 %. Además, las empresas privadas de salud conocidas como “prepagas” han elevado sus cuotas en más del 100 % tras la desregulación del sector por parte del nuevo gobierno de Milei, cambios que han impactado de manera significativa en los bolsillos de la ciudadanía argentina[17].

En el contexto de la clase media argentina, los aumentos desmesurados de los costos de salud y educación privadas han planteado dificultades financieras significativas, lo cual ha llevado a una migración hacia el sector de salud pública, el cual se encuentra sobrecargado y desfinanciado. A su vez, las familias luchan por pagar las cuotas escolares que han aumentado tras la liberalización de precios por parte del gobierno. De forma simultánea, las cifras del Observatorio de la Deuda Social muestran un aumento preocupante de la pobreza, especialmente entre las familias que no reciben ayuda estatal, manifestándose en el aumento de la asistencia a comedores populares desde diciembre. Y, a pesar de las promesas de asistencia del presidente, este advierte sobre tiempos más difíciles por venir, particularmente entre marzo y abril[18].

Reflexión final

Las características inherentes de los gobernantes personalistas, como la ambición, el autoritarismo, el egocentrismo y la ferocidad pueden llegar a llevarlos al autoritarismo al creer que representan un mandato histórico. Si bien no se puede categorizar a Milei como tal, se puede llegar a observar muchas de estas características en su mandato, tal como como se evidencia en su enfoque radical hacia la economía y sociedad argentina, sus propuestas como la dolarización de la economía, la clausura del banco y la reducción drástica del gasto público, reflejan su convicción de ser el agente de cambio necesario, incluso a costa de generar controversia y polarización en la sociedad[19].

El eje central de la estrategia de Milei ha sido la drástica reducción del tamaño del Estado, evidente en su propuesta de cerrar ministerios como Educación y Salud, así como la paulatina eliminación de los programas de ayuda social. Este enfoque ha desafiado incluso la resistencia de aquellos argentinos que, desde el retorno a la democracia en 1983, han abogado por un Estado activo y benefactor, independientemente de la ideología política en turno, ya sea bajo gobiernos peronistas, radicales o liberales. Cabe destacar que, al sopesar los resultados con detenimiento, se suscitan preguntas trascendentales: ¿Es realmente la reducción del Estado la solución para los problemas económicos y sociales de Argentina? ¿Podría ser la reducción del Estado la solución que los argentinos han estado buscando para resolver sus problemas económicos y sociales, como sugieren las medidas propuestas por Milei?[20].

Notas