Ola de protestas agrarias paraliza Europa: agricultores exigen medidas urgentes y critican regulaciones de la Unión Europea
Una ola de protestas y huelgas se extiende por Europa, amenazando con paralizar la producción agrícola en el continente. Iniciando en Francia, la movilización se ha propagado a países como Italia, Bélgica, Alemania, Polonia, Rumania y España. Los sindicatos agrarios demandan que se tomen medidas de emergencia, una menor burocracia y una remuneración justa ante la caída de ingresos y pérdida de competitividad debido a las regulaciones de la Unión Europea (UE), especialmente en el uso de pesticidas y las importaciones. En Francia, epicentro de las protestas, los agricultores han bloqueado autopistas desde el 18 de enero, afectando las principales vías de ingreso a París con tractores, aproximadamente 9 mil personas participaron en 170 protestas registradas en el país galo. El presidente, Emmanuel Macron, defendió la Política Agrícola Común (PAC) de la UE, argumentando que muchos agricultores franceses no tendrían salario sin sus ayudas y abogó por una mejor regulación de las importaciones de Ucrania.
En un intento por calmar las tensiones, el primer ministro francés, Gabriel Attal, anunció medidas como el pago de subvenciones de la PAC para el 15 de marzo y el refuerzo de ayudas fiscales para ganaderos. Sin embargo, estas medidas no han favorecido a los agricultores, que exigen soluciones más concretas. La huelga de los sindicatos agrarios representa un desafío significativo para los gobiernos y la UE, ya que los agricultores buscan respuestas a problemas económicos y regulatorios urgentes. La UE, en particular, se enfrenta a la resistencia de los agricultores contra las políticas medioambientales y los acuerdos comerciales, como el propuesto con el Mercosur. La situación también ha generado divisiones a los interno de la UE, con la Comisión Europea indicando que no se dan las condiciones para concluir las negociaciones con el Mercosur, mientras que Francia y otros países expresan su oposición a dicho acuerdo. La incertidumbre persiste sobre el futuro de las negociaciones comerciales y las políticas agrícolas en la región.