En el escenario geopolítico contemporáneo, existe una iniciativa que ha capturado la atención internacional de manera abrumadora y esa es la Nueva Ruta de la Seda. Concebida por China como un ambicioso plan de desarrollo y conectividad que renace, y por Estados Unidos y la Unión Europea como un proyecto que puede modificar de forma severa el comercio en el mundo; esta moderna encarnación de la antigua Ruta de la Seda se ha convertido en un epítome de la ingeniería geopolítica y económica. Desde su lanzamiento, la iniciativa ha desencadenado una cascada de debates y análisis. La expansión de carreteras, ferrocarriles, puertos y proyectos energéticos que abarcan Asia, Europa y África ha transformado la forma en que el comercio y la influencia geopolítica se articulan en estas vastas regiones.
Historia de una estrategia
Si bien, la Ruta de la Seda se remonta a los períodos dinásticos[1], en la actualidad su resurgimiento ha generado respuestas estratégicas por parte de Estados Unidos y la Unión Europea para enfrentar este desafío, en un mundo que se encuentra justo en un punto crucial de la historia marcado por la competencia global y la búsqueda de la hegemonía económica. La seda era la valiosa pieza de cambio y ahora, en la nueva ruta, se espera comercializar a partir de productos cada vez más sofisticados a nivel tecnológico, y con un elevado impacto en el desarrollo de infraestructura y logística internacional como nunca antes se ha visto.
Al analizar esta iniciativa china hay que retraerse hasta 1994, cuando el Primer Ministro chino Li Peng ofreció a las nuevas repúblicas ex soviéticas el proyecto de cooperación que denominó Ruta de la Seda (en honor a las trayectorias comerciales antiguas). Dicha idea surgía con el objetivo de mantener la estabilidad geopolítica de la zona, evitando la inestabilidad y la desestabilización regional. Este proyecto continuó aún en manos del gobierno de Jiang Zemin, solo que sin acudir a proyectos específicos relacionados. Fue hasta que Xi Jinping, en su visita oficial a Kazajistán en 2013, aludió a un proyecto de cooperación económica, a la inversión en infraestructuras y al desarrollo de vínculos comerciales que denominó CERS. Y en ese mismo año, que también visitó a Indonesia, dio cuenta de un nuevo proyecto de cooperación con la región sureste asiática que denominó RSM-21 (Nueva Ruta de la Seda Marítima). Fue anunciado como un nuevo periodo histórico con propuesta de creación de un Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras con prioridad para las necesidades de los países de la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático). [2]
Nueva ruta y naciones en alerta: reacciones de EEUU y UE
La Nueva Ruta de la Seda propone una interconexión económica vinculada a la infraestructura por medio de ferrocarriles, oleoductos y gasoductos, así como puertos marítimos y nuevos corredores de desarrollo como se muestra en la siguiente imagen:
Los caminos contemporáneos
Fuente: Instituto Mercator para estudios sobre China. N. Catalán. El País. (03 de diciembre, 2018) https://elpais.com/economia/2018/11/30/actualidad/1543600537_893651.html
La inclusión de tantos países y de varias regiones tan importantes en este esquema comercial ha colocado en plena alerta a Estados Unidos y la Unión Europea, así como a otros países que observan esta iniciativa como amenazante para sus intereses territoriales y de expansión comercial. Ha sido increíble como la vieja civilización milenaria, que durante siglos superaba a la práctica totalidad de los países occidentales en economía, ciencia, arte y organización social, sigue a la vanguardia, y ahora desde un frente comercial poderoso con una ambición que bien puede generar cambios incluso geopolíticos en la historia. [3]
Por tales dimensiones, y por la naturaleza del proyecto, Estados Unidos y la Unión Europea anuncian su propio corredor para rivalizar con esta ruta. Se han anunciado 2 megaproyectos en infraestructura asociados con una nueva conexión por tren y por mar entre Europa, Oriente Próximo e India. Se les ha denominado como tal: Corredor Económico India-Medio Oriente- Europa y el Corredor Transafricano. Responden a un resultado específico de la Asociación para las Infraestructuras y la Inversión Globales que inició desde hace dos años. [4]
Esta asociación supone un compromiso de parte de Estados Unidos y del G7 para responder a la demanda mundial de financiamiento de infraestructuras de alta calidad. El trabajo ha estado enfocado en las inversiones en corredores económicos clave que incluyen consorcio ferroviario, solar, digital, preparación de proyectos, cadenas de suministro, entre otros. La PGII[5] (por sus siglas en inglés) apoya a países como Indonesia, Rumanía y Costa Rica en temas de transición a energías limpias, tecnología y asistencia técnica en telecomunicaciones (ciberseguridad). [6]
Anuncios en la nueva cumbre del G20
En este marco, en la última cumbre del G20 llevada a cabo en Nueva Delhi, Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron el desarrollo de tales corredores. La iniciativa cuenta con el respaldo de países como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos e India. Este último precisamente ha estado siendo un polo de atracción importante por el friendshoring y el nearshoring que se encuentran en tendencia para el funcionamiento de las cadenas de suministros. Estos proyectos no han sido retratados por los propios países como una alternativa para socavar a la Nueva Ruta de la Seda, pero los analistas destacan su potencial para contrarrestar la influencia económica y diplomática de China en Oriente Medio, donde ha tomado considerable partido durante los últimos años. [7]
Según el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la estrategia que comenzará a ver la luz será la conexión más directa hasta este momento de la historia entre India, el Golfo Pérsico y Europa. Han declarado que el enlace ferroviario hará que el comercio entre India y el continente sea más rápido hasta en un 40%. Se habla de una integración de las líneas ferroviarias y las conexiones portuarias de India con Europa a través de Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Jordania e Israel. [8]
Además, debe destacarse que a la cumbre se ausentaron tanto Xi Jinping como Vlaidimir Putin, sin embargo se cree que la ausencia del líder chino puede tener que ver con la persistente rivalidad que existe ahora entre China e India, y en el caso del líder ruso se aduce su ausencia por la situación de conflicto con Ucrania, ya que desde que inició esta contienda no ha salido de su país más que para algunos desplazamientos hacia China y algunas naciones de Asia Central. [9]
Síntomas de la crisis multilateral
Los bandos heterogéneos que se van formando cada vez más en la escena geopolítica mundial parecen un efecto del multilateralismo en medio de una crisis. La rivalidad entre las estrategias de comercialización en el mundo y la falta de diálogo abre más las brechas entre las potencias. Tales rivalidades tienen profundas implicaciones desde la perspectiva de la logística y las guerras comerciales. Las cadenas de suministro globales son la columna vertebral de la economía, por tanto, la falta de cooperación multilateral y el aumento de las tensiones comerciales pueden llevar a un mayor caos y riesgos en la logística internacional.
Notas
[1] Esteban Llagostera, «La Seda China y la Ruta de la Seda», Boltín de la Asociación Española de Orientalistas. (2004): 243-265 https://www.cervantesvirtual.com/obra/la-seda-china-y-la-ruta-de-la-seda-0/
[2] Fernando González Laxe, «La Nueva Ruta de la Seda: Una apuesta estratégica», Informe de Coyuntura Económica Socioeconómica Foro Económico de Galicia, (2021): 44-56 https://api.foroeconomicodegalicia.es/uploads/FEG/originals/f78b7e6a-c56b-420b-8e32-e88a35913138.pdf
[3] Juan Leña Casas, «La Nueva Ruta de la Seda y sus implicaciones para la política internacional», en El papel de España en la Nueva Ruta de la Seda (Oficina de Información Diplomática, 2018): 151-179 https://www.idee.ceu.es/Portals/0/Libros/Capitulo%20V_%20La%20nueva%20Ruta%20de%20la%20Seda%20y%20sus%20implicaciones%20para%20la%20politica%20internacional_%20Juan%20Lena.pdf
[4] Diario Las Américas, «EEUU y la UE anuncian corredor para rivalizar con la Ruta de la Seda China», 11 de septiembre de 2023, acceso el 12 de septiembre de 2023, https://www.diariolasamericas.com/eeuu/eeuu-y-la-ue-anuncian-corredor-rivalizar-la-ruta-la-seda-china-n5342904
[5] Partnership for Global Infrastructure and Investment (PGII)
[6] U.S Department of State, «Hoja Informativa: Asociación para la Infraestructura e Inversión Mundiales en el marco de la Cumbre del G7», 23 de mayo de 2023, acceso el 10 de septiembre de 2023, https://www.state.gov/translations/spanish/hoja-informativa-asociacion-para-la-infraestructura-e-inversion-mundiales-en-el-marco-de-la-cumbre-del-g7/
[7] Iñaki Carrera, «EEUU y la UE se defienden del avance chino con un plan alternativo a la Ruta de la Seda», 11 de septiembre de 2023, acceso el 12 de septiembre de 2023, https://elmercantil.com/2023/09/11/eeuu-y-la-ue-se-defienden-del-avance-chino-con-un-plan-alternativo-a-la-ruta-de-la-seda/
[8] Ibíd
[9] Mariano Cauciano, «La cumbre del G20 y los límites de la cooperación», 10 de septiembre de 2023, acceso el 12 de septiembre de 2023, https://www.infobae.com/opinion/2023/09/10/la-cumbre-del-g20-y-los-limites-de-la-cooperacion/