Análisis semanal 500: ¿Poder blando o poder inteligente? Hacia una definición conceptual de la creciente influencia China en América Latina (19 de junio de 2023)

Año: 
2023

 

Con el propósito de realizar un análisis breve, este texto se enfoca en reflexionar sobre la pertinencia de los conceptos de “Poder suave” y “Poder inteligente” para explicar la expansión de influencia china en América Latina. Esto por cuanto, a falta de consenso, se han establecido diversos criterios para caracterizar el fenómeno en cuestión; desde una supuesta agresividad de la política exterior china, una búsqueda de cooperación desde el “Poder suave”, o más bien una mezcla de ambos en el concepto de “Poder inteligente”.

La expansión de influencia china alrededor del mundo ha tenido diversos matices. No sería apropiado generalizar las características de las relaciones chinas con sus países vecinos y las relaciones con los países europeos, así como no se debe homologar la relación que establece con Estados Unidos respecto a los países latinoamericanos. En este sentido, las condiciones sociales, económicas y culturales tienen un peso importante que debe ser tomado en cuenta para cualquier análisis de política exterior china.

Ahora bien, lo que aquí se llama “expansión de influencia” es, sin duda, un término muy amplio. Por tanto, es necesario establecer que este concepto gira en torno a las relaciones comerciales, económicas y diplomáticas en los países; sobre todo con un enfoque de la moneda china, el yuan, las inversiones en proyectos económicos y las exigencias diplomáticas que estos procesos conllevan.

Fuente: García (2021) Centro de Estudios Contemporáneos

Relaciones comerciales y económicas

La expansión de la influencia china en América Latina, en años recientes, se ha visto caracterizada por un aumento en el uso del yuan, la moneda oficial china, en los mercados de divisas y comercio. Predominantemente en la región sur, países como Argentina, Brasil y Chile han tomado diversas medidas para interactuar desde y con el yuan. Por ejemplo, en Argentina se ha empezado a pagar con yuanes las compras a China; en Brasil, el yuan ocupa el segundo lugar como divisa de reservas extranjeras y, en Chile, se abrió el primer banco de compensación de yuanes en Latinoamérica. [1]

Así pues, este fenómeno tiene implicaciones geopolíticas. La reducción en el uso del dólar al transaccionar los bienes internacionales directamente de la moneda local a moneda china implica erosionar la hegemonía del dólar en la región. En la disputa por el poder y control geopolítico, China avanza paulatinamente; contrarrestando la influencia estadounidense en la que ha sido su mayor zona de influencia. Estos movimientos en el ajedrez geopolítico tienen un carácter estratégico.

Fuente: BBC Mundo (2023)

Ahora bien, como parte de las relaciones económicas es posible extraer las inversiones en infraestructura y otros proyectos por parte del Estado Chino hacia los países Latinoamericanos. Según la CEPAL:

A partir de 2010 comenzó un proceso paulatino de diversificación, y las empresas chinas comenzaron a invertir en electricidad, construcción de infraestructura de transporte, principalmente puertos, y, en menor medida, en manufactura, el sector financiero y las tecnologías de la información y las comunicaciones. (p. 112) [2]

Uno de los puntos geopolíticos clave es el Canal de Panamá; el cual ha sido recientemente objetivo de un mayor volumen de inversiones chinas en infraestructura. Desde esta zona, China tiene la capacidad de reexportar la mercancía a los demás países de América Latina. Por su parte, Estados Unidos se limita de forma discursiva a advertir sobre “los riesgos” de la expansión China en la región, pero careciendo de acciones concretas para frenar el fenómeno.[3]

Dicho esto, es pertinente referirse a las relaciones diplomáticas que estos procesos comerciales implican. La diplomacia china tiene particularidades de interés para los análisis geopolíticos; no solamente en busca de cooperación y beneficio económico, sino también de índole político-estratégica. La alianza de China con países latinoamericanos aumenta la concordancia en votaciones dentro de Organismos Internacionales, y se sujeta a las disposiciones y visiones del Estado Chino.

Una de esas disposiciones radica en la cuestión de China-Taiwán. El principio de una Sola China es reconocido por postular que Taiwán pertenece de forma inequívoca a la República Popular China, aunque de facto funciona como un Estado independiente. En este sentido, el establecimiento de relaciones comerciales con China y la cooperación con los países latinoamericanos, por ejemplo, a través de los Tratados de Libre Comercio, exige que dichos países suscriban el principio.

¿Poder suave o poder inteligente?

El teórico de las relaciones internacionales, Joseph Nye, ha establecido categorías de análisis cruciales en los estudios de política internacional. Una de ellas es el concepto llamado “Poder suave”; en inglés “Soft Power”, llamado también “Poder Blando”. El autor lo define de la siguiente forma: “El poder blando de un país descansa, principalmente, en tres componentes: los recursos culturales, los valores y las instituciones, y políticas culturales y exteriores que cuenten con una suficiente autoridad moral” (p.19) [4] Los elementos citados son recursos que se utilizan para persuadir a los demás Estados para cumplir ciertos objetivos; usualmente las relaciones de Poder Blando son pacíficas, diplomáticas y otorgan beneficios a ambas partes.

De esta forma, el poder blando ha sido un recurso importante para estudiar las dinámicas posteriores a la Guerra Fría; en el sentido de que la cooperación entre los Estados ha crecido a través de las décadas. En el caso de China, su forma de expandir influencia alrededor del mundo no ha sido hostil ni ha implicado acciones militares, por lo que se ha caracterizado desde el concepto de poder blando en una amplia variedad de estudios e investigaciones.

Sin embargo; un concepto más reciente y de menor articulación teórica se ha empezado a posicionar en los estudios internacionales; se trata del Poder Inteligente, “Smart Power”. Joseph Nye (2011) lo define de la siguiente forma: “El “Smart Power” es la combinación del poder duro de la coerción y el pago; y el poder suave de la persuasión y atracción” (p. 11) [5]. Esta definición es, en cierta medida, escueta, en tanto no hay una caracterización profunda de qué significa realmente el poder inteligente. Se habla de estrategias que combinan el poder duro y el poder suave, de forma que es necesario contextualizarlo en cada caso.

Respecto a China, es posible ver cómo la expansión de influencia en América Latina ha tenido bases de poder blando. La cooperación, las inversiones, las donaciones, los intercambios culturales; entre otros, son evidencia de una diplomacia pacífica y en la que las partes implicadas obtienen beneficios. No obstante, la forma en que se condiciona a los países a aceptar el Principio de una Sola China tiene características hostiles a la región de Taiwán. Independientemente del posicionamiento respecto a la cuestión de China-Taiwán, lo cierto que es el rompimiento de relaciones diplomáticas con la isla es un acto de hostilidad en el sistema internacional; en tanto implica un no-reconocimiento de su autonomía.

Asimismo, la forma en que el yuan desplaza al dólar forma parte de una dinámica de poder que busca contrarrestar la hegemonía de Estados Unidos en el mundo, al mismo tiempo que China adquiere posición para ejercer poder de forma más efectiva. Respecto a las relaciones comerciales; los beneficios que obtiene China, sea desde la cuestión energética, tecnológica o de materias primas, le permiten mayor capacidad de crecimiento militar y de inteligencia en términos de Seguridad Nacional.

Así pues, si se observa el panorama general; es decir, la dinámica de poder, los beneficios obtenidos de la cooperación, así como la condición de negar el reconocimiento de Taiwán, es posible decir que el “Poder Inteligente” es un concepto que explica con mayor propiedad el fenómeno de la expansión de influencia China en América Latina. Aún así, hay que tener mayor anuencia a ampliar la definición de este concepto, en tanto su uso aún está en desarrollo por las personas estudiosas de la política internacional.

Notas

[1] Lissardy, Gerardo. (2023) Cómo China promueve la influencia del yuan en América Latina en medio de su pulso global con Estados Unidos. BBC News Mundo. 

[2] Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe, 2021 (LC/PUB.2021/8-P), Santiago, 2021.

[3] Orgaz, Cristina. (2023) Qué significa para Estados Unidos el acercamiento de China a Panamá, uno de sus aliados clave en América Latina. BBC News Mundo.

[4] Torres, Francisco. (2018) El poder blando como herramienta generadora de influencia en un mundo globalizado. Tesis de Licenciatura. Colegio de San Luis: Potosí.

[5] Nye, Joseph. (2011) The future of Power. Public Affairs.