Análisis semanal 498: ¿La revitalización de los BRICS? Parte 1. La influencia de Lula Da Silva, la revuelta contra el dólar y el peso de Brasil como actor internacional (05 de junio de 2023)

 

El pasado 13 de abril en la ciudad china de Shanghái, el presidente del Brasil, Luiz Inácio “Lula” Da Silva propondría una iniciativa para crear una divisa compartida entre el bloque de países que conforman los “BRICS” (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), como una forma de sustituir al dólar en las transacciones comerciales. Estas declaraciones se dieron en el marco de lo que se visualiza como una revitalización de los BRICS producto de un reacomodo en las fuerzas internas de los distintos países, -Brasil especialmente- y en un contexto internacional en el que China y el “sur global” buscan reducir la hegemonía de Estados Unidos, en este caso en cuanto al poder que es capaz de ejercer mediante el dólar. El presente texto forma parte de una serie de varios artículos que se dedicarán a exponer las implicaciones y las motivaciones de tales iniciativas y el papel que pueden jugar los BRICS para reducir la influencia del dólar a nivel global. Una descripción sobre en qué consisten los BRICS y el papel que está fungiendo el liderazgo de Lula Da Silva son los dos apartados que se exponen a continuación.

Fuente: Ken Ishii. 2023. AFP. Extraído de https://sputniknews.lat/20230414/brasil-y-china-coinciden-en-llamado-a-reformar-consejo-de-seguridad-de-la-onu-1138147539.html

Los BRICS: ¿De países emergentes a bloque antihegemónico?

Los BRICS se fundaron como un foro y una asociación de cooperación económica y comercial entre las economías emergentes más importantes en el año 2009.  El acrónimo fue acuñado por James O’Neill economista jefe de Goldman & Sachs en 2001 para agrupar y analizar en conjunto a las economías emergentes, que, según este, superarían en 10 años el PIB de los países que conforman el G7 ^[1]. Desde entonces, el acrónimo se ha convertido en una variable analítica en el estudio de las relaciones y la política internacional para englobar y comprender de manera conjunta a las grandes economías emergentes, y contempla a estos países como un bloque económico similar, o más bien opuesto al G7. Inicialmente se trataba de Brasil, Rusia, India y China, en 2010 se incluiría a Sudáfrica, completando el bloque que se mantiene hasta la actualidad.

Los BRICS no constituyen una organización formal, pues no cuenta con una carta constitutiva o secretaría fija, la unión se da a partir de la voluntad de sus miembros, y la razón de ser de esta informalidad se basa en la idea de que instrumentos de baja obligación, y la delegación para la cooperación dan mayor flexibilidad y se ajustan con el cumplimiento de compromisos políticos convergentes y con mayor independencia frente a terceros. En ese sentido, los miembros del BRICS adoptaron una obligación de baja intensidad especialmente en cuanto a declaraciones políticas y memorandos ^[2], aunque una mayor institucionalización se viene experimentando desde sus inicios, proceso que como se puede observar, se está viendo potenciado por el influjo y el liderazgo que está asumiendo Lula Da Silva dentro del foro. 

El contexto en el que se fundó la asociación estuvo marcado por un crecimiento de dos cifras en China, que en aquel entonces todavía se consideraba un país emergente y no significaba una amenaza al orden internacional. En el momento, los BRICS se visualizaban como una alianza cooperativa y de entendimiento entre economías en crecimiento para compartir estrategias de desarrollo y dinamizar el comercio entre mercados emergentes.  El escenario actual es distinto, y se ha caracterizado por la transición a una configuración multipolar del orden internacional, en paralelo a la consolidación de China como potencia global capaz de disputar hegemonía, lo que ha traído consigo el aumento de las tensiones y la competitividad con Estados Unidos y el bloque occidental que encabeza. Escenario donde los BRICS y sus iniciativas pueden tener un papel relevante dentro de esta pugna. 

Tabla 1. Los BRICS en datos.

Población	3.24 billones de habitantes (41,2% global)
PIB	26.03 trillones de USD
Territorio	29,4% de la cobertura global en km2

Fuente: O’neill, Aaron 2023. BRICS countries - Statistics & Facts. Statista. https://www.statista.com/topics/1393/bric-countries/ y BRICS.2022. Joint Statistical Publication.

En ese sentido, la crisis generada por la pandemia del Covid-19 desde 2020, y las vulnerabilidades mostradas por el mundo occidental en cuanto gestión sanitaria, transporte y logística, así como en materia alimentaria y energética producto de la guerra en Ucrania, le han dado un nuevo significado a los BRICS y a otros corredores y mecanismos de cooperación como alternativas a las cadenas de comercio y suministro convencionales, como una forma de reducir los impactos que pueden generar los shocks provenientes de los polos económicos habituales^[3].

Sin embargo, la revitalización de los BRICS no se limita exclusivamente a una alternativa comercial, este organismo está comenzando a representar un bloque internacional del “Sur Global” que impulsa visiones alternativas a las reglas de comercio e intercambio dominantes, la  orientación de las inversiones de los bienes globales en búsqueda de retornos sociales, reducción de la pobreza e inequidad,  las emisiones de carbono, así como cambios en los sistemas de pagos, y en las reservas de divisas. ^[4] Siendo este último tema fundamental, pues el comercio internacional está aún dominado por el uso del dólar estadounidense como moneda de intercambio prácticamente universal, lo cual implica la capacidad del país emisor de ejercer medidas coercitivas mediante sanciones o imposiciones monetarias y financieras.

Actualmente, gran cantidad de países han solicitado su adhesión a la organización, 13 de manera formal y 6 de manera informal, de acuerdo a Anil Suklal embajador de Sudáfrica para los BRICS. Dentro de estos países que han demostrado su interés se encuentran Afganistán, Arabia Saudita, Argelia, Argentina, Bahréin, Bangladés, Bielorrusia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Indonesia, Irán, Kazajistán, México, Nicaragua, Nigeria, Pakistán, Senegal, Sudán, Siria, Tailandia, Túnez, Turquía, Uruguay, Venezuela y Zimbabue. Se espera que la reunión programada para el 01 de junio en Ciudad del Cabo tenga entre sus puntos principales la cuestión de las solicitudes de adhesión. ^[5]

Imagen 1. Ranking de las divisas más negociadas en el mundo para el año 2019

Fuente: Fernández, Rosa. 2021. Ranking de las divisas más negociadas en el mundo en 2019. Statista. https://es.statista.com/estadisticas/607496/divisas-mas-utilizadas-en-transacciones-a-nivel-mundial/. En el gráfico se puede observar la predominancia del dólar, así como los retos que enfrenta el yuan chino para convertirse en una moneda relevante y de mayor poder en la economía global. Las políticas comerciales que comienzan a adoptar los BRICS podrían aumentar la proporción de uso de la moneda china. 

Momento geopolítico y el revés político en Brasil: el liderazgo de Lula Da Silva en los BRICS.

La reconversión de los BRICS en una alianza económica y política desde el sur global se ve motivada por los antecedentes del uso de las sanciones económicas internacionales, el congelamiento de fondos y reservas en el exterior, así como los impedimentos para comerciar, como instrumentos coercitivos de política internacional que han empleado Estados Unidos y sus socios europeos  recientemente como medio para ejercer presiones y afectaciones sobre países que representen una supuesta amenaza o persigan agendas internas contrarias a sus intereses. Como ejemplo están los casos de Venezuela desde 2016 con las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, o en el caso más reciente de las sanciones internacionales impuestas a Rusia por la guerra en Ucrania, que se estima le han congelado y se planea confiscar un aproximado de USD 300.000 millones de sus reservas. ^[6]

La revitalización y reforzamiento que experimentan los BRICS no pasa solamente por la necesidad de articular un bloque internacional que potencialmente se pueda posicionar como contraparte al “Norte global”. Este influjo está relacionado por el cambio político interno que se suscitó en Brasil en 2023 con la elección como presidente del líder izquierdista Luiz Inácio Lula Da Silva.

Con el cambio de presidencia, Lula Da Silva ha mostrado rápidamente diferencias sustanciales respecto a su antecesor en el plano internacional, y ha comenzado a desplegar la influencia y el peso que tiene Brasil en la economía y la política internacional. Esto especialmente en cuanto a sus socios del BRICS, con quiénes ha mostrado un mayor compromiso más allá de lo estrictamente comercial , y encabezando lo que se puede considerar como una de las jugadas geopolíticas más asertivas y contestarias en el plano internacional como lo es la creación de una moneda en común entre los países BRICS para comerciar mutuamente, así como una clara búsqueda de independencia frente al dólar estadounidense.

Aprovechando la reunión con su homólogo Xi Jinping, Lula habría abogado e impulsado la idea de crear una moneda en común entre los BRICS para comerciar evitando el dólar, se refería al respecto “¿por qué todos los países están obligados a comerciar en dólares?", "¿Por qué no podemos comerciar en nuestra propia moneda? ¿Por qué no apostamos por la innovación?" ^[7]. Además de esta estrategia concreta, respecto a sus objetivos en conjunto con China el mandatario suramericano manifestaría “Tenemos intereses políticos y tenemos intereses en construir una nueva geopolítica para que podamos cambiar la gobernanza mundial dando más representación a las Naciones Unidas” ^[8]  La iniciativa del mandatario brasileño también habría sido declarada en la reunión del G7 en mayo en la ciudad de Hiroshima:

“Sueño con la construcción de varias otras monedas entre los países que tienen alto comercio para que no queden dependientes de una sola moneda -así como el euro-, creo que es posible crearla. Sólo falta tener las condiciones políticas y económicas para hacerlo”  ^[9]

A pesar de que la creación de una moneda BRICS puede que vea su materialización hasta dentro de algún tiempo, pues conlleva un proceso de negociación, acuerdos y además se prevé que enfrentaría la oposición de diversos actores internacionales, Lula ha tomado acciones en dirección a cumplir sus objetivos, dentro de las que se incluyen acuerdos con la propia China, pero también Argentina. En marzo los gobiernos de China y Brasil acordaron realizar sus transacciones bilaterales eludiendo el dólar y basándose en la conversión entre yuanes y reales brasileños, con el objetivo de  “la reducción de costos, (...) promover aún más el comercio bilateral y facilitar inversiones”, donde es importante mencionar que China es el principal socio comercial de Brasil y que en 2022 registró la cifra récord de USD 150.000 millones de comercio bilateral y la suma de USD 87.900 millones en términos de exportaciones brasileñas. ^[10] En el caso del encuentro entre Da Silva y Fernández en la Casa Rosada, el brasileño volvería a comentar sobre la necesidad de buscar mecanismos para la creación de una moneda regional y la implementación de una en común entre las transacciones de ambos países. ^[11]

Como se ha podido constatar en el texto anterior, la influencia del presidente Lula Da Silva en el plano internacional ha vuelto a posicionar a Brasil como un actor influyente y con capacidad de gestar importantes iniciativas y movimientos en el sistema internacional, en este caso un reacomodo en la gobernanza global y la profundización de una configuración multipolar. La búsqueda por sustituir el uso y la influencia del dólar en el comercio internacional se visualiza como una propuesta que podría generar amplios cambios en el equilibrio de fuerzas en el plano geopolítico, pues viene a ser una reducción a su vez del poder que esta moneda y su emisor ostentan en la actualidad.

Una siguiente entrega hará análisis de lo que implica el dólar como moneda predominante, la existencia y características del Nuevo Banco de Desarrollo, así como un repaso de los resultados de la cumbre anual de los BRICS que en esta ocasión se celebrará en los primeros días de junio en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.