Análisis semanal 482: El occidente a la expectativa: Generalidades del proceso electoral de 2023 en Nigeria (13 de febrero de 2023)

Año: 
2023

 

La transición y el mantenimiento a una democracia electoral estable ha sido una característica clave del desarrollo político en Nigeria desde la independencia, pasando por el fin de la época militar hasta la actualidad entre conflictos bélicos y ambientales en la región en la que se ubica. El país ha enfrentado varios desafíos para garantizar un ejercicio electoral legítimo, transparente y confiable frente a amenazas de seguridad nacional, crisis económicas, así como en la pérdida de credibilidad hacia el estado. Desafíos y amenazas que no han estado exentos en el actual proceso electoral.

El 25 de febrero supone un día importante de Nigeria, debido a que se celebran elecciones en las cuales las ciudadanías estarán eligiendo a la presidencia, así como a la asamblea nacional de dicho país.

El traspaso de poderes actual tendrá no solo implicaciones en el cambio de liderazgos, sino que también genera expectativas desde una perspectiva regional, comprendiendo la serie de conflictos bélicos en los que se encuentra sometida África, es entonces que estas elecciones son decisivas para comprender los posibles posicionamientos sobre la comunidad de Estados en áfrica occidental.

Este análisis pretende recopilar de manera breve generalidades sobre las elecciones nigerianas, desde las candidaturas hasta las proyecciones con respecto a los posibles resultados del enfrentamiento electoral.

Transición del poder

La Fundación Internacional para Sistemas Electorales (IFES) señala como importantes varios hitos, en un primer lugar el hecho de que la celebración del retorno de las ciudadanías a las urnas marcan 24 años de democracia electoral ininterrumpida en Nigeria, siendo este el lapso más largo de votaciones en el territorio [1].

En esta misma línea, las elecciones entrantes se destacan por la salida total del líder actual, Muhammadu Buhari. El país será testigo del entrega de poder a un liderazgo diferente al de Buhari, el cual ya ha cumplido 2 mandatos seguidos y actualmente ya no es elegible para buscar otro período de poder como cabeza del Estado nigeriano[2].

Bajo este contexto, se ha descartado que Buhari busque un gobierno interino, en su lugar ha enfocado sus esfuerzos a la consolidación de un equipo de transición para el traspaso de poderes tras las elecciones presidenciales y legislativas [3].

Su nula participación en las elecciones se debe no solamente a esta restricción constitucional hacia un tercer mandato consecutivo, sino también a la pérdida de legitimidad de su investidura frente a las protestas que se han presentado en los últimos periodos en Nigeria, en donde la implementación del rediseño de la moneda nacional bajo su liderazgo ha generado escasez de efectivo y gasolina [4].

Las candidaturas

El INEC (Independent National Electoral Commission) contó con la inscripción de 18 candidatos a la presidencia, en los cuales el más joven tiene 39 años y además entre las 18 candidaturas, solo una mujer sometió su postulación para la disputa electoral [5].

Las encuestas de opinión pública del país han permitido observar la intención del voto hacia los candidatos, concluyendo en que existe una probabilidad de que el resultado de las elecciones continúen respondiendo a la longeva aceptación que tienen el partido Congreso de todos los progresistas (APC) y el Partido democrático popular (PDP) como las dos grandes fuerzas electorales del país, sin embargo, aunque hay una inclinación hacia estos partidos se valora la posible ruptura del bipartidismo nigeriano mediante una potencial victoria del partido laborista [6].

Los candidatos de los partidos anteriormente mencionados son Bola Ahmed Tinubu, por el partido gobernante Congreso de Todos los Progresistas (APC), se conoce como un candidato con una influencia grande en la región suroeste del país, pero con acusaciones de corrupción que se cree que puedan afectar su victoria [7].

Por otro lado, se encuentra Atiku Abubakar, principal opositor y candidato del Partido Democrático Popular (PDP). Abubakar se ha postulado otras veces en la contienda electoral y además ha ejercido como alto funcionario, vicepresidente en el gobierno de Olusegun Obasanjo [8].

Y finalmente se encuentra Peter Obi por parte del Partido Laborista. Si bien Obi ha contado con puestos de representación en Anambra, se le considera como una figura fresca y nueva, lo cual ha provocado estímulos por un sector joven del electorado, el cual se ha encargado de generar un ferviente apoyo al candidato en redes sociales [9].

Cabe destacar, como se mencionó anteriormente, que aunque Obi posee un apoyo importante y se perfila como una personalidad capaz de romper con la dinámica bipartidista que ha dominado a Nigeria desde el final del gobierno militar en 1999, continúa siendo un candidato con menor volumen de apoyo en relación a una cultura política comprometida con dos partidos que han dominado la contienda electoral en el país desde entonces [10].

Sistema electoral en Nigeria

De acuerdo con el acápite 66 de la Ley Electoral y las Secciones 134 y 179 de la Constitución Política de Nigeria, el presidente de Nigeria es elegido por mayoría absoluta. Para ser elegido en la primera ronda electoral, debe contar con al menos el 25% de los votos en dos tercios de los estados. Al igual que ocurre en otros sistemas electorales a nivel global, si ningún candidato supera el 25% en la primera fase, se lleva a cabo una segunda ronda entre los dos candidatos que encabezan la intención del voto [11].

En lo que conviene al sistema electoral en Nigeria, la mayor concentración de votantes se encuentra en la ciudad de Lagos, la cual en las elecciones actuales se encuentra importantemente influenciada por el APC, debido a que el actual gobernador, que se ha dedicado a apoyar política pública de crecimiento en la ciudad, pertenece a tal agrupación. Lagos, con 7 millones de votantes, podría ser un factor clave de la posible victoria para el Congreso de Todos los Progresistas [12].

La influencia en las redes sociales

Las redes sociales virtuales se han convertido en un canal efectivo para la comunicación política durante las campañas electorales. Como se ha observado en el caso de países tales como México y Estados Unidos, el acceso a la información y el acercamiento a las candidaturas suponen un punto de inflexión en el nacimiento de una política actual basada en los medios, motivando a las agrupaciones políticas a nivel global a adoptar el uso de tecnologías en campaña [13].

Las redes sociales entonces presumen ahora un campo apto para el ejercicio político, sin embargo, la desconfianza en el uso de las plataformas digitales presenta una preocupación debido a la desigualdad en el acceso y la veracidad de los insumos informativos.

La calidad de información se puede ver condicionada a una manipulación, la proliferación de información falsa y las tácticas de desinformación se han vuelto comunes dentro de la interacción política de índole virtual siendo una práctica no sólo peligrosa sino que conveniente en la movilización de electores [14].

Nigeria no ha sido exenta de participar en prácticas de comunicación política en redes sociales, con un aproximado de 80 millones de nigerianos en plataformas virtuales, las redes sociales juegan un papel significativo en el debate de ideas políticas, sin embargo, en contraste con lo expuesto anteriormente, las plataformas se han llenado con temas divisivos como las diferencias religiosas, étnicas y regionales que atañen al proceso electoral actual [15].

Las campañas anti-islam, los casos de corrupción y el historial familiar de las diferentes candidaturas así como el soborno hacia influencers y artistas nacionales han alimentado las narrativas que van ganando impulso en redes como Twitter, WhatsApp y otras plataformas de uso diario de la población en Nigeria, siendo esto considerado un posible factor que puede alterar el resultado del voto [16].

Implicaciones regionales

La opinión pública y plataformas dedicadas al estudio de sucesos políticos han recalcado que las elecciones en Nigeria no solo son importantes a nivel étnico, religioso y económico a lo interno del territorio, sino que también se posicionan como vertebrales para el panorama político de África Occidental, ya que un ejercicio democrático a lo interno del país proporciona un modelo electoral positivo en la región de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) [17].

La anterior se entiende a partir del conocimiento de la coyuntura de la región. En los últimos años África Occidental se ha visto envuelta en acontecimientos que han coadyuvado al retroceso democrático de los gobiernos de la CEDEAO.

Los conflictos latentes en Malí, Guinea y Burkina Faso, sumados a los enfrentamientos en el Sahel, el cambio climático y el panorama ambiental en Ghana y Costa de Marfil a causa de la producción de cacao han contribuido a que la región se vea envuelta en conflicto de poderes que han desembocado en inseguridad y violencia para los habitantes, así como en una percepción negativa del ejercicio político de los países de la CEDEAO.

Una elección exitosa en Nigeria podría contrarrestar las percepciones negativas de la gobernabilidad del occidente de África, así como también a marcar un precedente en la toma de decisiones enfocada en llevar a los Estados Africanos nuevamente por transiciones democráticas alejadas de la inestabilidad que hoy atraviesan [18].

Consideraciones finales

Las elecciones en Nigeria inauguran un período de ejercicio democrático electoral en África, siendo también un acontecimiento que se encuentra a la expectativa del continente por el deseo de trabajar por el fortalecimiento institucional y en las relaciones entre las distintas comunidades que viven una situación de conflicto permanente.

Si bien el proceso electoral por sí solo no asegura un cambio radical en la estructura estatal ni en la dinámica sistemática, la efervescencia con la que se viven las elecciones en el territorio nigeriano se pueden interpretar como síntomas en el deseo del electorado de construir nuevamente una percepción  del Estado como garante legítimo de la estabilidad, entendiendo que en el último periodo el país atravesó por situaciones económicas y de legitimidad complejas.

Finalmente, este acontecimiento viene acompañado de grandes expectativas por parte de la región, la cual busca observar los posicionamientos del ejecutivo entrante con respecto a una coyuntura particular a nivel bélico y ambiental que ha azotado a África Occidental desde décadas atrás.

Notas

[1] Fundación Internacional para Sistemas Electorales (2023). Elections in Nigeria: 2023 General Elections. https://www.ifes.org/tools-resources/election-snapshots/elections-nigeria-2023-general-elections

[2] Nigeria Times. (2023). NigeriaDecides2023: Buhari not planning ‘interim government’, still supporting Tinubu. https://www.premiumtimesng.com/news/top-news/582653-nigeriadecides2023-buhari-not-planning-interim-government-still-supporting-tinubu-presidency.html

[3] Idem

[4] Idem

[5] INEC Nigeria. (2022). List of candidates for 2023 general election. https://inecnigeria.org/list-of-candidates-for-2023-elections/

[6] BBC. (2023). Nigeria election 2023: Who are the presidential candidates?. https://www.bbc.com/news/world-africa-64496042

[7] Idem

[8] Idem

[9] Idem

[10] Ídem

[11] Constitución política de Nigeria (1999)

[12] BBC. (2023). Nigeria election 2023: The battle for Lagos. https://www.bbc.com/news/world-africa-64648703

[13] BBC. (2023). Nigeria elections 2023: How influencers are secretly paid by political parties. https://www.bbc.com/news/world-africa-63719505

[14] Idem

[15] Idem

[16] BBC. (2023). Nigeria's Falz and Teni back Inec's voter registration drive. https://www.bbc.com/news/world-africa-63719505

[17] Fundación Internacional para Sistemas Electorales (2023). Elections in Nigeria: 2023 General Elections. https://www.ifes.org/tools-resources/election-snapshots/elections-nigeria-2023-general-elections

[18] Idem