La atención mediática centrada en el conflicto entre Rusia y Ucrania, ha servido de cortina de humo para la República de Türkiye, la cual prepara una ofensiva militar contra la milicia kurda de las Unidades de Protección Popular (YPG).
Türkiye ha ocupado titulares dignos de primera plana durante todo junio. En tan solo un mes, han anunciado el cambio del nombre oficial del Estado (antes Turquía); ha actuado como intermediario de paz entre Israel e Irán; realizó una bilateral con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro -mientras que se llevaba a cabo la Cumbre de las Américas (Conferencia a la que Maduro no fue invitado)-; recibió en visita oficial a Arabia Saudita para la restauración y normalización de las relaciones diplomáticas; expresó sus intenciones de administrar el aeropuerto de Kabul en Afganistán y advirtió sobre la mencionada operación militar contra las milicias kurdas en Tell Rifaat y Manbi.
Se trata de una geoestrategia cuya implicación inmediata es el alza de tensiones entre Estados Unidos, Rusia y Türkiye. Desde el 4 de junio, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha amenazado reiteradamente con realizar una maniobra armada con el fin de establecer una zona de seguridad de 30 kilómetros de ancho en la frontera meridional, limpiando la zona de las milicias kurdas [1]. El ataque será en primera línea contra las YPG, que Ankara considera terroristas vinculados al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), pero que Estados Unidos toma por aliados en la lucha contra DAESH [2]. Türkiye ha declarado que tomará las acciones necesarias con tal de impedir la expansión del PKK y el eventual asentamiento del Estado Kurdo.
Las YPG lideran las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), “una alianza kurdo-árabe que lucha contra Estado Islámico en Siria” [3]. Washington, compartiendo el interés por acabar a DAESH, unió fuerzas con la milicia. Así como en el 2019, año en que Türkiye intentó por primera vez acabar con las milicias kurdas, EE.UU. se opone de nuevo a la escalada del conflicto fronterizo. El Secretario de Estado de la Casa Blanca, Antony Blinken, expresó con preocupación: “Seguimos luchando de manera efectiva con nuestros socios para derrotar al Estado Islámico dentro de Siria y no queremos ver nada que ponga en peligro estos esfuerzos” [4].
Sin embargo, incursionado en el juego geopolítico, Erdogan tenía prevista tal respuesta. Aprovechándose del status quo, solicitó el apoyo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y expresamente de Suecia y Finlandia [5], contra el terrorismo kurdo. Esta táctica le da a entender al mundo que Türkiye está dispuesta a levantar su veto de incorporación de Suecia y Finlandia a la OTAN, a cambio de su apoyo y colaboración en la “lucha contra el terrorismo” (limpia de kurdos), y el traslado de poblaciones árabes a la zona. Por el momento, no ha obtenido respuesta a su favor.
Rusia tampoco apoyó la movida de Erdogan. Al contrario, exhortó al país a “contenerse de cometer actos que podrían causar un peligroso deterioro de la ya difícil situación en Siria” [6]. Su reacción podría ser genuina, puesto que el gobierno turco está utilizando la OTAN como moneda de cambio político, poniendo en riesgo la seguridad rusa; pero también podría ser una fachada. Después de todo, detener el crecimiento de la OTAN puede percibirse como un favor de Türkiye. En todo caso, al constituir un aliado en la defensa de la frontera turca del norte, a Türkiye no le conviene desafiar las disposiciones del Kremlin. De tal forma, se ve estancado sin ayuda rusa militar contra las YPG, y sin acuerdo con los países de la OTAN.
Por su parte, Las Fuerzas Democráticas Sirias han contestado que recurrirán a Damasco en caso de que se cumplan las amenazas del gobierno de Erdogan. Una alianza con las fuerzas sirias impediría la ocupación turca del territorio, por lo que están dispuestos a colaborar incluso con soldados de Assad. En la zona se registran intercambios de disparos de fusil y artillería a diario, entre los kurdos y los turcos acompañados de guerrillas sirias. YPG, así como FDS, esperan que Estados Unidos alcance la disuasión bélica, mas se preparan para una larga campaña en defensa de los terrenos conquistados [7].
Así las cosas, la operación militar de Türkiye no es una avanzada a favor de la culminación de las conflagraciones, sino que más bien compone una estrategia geopolítica de interdependencia compleja, orientada a unificar los conflictos de Ucrania-Rusia y Siria. Esta relación directa dificulta la toma de decisiones y coloca en una encrucijada a la OTAN, Estados Unidos y Rusia una vez más.
Notas:
1. Brou, Bassem. (7 de junio de 2022). Kurdos sirios apelarán a Damasco si Turquía ataca. The San Diego Union Tribune. https://www.sandiegouniontribune.com/en-espanol/noticias/story/2022-06-07/kurdos-sirios-apelaran-a-damasco-si-turquia-ataca
2. Europa Press. (4 de junio de 2022). Erdogan anuncia nueva ofensiva en el norte de Siria. Deutsche Welle. https://www.dw.com/es/erdogan-anuncia-nueva-ofensiva-en-el-norte-de-siria/a-62035796
3. Redacción BBC. (29 de enero de 2018). Qué son las YPG, las milicias kurdas que EE.UU. apoya y Turquía combate en Siria. BBC Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-42830888
4. RTVE. (1 de junio de 2022). Erdogan anuncia una operación militar de Turquía contra las milicias kurdas en el norte de Siria. RTVE. https://www.rtve.es/noticias/20220601/erdogan-anuncia-opreacion-militar-turquia-contra-milicias-kurdas-norte-siria/2357764.shtml
5. Ibídem
6. Aljazeera. (2 de junio de 2022). Russia urges Turkey not to launch offensive in northern Syria. Aljazeera. https://www.aljazeera.com/news/2022/6/2/russia-urges-turkey-not-to-launch-offensive-in-northern-syria
7. Brou, Bassem. (7 de junio de 2022). Kurdos sirios apelarán a Damasco si Turquía ataca. The San Diego Union Tribune.https://www.sandiegouniontribune.com/en-espanol/noticias/story/2022-06-07/kurdos-sirios-apelaran-a-damasco-si-turquia-ataca