En años recientes, la República Popular de China (RPC) ha estado en el ojo de la comunidad internacional por múltiples razones. Una de ellas, y la que ocupa lugar en este artículo, radica en el generalmente llamado sistema de crédito social del gobierno chino. Dicho tópico ha suscitado una serie de reflexiones, perspectivas y críticas sobre la capacidad de acción y control que los Estados pueden ejercer hacia la ciudadanía.
Para efectos de este análisis, se tiene por objetivo realizar un balance entre dichas perspectivas. Primero, se aporta un contexto sobre el sistema de crédito social del gobierno chino, segundo, se comparan y contrastan las perspectivas de varios medios de comunicación, y, por último, se examina el tema desde los aportes de Almond y Verba sobre la Cultura Política y la Geopolítica.
Ilustración alusiva al sistema de crédito social chino. MERICS (marzo, 2021)
Sistema de crédito social
Para comenzar, es imprescindible trazar la diferencia entre el sistema de crédito social del gobierno chino y los sistemas de crédito social privados. El primero proviene de un plan gubernamental del año 2014 en donde se deja abierta la posibilidad a los gobiernos locales de disponer de un sistema de crédito social que se ajuste a las necesidades regionales. El segundo, por su parte, radica en iniciativas privadas para los usuarios, por ejemplo, la empresa tecnológica Alibaba utiliza un sistema de crédito puntuado y opcional, llamado Zhima, en donde se amplían las posibilidades y beneficios del servicio de la misma empresa para aquellas personas que cumplan satisfactoriamente con sus compromisos financieros. (1)
Ahora bien, en el año 2012, el XVIII Congreso del Partido Comunista de China expuso la importancia de <<establecer un sólido sistema de investigación de crédito social, elogiar la integridad y castigar la deshonestidad>> (2) con el objetivo de fortalecer la integridad gubernamental y social, además de ampliar la credibilidad del sistema judicial. Para esto, el Departamento de Estado de la RPC tomó en consideración los sistemas de crédito social regionales que se han desarrollado por décadas a lo largo del país, en donde se perciben como un elemento clave en el progreso de dichas comunidades. (3)
Ya para el año 2014, el Consejo de Estado emitió un plan para la construcción del sistema nacional de crédito social desde el año de la resolución hasta el 2020. En dicho documento se afirma que todo aporte a la consolidación de este sistema debe estar apegado a las leyes, regulaciones y acuerdos ya existentes. (4)
En el desarrollo del sistema de crédito social, se puede destacar el método de las listas negras, cuya función gira en torno a castigar a los usuarios de servicios públicos que infrinjan la ley o adopten comportamientos que dañen u obstaculicen la prestación del servicio, así como aquellos que afecten negativamente a otras personas usuarias. Así, por ejemplo, una persona que agreda a otra en un servicio de trenes, buses o aviones, será añadida a una lista negra en donde se le aplica un castigo concreto relativo a su acto, implicando que dicha persona no pueda acceder al servicio por un tiempo determinado. (5)
Por otra parte, el gobierno chino, en su plan, permite a cada gobierno local implementar las características de un sistema de crédito que consideren necesarias para el desarrollo regional. A nivel general, el sistema de crédito aún es débil. Sin embargo, es preciso destacar el caso de la ciudad de Rongcheng, que, desde el año 2014, implementó un sistema de puntuación a la ciudadanía, en donde se pierden puntos por tener antecedentes penales o sanciones que deben ser debidamente probados a través del sistema judicial. Esto ocasiona que tengan desventaja para acceder a diversos servicios: <<El sistema no evalúa una gran cantidad de datos para dar castigos, sino que crea un registro de los castigos que ha recibido una persona>>. (6)
Medios de comunicación: perspectivas y balance
Para cumplir con el segundo propósito de este trabajo, es preciso comparar y contrastar la información emitida por varios medios de comunicación.
A propósito del nombre de este artículo, resulta interesante cómo diversos medios de comunicación, generalmente occidentales, caracterizan al sistema de crédito social mediante vínculos con textos literarios como 1984 de George Orwell, o incluso con la reconocida serie Black Mirror. Dichas obras populares retratan dos aspectos clave que los medios citan; el primero de ellos es el poder del Estado para controlar a la población en todos los aspectos de la vida y, el segundo, el desarrollo tecnológico que permite la consolidación de tal poder. El mundo de Orwell retrata una realidad distópica en donde la ciudadanía no tiene ninguna libertad, y, con esta asociación, se pretende afirmar que el sistema de crédito social chino se acerca a esa realidad distópica y se crea la imagen de que el Estado chino aspira a un tipo de totalitarismo que dista de los valores políticos y sociales esenciales para la cosmovisión occidental. Así pues, promueven la dicotomía de libertad-no libertad, siendo los valores occidentales aquellos que defienden la libertad mientras que la RPC busca anular toda libertad posible.
Para ejemplificar lo anterior, es preciso resaltar los siguientes puntos:
- El diario de la BBC califica al sistema como “Orwelliano” y “omnipotente”. (7)
- El periódico digital El Mundo, menciona que: <<Se trata de un sistema perverso, ambiguo y en gran medida aleatorio>>. (8)
- El diario El Confidencial alude a la serie Black Mirror y caracteriza al sistema como una “distopía comunista”. (9)
En otro sentido, es preciso aportar las fuentes periodísticas que muestran otra perspectiva, e incluso intentan contraargumentar las afirmaciones de los medios de comunicación anteriormente expuestos.
El diario esglobal, en una de sus notas, critica a los medios que comparan el sistema con la distopía de Black Mirror, e incluso afirma que la información presentado por estos son noticias falsas: <<El principal problema que han cometido estos medios es que han mezclado dos sistemas que actualmente existen en China, pero que son distintos: el sistema de crédito social del Gobierno chino y el sistema de crédito de diversas compañías privadas>> (10) Esta diferencia fue explicada en el primer apartado de este trabajo y constituye una diferenciación conceptual fundamental que debe tomarse en cuenta para analizar este caso.
Por otra parte, el diario The Diplomat realiza un balance entre lo que llama “especulación” y “realidad”, siendo que tiende a resaltar los puntos e implicaciones positivas del sistema de crédito social del gobierno. Afirma que dicho sistema es capaz de mejorar la gobernanza económica, las condiciones del mercado interno, fortalecer la supervisión del mercado y alentar el cumplimiento de la ley. (11)
En relación con lo anterior, el diario tecnológico, Ionos, trata de posicionarse como un medio imparcial, explicando y detallando ampliamente cada punto a favor y en contra del sistema de crédito social. En contraste con los anteriores citados, que suelen estar claramente inclinados hacia un lado de la balanza, este medio califica su visión de moderada y afirma que:
Una visión moderada analizaría más de cerca los efectos positivos del sistema: las empresas podrían beneficiarse de la optimización de la lucha contra la corrupción, de la regulación eficaz del mercado y de la seguridad de contar con socios comerciales que hayan demostrado tener un historial limpio y no haber cometido prácticas empresariales dudosas. (12)
Habiendo mencionado las perspectivas de algunos medios de comunicación, es importante hacer un balance que tome en cuenta la información y el lenguaje utilizado.
Es pertinente ver que los medios que se posicionan, ya sea en defensa del sistema de crédito como aquellos que buscan críticas con mayor equilibrio, realizan dos estrategias interesantes; la primera tiene que ver con tratar de contraargumentar las afirmaciones expuestas por otros medios, criticar el abordaje, la omisión e incluso la tergiversación de información, y la segunda, de una visión más moderada, trata de recoger los aspectos positivos y negativos del sistema desde múltiples perspectivas, tanto de los medios occidentales como del propio gobierno y población china.
Asimismo, se observa que hay medios que utilizan un tono de lenguaje que pretende alarmar a sus lectores mediante adjetivos al sistema de crédito social chino, a través palabras con carga moral tales como “distopía” “orwelliano” “perverso”, entre otras. Esto demuestra no solo una parcialidad explícita, sino que el enfoque de su contenido informativo gira en torno a aspectos negativos que, en ocasiones, no se fundamentan correctamente, por ejemplo, no haciendo diferencias conceptuales entre sistema de crédito social gubernamental o privado u omitiendo información clave del porqué y cómo se aplican las sanciones producto de este sistema o de cuál es la recepción de la ciudadanía respecto a dicha política. Esto último resulta especialmente importante pues se observa cómo se establece una dicotomía entre el gobierno y la ciudadanía tal como si se tratase de entes separados, por tanto, es valioso preguntarse: ¿cuál es el vínculo entre dicho sistema de crédito y la sociedad china? ¿es un asunto meramente gubernamental o existe relación entre la cultura y las estructuras político-partidarias que han impulsado tal proyecto? Dichas cuestiones serán abordadas en el siguiente apartado.
Cultura Política China y Geopolítica Popular
Las condiciones de desarrollo histórico, sociopolítico, económico y filosófico de China evidencia muchas divergencias entre los valores y principios dominantes de occidente y oriente. Por esto, es necesario partir de la definición de Cultura Política que proponen Almond y Verba, en donde: <<la cultura política de un país consiste en la particular distribución entre sus miembros de las pautas de orientación hacia los objetivos políticos>> (13) Esto quiere decir que existen orientaciones propias de la cultura que tienen carácter ordenador del sistema político, existiendo una relación entre ambos entes. En este sentido, no puede analizarse un fenómeno político aislado de la esfera cultural, es necesario examinar cómo ambas interactúan para generar una serie de resultados.
En el caso de China, los valores se han basado tradicionalmente en el confucianismo. Dicha filosofía toma, como núcleo de la sociedad, la familia, en donde el padre (entendido como autoridad) controla y protege a los miembros de la familia. De la misma forma, el Estado se construye desde una visión paternalista, en donde su ejercicio de autoridad no se observa, como lo vemos desde occidente, como una coartada a la libertad, sino como un ente protector que tiene la capacidad de tomar las decisiones más convenientes. Por tanto, la obediencia se observa como una virtud. Sin embargo, dicha obediencia no es absoluta y ciega, pues los líderes deben cumplir y vincular su actuar con los valores morales y culturales país. En este sentido, la cultura tradicional china fomenta la noción de democracia en donde el bienestar del colectivo debe anteponerse al bienestar individual. (14) Evidentemente, esta cultura política dista de los valores occidentales en donde la libertad de cada individuo se ve como la prioridad por sobre todos los demás elementos.
Relativo al tema central del trabajo: <<Para los chinos, obedecer al gobierno mientras este tenga una buena gestión es una virtud de las personas y no tanto una imposición realizada a fuerza de cámaras y videovigilancia>>. Y es que, precisamente, el sistema de crédito social del gobierno chino se basa en un modelo en donde la privacidad de los datos de la ciudadanía es sometida a control de las autoridades. Aquí es necesario introducir dos conceptos propios de la cultura china para comprender este fenómeno; primero, la idea de guānxi 关系 refiere a las redes de contacto que tiene cada individuo chino, en donde converge la vida pública, laboral y privada, siendo que los límites entre estas no están tan marcados como las nociones occidentales sobre la privacidad aislada de cualquier otro ámbito. Segundo, el concepto de miànzi 面子 refiere a la “cara”, es decir, a la reputación que tenga una persona frente a la sociedad. Ya desde hace siglos, estos dos conceptos han sido ordenadores de la Cultura Política China, en donde la vida privada ha sido determinante para acceder, gestionar, liderar o influenciar en las estructuras políticas y sociales de la región. (15)
Con lo expuesto anteriormente, no es de extrañar que el sistema de crédito social del gobierno chino provoque críticas desde occidente, pues cuando hay valores en conflicto se genera una dicotomía de lo bueno-malo. Asimismo, se logra comprender cómo dicho sistema no hace sino utilizar la tecnología para cumplir con una serie de valores que ya han existido dentro de la cultura china por muchos años, priorizando el bienestar colectivo y asignando privilegios o castigos a aquellas personas según su relación con el guānxi y miànzi.
A raíz de lo anterior, es pertinente evidenciar el apoyo de la ciudadanía china al sistema de crédito social. Según un estudio realizado por Freie Universität Berlin, una mayoría de personas chinas apoyan fuertemente la existencia de diversos sistemas de crédito social. Describe el estudio que las personas estudiadas manifiestan que no observan con negatividad el sistema, al contrario, <<lo interpretan a través de marcos de generación de beneficios y promoción de tratos honestos en la sociedad y la economía en lugar de la violación de la privacidad>> (16) Véase el siguiente gráfico que ilustra el porcentaje de aprobación a los sistemas de crédito social:
Fuente: Kostka, Genia. 2018
Por último, es pertinente cerrar con los aportes de la geopolítica para este caso de análisis. Esto por cuanto los medios de comunicación, en representación de imaginarios geopolíticos, caracterizan al sistema de crédito social chino con simbolismos que pueden ser interpretados en clave geopolítica. Precisamente, la geopolítica popular es el término adecuado, siendo definido como un método a través del cual se transmiten razonamientos geopolíticos sobre un espacio determinado mediante la prensa, las novelas, medios de comunicación o de masa, entre otros. (17) En este caso, el espacio oriental chino, en oposición al espacio occidental, se ve caracterizado mediante literatura y producciones como 1984 y Black Mirror, las cuales representan una serie de valores propios de las culturas en donde se produjeron, de tal manera que definen al <<otro>> desde un determinado código.
Así pues, es pertinente afirmar que no es pertinente ni adecuado catalogar el sistema de crédito social del gobierno chino como una distopía orwelliana o como un capítulo de Black Mirror, como lo presentan varios medios de comunicación. Sí puede decirse que existe tergiversación de la realidad china alejada de los paradigmas occidentales. Sin embargo, más allá de eso, lo que se evidencia es una incomprensión entre cosmovisiones con valores muy distintos que, a través de las décadas, han ido paulatinamente acercándose y, probablemente, lo seguirán haciendo.
Notas
1. Borràs, Javier. (enero, 2019) El sistema de crédito chino no es el “black mirror” que imaginas. esglobal. https://www.esglobal.org/el-sistema-de-credito-social-chino-no-es-el-black-mirror-que-imaginas/
2. State Department. (2014) Circular of the State Council on Printing and Distributing the Outline of the Plan for the Construction of the Social Credit System
(2014-2020). https://archive.is/ivvRh#selection-827.0-835.12
3. Ibid
4. Ibid
5. Borràs, Javier. (enero, 2019) op cit..
6. Daum, Jeremy. (2019) Getting Rongcheng right. China Law Translate. https://www.chinalawtranslate.com/en/getting-rongcheng-right/
7. BBC Mundo. (noviembre, 2017) El “Orwelliano” plan de China para puntuar y monitorear el comportamiento de sus ciudadanos. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-41970041
8. Ollero, Daniel. (marzo, 2021) “Ciudadanos poco fiables”: así se usa la tecnología para castigar a la población molesta o desafecta al gobierno. El Mundo. https://www.elmundo.es/tecnologia/2021/03/27/605e1813fdddff249a8b45a5.html
9. Garrido, Luis. (setiembre, 2019) Buen ciudadano a la fuerza: China acelera su plan de control social para el 2020. El Confidencial. https://www.elconfidencial.com/mundo/2019-09-20/buen-ciudadano-a-la-fuerza-china-acelera-su-plan-de-control-social-para-2020_2201731/
10. Borràs, Javier. (enero, 2019) op cit.
11. Reilly, Jessica. Lyu, Muyao. Robertson, Megan. (marzo, 2021) China’s social credit system: Speculation vs Reality. The Confident. https://archive.is/UkUIO#selection-1461.50-1465.217
12. Ionos, (marzo, 2021). Sistema de crédito social chino: una puntuación con muchas consecuencias. https://www.ionos.es/digitalguide/online-marketing/analisis-web/que-es-el-sistema-de-credito-social-chino/
13. Almond, Gabriel y Verba, Sidney. La Cultura Política. (s.f) https://webs.ucm.es/info/cpuno/asoc/profesores/lecturas/almondverba.pdf
14. Moreno, Bertha. (junio, 2015) Cómo entender China: Una visión político-cultural. Tesis de licenciatura. http://biblio.colsan.edu.mx/tesis/MorenoGonzalezBerthaInes.pdf
15. Notarfranceso, Santiago. (marzo, 2021) Sistema de crédito social en China. ¿Black Mirror o Comunidad Organizada? Aspectos legales, prácticos y comparativos. https://politica-china.org/areas/sociedad/xi-sei-sistema-de-credito-social-en-china-black-mirror-o-comunidad-organizada-aspectos-legales-practicos-y-comparativos
16. Kostka, Genia. China’s social credit system and public opinion: Explaining high levels of approval. Freie Universität Berlin. https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3215138
17. Santamarina, Ana. (2017). Guerra contra el terror: guerra contra los cuerpos. Una aproximación desde la perspectiva de la geopolítica feminista. Journal of Feminist, Gender and Women Studies. https://revistas.uam.es/revIUEM/article/view/8923/9125