Durante el último mes, el conflicto en Ucrania ha mantenido en vigilia al mundo entero. Desde las conversaciones entre presidentes de las potencias mundiales, los acuerdos y amenazas que vienen y van, hasta los movimientos de las milicias de los distintos países involucrados por los territorios circundantes son acciones que mantienen a los noticieros en constante notificación sobre el desarrollo del conflicto. Así mismo, como ha sido tendencia en este mundo globalizado, los actores de un conflicto tienden a ser varios, con distintos poderes de coerción y con distintos grados de interés para ejercer dicho poder.
Uno de estos actores que ha llamado mucho la atención debido a la tibieza que ha presentado ante el conflicto y que incluso se podría decir que recibió un jalón de orejas por parte del conocido Tio Sam es Alemania. Alemania, ese país que se encuentra involucrado en los conflictos de Europa del Este desde sus principios, ese país que incluso fue uno de los actores protagonistas desde mediados del siglo XX, ese país además que tiene mucho que perder tanto por cercanía territorial como por cuestiones de interés económico. Para entender el rol de la nación europea y como queda atrapada en el medio es necesario comprender varios puntos importantes sobre la relación entre Rusia y Alemania, cuestiones que van a caracterizar de manera singular y llamativa el rol de la nación europea y que al mismo tiempo justifican la cautela de sus acciones, así como el interés comedido en dicho conflicto.
Primero que todo sería importante señalar el cambio político debido a que Alemania tiene un nuevo ministro dirigiendo la nación. De Angela Merkel pasaron a Olaf Scholz, ambos comparten una visión y línea de trabajo puesto que tienen varios años trabajando juntos en el gobierno alemán e incluso Scholz fue la mano de derecha de Merkel durante su último mandato (1). Sin embargo, a pesar de las similitudes que puedan presentar durante mandatos, existe una diferencia en la coyuntura actual, puesto que se sabe que entre la ex-canciller Angela Merkel y el presidente Vladimir Putin no existían lazos de amistad y que su relación se limitaba en términos de necesidad mutua. Por otro lado, aunque no se reconozca que Scholz tenga una amistad con el presidente ruso, a pesar de que en algunos medios de comunicación lo han querido dar a entender, su posicionamiento en el conflicto no se ha visto contundentemente. Asimismo, es necesario señalar la relación que ha incomodado y puesto sobre la mira a Scholz debido a uno de sus mentores: “cercano a Vladimir Putin y a los grandes grupos empresariales rusos, el excanciller Gerhard Schröder se ha vuelto una figura incómoda en Alemania, inclusive para quien fue su mentor, el actual líder Olaf Scholz” (2).
Como segundo punto de gran importancia entre esta complicada relación está la gran dependencia del gas, ya que la mitad del gas que utiliza Alemania proviene de Rusia, sin contar otras fuentes de energía que también son exportadas del Kremlin hacia la nación europea; cuestión que muchas veces anteriores ha encendido las alarmas, ya que esto se convierte en una excesiva dependencia de Alemania en Rusia (3). Dicha dependencia sigue siempre en aumento ya que “la dependencia de Alemania de las importaciones de energía rusa ha vuelto a crecer considerablemente en la última década. La proporción rusa de abastecimiento de gas ha aumentado desde el 40 hasta el 55 por ciento desde 2012. También la proporción de petróleo ruso ha aumentado en este tiempo desde el 38 hasta el 42 por ciento” (4). De tal forma, existe gran preocupación que Rusia utilice esta situación como moneda de cambio donde podría amenazar o incluso paralizar el suministro de los recursos energéticos como arma política (5). De tal forma, la posición de Alemania ante el conflicto se ha visto como un “ambigüedad estratégica” tal como definió en su momento el canciller Scholz (6). Sin embargo, este posicionamiento confuso ante la situación que se desarrolla en torno a Ucrania, le ha costado críticas y dudas ante sus aliados de la OTAN (alianza de países de Europa y Norteamérica) y la Unión Europea.
Una cuestión que no deja de tener relevancia en todo este conflicto es que el actual gasoducto que suministra el gas desde Rusia a Europa pasa por Ucrania y que esto deja un poco de dinero en dicho país. El actual gasoducto significa una problemática para Alemania y Europa debido a que no suministra la cantidad requerida y su precio sigue en constante aumento; sin embargo, existe un nuevo proyecto de gasoducto, proyecto gestionado por la compañía rusa público-privada Gazsprom, que está casi finalizando, mucho más eficiente y que transporta mayores cantidades del producto a un precio más eficiente que pasa por el Mar Báltico (7). Dicha situación se convierte en un punto de tensión para todas las partes involucradas tal como demostró Estados Unidos tras la visita del canciller alemán, donde Biden aseguró que “si Rusia invade Ucrania, si sus tanques o sus soldados cruzan de nuevo la frontera, se acabó el Nord Stream 2. Acabaremos con ello” (8).
De tal forma, el conflicto sigue en escalada y los países miembros de la OTAN parecen no querer retroceder ante la situación. Mientras que Alemania, siendo parte de la organización y uno de sus miembros más fuertes, parece no coordinar con la dirección que están tomando todos los aliados. Situación que se puede divisar con las acciones de envío de armas y equipo a Ucrania donde “España prometió el envío de una fragata al Mar Negro, Dinamarca, aviones de combate a Lituania y una fragata al este del Mar Báltico, y Estados Unidos, tropas en espera” (9). Por el contrario, Alemania se rehúsa a enviar armas al país de Europa del este, así como “se negó a que Estonia enviara nueve obuses de las existencias de la RDA a Ucrania” (10). De tal forma, Berlín justifica esta negativa con su política, tradicionalmente cautelosa, de no exportación de armas a áreas en crisis (11).
Otro punto que demuestra cómo Alemania ha quedado entre la espada y la pared en esta situación y que ha provocado que se le vea como señal de debilidad política a nivel internacional son la desigualdad de posturas a lo interno del gobierno alemán. Donde “Los Verdes y los liberales (FDP) defienden una política alemana más dura hacia Rusia. El Partido Socialdemócrata (SPD), por otro lado, apoya la "distensión" y el "diálogo" en las relaciones” (12). Asimismo, el gobierno alemán se defiende respecto a la situación de armamento donde aduce estar en la misma posición que la mayoría de los ciudadanos ucranianos ya que “según una nueva encuesta del instituto YouGovs, el 59 por ciento de las personas consultadas apoya la postura del gobierno de no enviar armas a ese país. Solo uno de cada cinco se pronunció a favor de las entregas de armas” (13). Consecuentemente, “Alemania es uno de los mayores países donantes de Ucrania en el ámbito de la ayuda económica y humanitaria” (14).
Toda esta situación no deja de recordar épocas que ya creíamos superadas. Sin embargo, con más frecuencia nos vienen a estallar en la cara aquellas noticias donde se leen titulares sobre los países aliados, movilización de militares y sus armamentos; noticias que se asemejan mucho a aquellas de mediados del siglo pasado y que desencadenó otro acontecimiento político-militar que caracterizó la segunda mitad de ese mismo siglo. En términos de tiempo, si nos preguntamos hace cuanto la Guerra Fría llegó a “su fin”, nos percatamos que el tiempo que ha pasado es realmente poco, un poco más de 30 años. Un crudo recuerdo no tan lejano de la historia global. Finalmente, ante estas situaciones de escalada e incertidumbre es posible cuestionarnos si este es entonces un nuevo episodio o un episodio sin concluir de la no tan lejana Guerra Fría.
Notas
- Kottasová, Ivana. 2021. "Olaf Scholz, El Hombre Que Reemplaza A Angela Merkel Como Canciller". CNN. https://cnnespanol.cnn.com/2021/12/08/quien-es-olaf-scholz-proximo-canciller-alemania-trax/.
- "Entre Berlín Y Moscú, El Incómodo Gerhard Schröder". 2022. France 24. https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20220213-entre-berl%C3%ADn-y-mosc%C3%BA-el-inc%C3%B3modo-gerhard-schr%C3%B6der.
- Kohlmann, Thomas. 2022. "La Arriesgada Dependencia Alemana Del Gas De Putin | DW | 26.01.2022". DW.COM. https://www.dw.com/es/la-arriesgada-dependencia-alemana-del-gas-de-putin/a-60566859.
- Ibid.
- Ibid.
- Ortiz, Guillermo. 2022. "Putin Tiene A Scholz En El Bolsillo: La Ambigüedad Del Canciller Desgasta A Alemania Entre Sus Socios". El Español. Putin tiene a Scholz en el bolsillo: la ambigüedad del canciller desgasta a Alemania entre sus socios.
- Ibid.
- Ibid.
- Von Hein, Matthias. 2022. "Críticas Por La Falta De Compromiso De Alemania Con Ucrania | DW | 01.02.2022". DW.COM. https://www.dw.com/es/cr%C3%ADticas-por-la-falta-de-compromiso-de-alemania-con-ucrania/a-60627339.
- Ibid.
- Ibid.
- Ibid.
- Ibid.
- Ibid.