Análisis semanal 393: Consolidación autoritaria en El Salvador (17 de mayo de 2021)

Año: 
2021

 

Introducción

El siguiente artículo analiza los eventos que rodean el Golpe de Estado acontecido el día primero de mayo por parte de la Asamblea Nacional de El Salvador, cuyos diputados acordaron destituir inconstitucionalmente a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al Fiscal General del Poder Judicial de ese país. Mediante una serie de categorías analíticas se ofrece un abordaje teórico sobre la crisis política salvadoreña.

Contexto

El primero de mayo de 2021, la Asamblea Nacional de El Salvador aprobó un decreto con la finalidad de destituir a los cinco magistrados que conformaban la Sala de lo Constitucional salvadoreña [1]. Inmediatamente después de su destitución, el parlamento se movilizó para destituir al fiscal general de ese país, figura responsable de llevar a cabo las investigaciones penales en el Poder Judicial.

Las reacciones por parte de la comunidad internacional no se hicieron esperar ante los temores de una centralización del poder por parte del mandatario Nayib Bukele, cuya fuerza política oficialista en el parlamento ostenta mayoría calificada para impulsar las reformas estructurales que se disponga. La alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michellle Bachelet señaló que estas acciones constituían una clara violación al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, del cual El Salvador es parte [2]. Por su parte, el Gobierno de los Estados Unidos expresó directamente al mandatario Bukele sus preocupaciones sobre el deterioro democrático en El Salvador, reafirmando su compromiso con la institucionalidad democrática. [3]

Estos eventos se dan en el marco de una serie de acciones gubernamentales dirigidas a “limpiar” (en términos del mandatario) el aparato administrativo y judicial del Estado. Entender estos fenómenos requiere de retroceder a los resultados de las elecciones legislativas y analizarlos a partir de conceptos teóricos sobre el populismo y sus efectos sobre la democracia.

Elecciones de medio período: una ruptura histórica

Originalmente, las elecciones de medio período presidencial (elecciones para elegir a los representantes en el parlamento) se pensaron como un mecanismo de debilitamiento del poder del ala demócrata cristiana prevista a ganar las elecciones de 1984 [4]. En términos de Christian Wade [5,] las elecciones legislativas en El Salvador tienden a socavar el liderazgo del presidente y líderes del partido al generarse reconfiguraciones en la correlación de fuerzas legislativas. En este caso, se observa más bien cómo la pérdida de legitimidad del sistema de partidos salvadoreño, aunado a una reducción de los índices de criminalidad, derivaron en niveles de aprobación ciudadana superiores al 90% [6] a pesar de estar en el marco de una pandemia y la crisis económica que esta conlleva.

Estos niveles de popularidad no son casuales. La estrategia de comunicación política del mandatario se basa en “directrices” vía Twitter lo cual brinda una sensación de transparencia y accountability, aunado a la presentación de resultados catalogados como “positivos” en materia de seguridad. Según el mandatario los homicidios pasaron de 50 por cada 100 mil habitantes a 19 por cada 100 mil habitantes [7]. No obstante, estas cifras no han estado libres de críticas. Investigaciones periodísticas han señalado que las disminuciones en las cifras de homicidios presentadas por el Gobierno son el resultado de negociaciones extraoficiales con las maras salvadoreñas; grupos criminales organizados que se han consolidado como poderes fácticos en El Salvador mediante el tráfico ilegal de personas, tráfico de drogas, sicariato, entre otras actividades con el objetivo de ostentar el control logístico-territorial en zonas específicas [8].

Las negociaciones con los grupos criminales de El Salvador no son nuevas. De acuerdo con José Miguel Cruz [9], en el 2012 el Gobierno salvadoreño ya había hecho intentos de negociación con las maras salvadoreñas en un esfuerzo desesperado por disminuir los números de homicidios en el país. Mediante un trabajo de intermediación (muy alejado del enfoque punitivista de la Justicia), el Estado ejerció un rol de intermediación en el conflicto territorial entre las pandillas MS-13 y el Barrio 18. Esto culminó con una disminución del 45% de los homicidios en el país.

Populismo y ascenso del autoritarismo

El populismo como concepto teórico suele estar rodeado de connotaciones peyorativas, resignificaciones y sobre estiramientos conceptuales que en ocasiones suelen vaciarlo de un significado consistente que permita entender el fenómeno discursivo y político en cuestión. Como bien lo señala Juan Manuel Muñoz [10], la principal dificultad a la hora de definir el fenómeno radica en su naturaleza ideacional. En otras palabras, es un concepto sujeto a múltiples interpretaciones que variarán según la latitud, el contexto sociopolítico así como de los acontecimientos históricos que permeen la construcción teórica del concepto.

No obstante, existen comunes denominadores que permiten identificar conductas populistas más allá del plano individual. El trabajo de Wuttke et al. [11] permite identificar que el populismo posee factores ontológicos propios que permiten delimitar el ámbito de existencia del populismo. Entre los elementos en común encontrados por los autores se destacan las orientaciones anti élites, la noción de una soberanía popular y una visión dicotómica de lo constituye el pueblo.

En el caso del discurso de Nayib Bukele, es posible observar cómo su retórica se permea de elementos anti élites, generando así una dicotomía en el imaginario colectivo sobre lo que representa o no al pueblo [12]. Sus expresiones a la otredad política tienen carácter ofensivo y descalificativo, las cuales cumplen el objetivo de asociar a los partidos políticos tradicionales con la “putrefacción institucional” que vive El Salvador.

Estos componentes discursivos se mantienen presentes ya ahora como mandatario. El golpe de Estado generado por el decreto de destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional es la culminación de una serie de esfuerzos por parte del mandatario de socavar la división de poderes, violentar derechos fundamentales de la ciudadanía así como deslegitimar la figura del Poder Judicial tanto a nivel penal como constitucional (la destitución del fiscal general es una muestra de ello).

Steven Levitsky y Daniel Ziblatt [13], en su libro “Cómo mueren las democracias”, ofrecen cuatro indicadores clave del comportamiento autoritario.

  1. Rechazo o débil aceptación de las reglas democráticas del juego
  2. Negación de la legitimidad de los adversarios políticos
  3. Tolerancia o fomento de la violencia
  4. Predisposición a restringir las libertades civiles de la oposición, incluidos los medios de comunicación

A lo largo de la trayectoria gubernamental de Bukele es posible como en menor o mayor medida se han cumplido cada uno de los indicadores de comportamiento autoritario. En el caso de los medios de comunicación, el mandatario ha ordenado investigaciones por lavado de dinero a medios como El Faro (plataforma de verificación de datos salvadoreña) [14] así como el retiro de beneficios fiscales a los medios de comunicación (que en el marco de la digitalización de la información y la pandemia su estabilidad financiera se ve afectada).

El rechazo a las reglas democráticas del juego, lo cual en el plano del ejercicio del poder incluye el respeto al sistema de pesos y contra pesos, Bukele no solamente ha violentado el poder legislativo, sino que ha desacatado fallos de la Sala de lo Constitucional en materia de garantías procesales, derechos laborales de funcionarios públicos así como desconocer la autoridad de este órgano judicial para velar por el respeto a la Constitución y los derechos fundamentales de las personas. [15] [16].

Reflexiones finales

Tanto la llegada al poder, como la praxis política gubernamental de Nayib Bukele se enmarcan en el conjunto de conductas características de los regímenes autoritarios y tácticas discursivas populistas. El ataque sistemático, no sólo a actores políticos electorales/legislativos, sino también a gatekeepers del sistema democrático evidencian la tendencia autoritaria de centralización del poder político.

Es importante tener en consideración que el ascenso de Bukele no es un fenómeno político y social en abstracto, sino la consecuencia de un sistema de partidos incapaz de satisfacer las necesidades y demandas de la sociedad civil inmersa en la violencia del crimen organizado (constituido como un poder fáctico reconocido institucionalmente por el Estado) así como altos niveles de pobreza y desigualdad. La contingencia de los discursos populistas-autoritarios posee múltiples niveles, entre ellos los partidos políticos, la cultura política ciudadana y la fortaleza institucional del sistema democrático [17] . En este caso, es posible observar cómo los controles sobre el poder Ejecutivo fallan ante un sistema democrático con poca capacidad de imposición, un electorado con inclinaciones políticas populistas y un sistema de partidos deslegitimado.

Notas

 [1] Deutsche Welle. (2021, 2 de mayo). Congreso de El Salvador, afín a Bukele, destituye a jueces de la Corte Suprema. https://www.dw.com/es/congreso-de-el-salvador-afín-a-bukele-destituye-a-jueces-de-la-corte-suprema/a-57400940

[2] Deutsche Welle. (2021, 4 de mayo). El Salvador: ONU advierte sobre alarmante tendencia a concentrar el poder. https://www.dw.com/es/el-salvador-onu-advierte-sobre-alarmante-tendencia-a-concentrar-el-poder/a-57422915

[3] Office of the Spokesperson. (2021, 2 de mayo). Secretary Blinken’s Call with Salvadoran President Bukele - United States Department of State. U.S. Department of State. https://www.state.gov/secretary-blinkens-call-with-salvadoran-president-bukele/

[4] Muñoz, J. (2021, 10 de marzo). El Salvador – Midterm Elections Give Control of the Legislative Branch to President Bukele – Presidential Power. Presidential Power. https://presidential-power.net/?p=11594

[5] Wade, C. J. (2016). Captured Peace: Elites and Peacebuilding in El Salvador. In Journal of Latin American Studies. http://sfx.library.uu.nl/utrecht?url_ver=Z39.88-2004&rft_val_fmt=info:ofi/fmt:kev:mtx:journal&genre=unknown&sid=ProQ:ProQ%253Asociologicalabstracts&atitle=Captured+Peace%253A+Elites+and+Peacebuilding+in+El+Salvador&title=Journal+of+Latin+American+Studies&

[6] Forbes Staff. (2020, 26 de noviembre). Bukele tiene 90% de aprobación sobre manejo de pandemia: CIDGallup. Forbes Centroamérica. https://forbescentroamerica.com/2020/11/26/bukele-tiene-90-de-aprobacion-sobre-manejo-de-pandemia-cidgallup/

[7] García, J. (2021, 26 de febrero). El Salvador: Nayib Bukele y el poder absoluto. El País. https://elpais.com/internacional/2021-02-27/nayib-bukele-y-el-poder-absoluto-en-el-salvador.html

[8] Editorial. (2020, 6 de setiembre). El Salvador: Explicación necesaria. El País. https://elpais.com/opinion/2020-09-06/explicacion-necesaria.html

[9] Cruz, J. M. (2014). La transformación de las maras centroamericanas. Cuestiones de Sociología, 10, 1–7. http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.6342/pr.6342.pdf

[10] Muñoz Portillo, J. M. (2020). ¿Por qué es tán difícil definir populismo? Anuario Centro de Investigación y Estudios Políticos, 10(10), 65–88. https://doi.org/10.15517/aciep.v0i10.39155

[11] Wuttke, A., Schimpf, C., & Schoen, H. (2020). When the Whole Is Greater than the Sum of Its Parts: On the Conceptualization and Measurement of Populist Attitudes and Other Multidimensional Constructs. American Political Science Review, 114(2), 356–374. https://doi.org/10.1017/S0003055419000807

[12] Hernádez, K., Salinas, G., & Sorto, J. (2019). Análisis de contenido del discurso de Nayib Bukele, transmitido a través de los Facebook Live, durante el período comprendido entre el 02 de abril del año 2017 y el 03 de febrero del año 2019 [Universidad de El Salvador]. http://ri.ues.edu.sv/id/eprint/22711

[13] Levitsky, S., & Zibllatt, D. (2018). Cómo mueren las democracias (Ariel (ed.1)).

[14] Salinas, C. (2020). Bukele arremete contra el periodismo de El Salvador. El País. https://elpais.com/internacional/2020-09-30/bukele-arremete-contra-el-periodismo-de-el-salvador.html

[15] Arauz, S. (2020, 16 de abril). Nayib Bukele anuncia que no acatará órdenes de la Sala de lo Constitucional - ElFaro.net. El Faro. https://elfaro.net/es/202004/el_salvador/24296/Nayib-Bukele-anuncia-que-no-acatará-órdenes-de-la-Sala-de-lo-Constitucional.htm

[16] Edición América. (2020, 13 de octubre). Bukele llama corruptos a los jueces constitucionales del Supremo por fallos | Política | Edición América | Agencia EFE. Agencia EFE. https://www.efe.com/efe/america/politica/bukele-llama-corruptos-a-los-jueces-constitucionales-del-supremo-por-fallos/20000035-4366060

[17] Levitksy, S., & Ziblatt, D. (2018). op cit.