Análisis semanal 383: El cacao africano y el trabajo infantil (08 de marzo de 2021)

Año: 
2021

 

La zona occidental del continente africano alberga a los países que son responsables de abastecer de semillas de cacao a una parte importante del mundo. Costa de Marfil, por ejemplo, se posiciona actualmente como el primer productor mundial de cacao, según datos del banco mundial, el país produce aproximadamente el 40 % de esta materia prima [1]. Del mismo modo, el más reciente barómetro del cacao, afirma que después de Costa de Marfil, Ghana aporta casi un 30% del producto, concluyendo que el 70% de semillas de cacao que se consumen en todo el mundo se producen en estos dos países [2], anudado al hecho de que es la principal actividad económica de ambos países según lo expresado por el Observatorio de Complejidad Económica (OEC) [3] y cuenta con 920.000 productores y aproximadamente dos millones de hectáreas solo dedicadas al cultivo de la semilla.

Si bien esta actividad es importante a nivel global y supone un gran avance para los países que cultivan el cacao, en realidad las dinámicas tanto de poder como ambientales que se resguardan en el proceso productivo, tienden a ser realmente graves y poco beneficiosas para las familias cacaocultoras y sus entornos, por dos razones clave. La producción de los granos tiende a realizarse en pequeñas granjas familiares que no poseen suelo fértil, y sin los materiales necesarios para su mantenimiento. Por otro lado, cuando la demanda es alta y las granjas familiares no dan abasto, se recurre a plantar en grandes extensiones de parques y áreas protegidas que pasan por un proceso de quema y tala para preparar el terreno [4].

En ese contexto, Richard Asare, investigador del Instituto Internacional de Agricultura Tropical, realiza un recuento de cuanto terreno abarca el cultivo de cacao de manera clandestina en Costa de Marfil, descubriendo que para 1960, el país contaba con aproximadamente 16 hectáreas de áreas protegidas, pero con el creciente proceso de quema, tala y siembra de cacao, para el 2010 habían menos de 2 hectáreas de bosque que aún se conservaban intactos [5]. A raíz de la paupérrima calidad que caracteriza al cacao africano, su precio ha disminuido en los mercados globales dejando con pérdidas significativas a los cacaocultores, limitando su posibilidad para modernizar técnicas agrícolas sostenibles y contratar trabajadores bajo condiciones laborales mejores, trayendo como consecuencia el trabajo infantil.

Trabajo infantil

Ante la pobreza extrema que viven muchas familias cacaocultoras para la contratación adecuada de personas, la mayor fuerza de trabajo en las granjas está compuesta por niños desde los 5 años de edad hasta los 17 [6]. El barómetro del 2018 indica que se contaban 2 millones de niños trabajando en granjas de cacao [7], como consecuencia de la poca modernización y seguridad que caracteriza a la actividad.  Los menores se encuentran expuestos a largas jornadas de trabajo para cortar vainas de cacao, trasladar los sacos de  semillas preparadas e implementar (cuando es el caso) las cargas de agroquímicos a los árboles [8].

En esta misma línea, a causa de las actividades mineras que se practican en Ghana cerca de las zonas de plantación, los entornos cacaoteros se encuentran expuestos a altos niveles de cadmio, que, en un primer momento ocasiona el deterioro de las raíces, plantas, vainas de cacao y fuentes de agua que alimentan a los campos de cultivo, y en un segundo momento se vuelve una amenaza para la vida humana, generando potenciales problemas a las estructuras óseas y a los riñones [9]. A partir de lo anterior, se comprueba que las condiciones laborales para los trabajadores de las plantaciones de cacao se vuelven extremadamente peligrosas y perjudiciales para la salud física y de los entornos naturales.

Respuesta de los actores

Cabe destacar que la problemática sale a la luz pública mediante reportajes y documentales realizados por prensa europea; las empresas productoras de chocolate y cosméticos mantenían silencio hasta la hora que se comienza a conocer la coyuntura a nivel de continente.

Desde hace aproximadamente 20 años, se vienen conversando posibles soluciones a la problemática ambiental y laborales de los países productores de semilla de cacao. En consecuencia, en 2001, varias empresas productoras de chocolate consignaron el Protocolo Harkin-Engel. El objetivo de este acuerdo internacional era impulsar a la industria chocolatera a comprometerse  a acabar con la explotación infantil y fabricar productos libres de las dinámicas de trabajo forzado. Del mismo modo empresas como Compañía Hersheys, Nestlé, Mondelez y Mars en conjunto con el Banco Mundial, han establecido diversos protocolos a lo interno de sus compañías para acabar tanto con la degradación ambiental como con el trabajo infantil, sin embargo, las medidas han sido superficiales y hasta cierto punto fallidas, debido a que las empresas no han mantenido su compromiso y no han entablado diálogos bilaterales suficientes con los cacaocultores africanos conocer a fondo la problemática y su posible solución [10].

El compromiso ha sido insuficiente al punto de que, en el presente año, las grandes empresas de chocolate han sido demandadas ante una Corte Federal de Estados Unidos por promover el tráfico y trabajo forzado de menores [11]. International Rights Advocates (IRA) en nombre de un grupo de personas originarias de Mali, han interpuesto una demanda en la Corte del  Distrito de Columbia, bajo la premisa de que estas personas en época de niñez fueron víctimas de trata y obligadas a trabajar en los campos de cacao de Costa de Marfil destinados a abastecer a estas compañías [12], demostrando una vez más, que esta problemática no ha llegado a su fin.

Notas

[1] La Vanguardia (2020). Costa de Marfil, un productor líder de cacao al borde del desastre ecológico. Recuperado de https://www.lavanguardia.com/vida/20201024/484264972568/costa-de-marfil-un-productor-lider-de-cacao-al-borde-del-desastre-ecologico.html

[2] Voice Network (2018). Cocoa Barometer. Recuperado de https://www.voicenetwork.eu/wp-content/uploads/2019/07/Bar%C3%B3metro-del-Cacao-2018.pdf

[3] Observatorio de complejidad económica (2021). Ghana y Costa de Marfil. Recuperado de https://oec.world/en/profile/country/gha

[4] Voice Network (2018). Cocoa Barometer. Recuperado de https://www.voicenetwork.eu/wp-content/uploads/2019/07/Bar%C3%B3metro-del-Cacao-2018.pdf

[5] Asare, R (2016). The nexus between cocoa production and deforestation. Recuperado de https://www.inter-reseaux.org/publication/n78-ghana-an-agricultural-exception-in-west-africa/the-nexus-between-cocoa-production-and-deforestation/

[6] NORC. (2020). Assessing Progress in Reducing Child Labor in Cocoa Production in Cocoa Growing Areas of Côte d’Ivoire and Ghana. Recuperado de https://www.elespanol.com/invertia/disruptores-innovadores/innovadores/tecnologicas/20210220/rastrear-produccion-cacao-fabricar-chocolate-libre-esclavos/560194521_0.html

[7] Voice Network (2018). Cocoa Barometer. Recuperado de https://www.voicenetwork.eu/wp-content/uploads/2019/07/Bar%C3%B3metro-del-Cacao-2018.pdf

[8] Voice Network (2018). Cocoa Barometer. Recuperado de https://www.voicenetwork.eu/wp-content/uploads/2019/07/Bar%C3%B3metro-del-Cacao-2018.pdf

[9] Jiménez Tobón, C. S. (2015). Estado legal mundial del cadmio en cacao (Theobroma cacao): fantasía o realidad. Producción Limpia, 10(1), 89-104.

[10] Hernandez, N. (2021). Rastrear la producción de cacao para fabricar chocolate 'libre de esclavos'. Recuperado de https://www.elespanol.com/invertia/disruptores-innovadores/innovadores/tecnologicas/20210220/rastrear-produccion-cacao-fabricar-chocolate-libre-esclavos/560194521_0.html

[11] Fallon, P. (2021). Demandan en EE.UU. a Nestlé, Mars, Hershey y otros gigantes alimenticios por incurrir en trabajo infantil en plantaciones de cacao. Recuperado de https://actualidad.rt.com/actualidad/383397-demandar-nestle-hershey-trabajo-infantil-cacao

[12] Ibid