Análisis semanal 370: ¿Y si hacemos un trato?: continúa la novela entre la Unión Europea y el Reino Unido por el Brexit (14 de diciembre de 2020)

Año: 
2020

 

Desde el año 2015, la palabra “Brexit”, ha sonado de manera insistente en los medios internacionales. Se tomó como un parte aguas histórico, un duro golpe más a una Unión Europea que se tambaleaba desde la crisis en Grecia.

Finalmente, el 23 de junio del año 2016 se realizó el referéndum, bajo la pregunta “¿Debe el Reino Unido seguir como miembro de la Unión Europea o dejar esta comunidad de naciones?”, con un ajustado 51.9%, los votantes optaron por salir del bloque europeo.

La idea de un referéndum fue planteada por originalmente por el entonces primer ministro, David Cameron buscando la reelección, considerado cómo un “as” bajo la manga para poner cuatro puntos en la mesa de negociación: una reforma migratoria, el reconocimiento de otras monedas, mejorar la estructura burocrática y dejar la obligación de formar parte de las políticas de integración. [1]

Los ciudadanos británicos, por su parte, acostumbrados a su autonomía insular, sentían un “déficit democrático”, según Expósito (2016) ya que las decisiones no se tomaban en Londres, sino en Bruselas. Además, se veían forzados a seguir las órdenes de un órgano que no fue elegido de manera democrática y en reuniones secretas. El pueblo, tomaba la opción de salirse de la Unión Europea como una posibilidad de que las decisiones económicas, políticas y migratorias volvieran a ser de resorte nacional y exclusivas de su parlamento. [2]

Desde el 2016, el proceso de negociación del Brexit ha tenido más bajos que altos; quienes primero pagaron su cuota fueron los propios políticos, ya que llevó a la renuncia de David Cameron, el 24 de junio del 2016, la consecuente asunción de Theresa May el 13 de julio del mismo año, su renuncia el 24 de mayo del 2019 después de tan solo tres años de mandato y finalmente la llegada del explosivo y excéntrico exalcalde de Londres, Boris Johnson, quien se mudó al N° 10 de Downing Street, el 24 de julio del 2019.

Para el año 2019, las negociaciones se habían extendido dos veces y se encontraban en la etapa que se conocía cómo “negociaciones de divorcio”, que buscan definir bajo qué condiciones saldría el Reino Unido de la Unión Europea, entre los temas que se pelean en este “acuerdo de retirada”, están cuánto tiene que pagar el Reino Unido, qué va a pasar con los ciudadanos británicos que vivan en algún lugar de la Unión Europea y  como evitar volver a fronteras físicas cuando Irlanda del norte sea la frontera entre el Reino Unido y la Unión Europea.

Si bien, la salida del Reino Unido fue “oficial” el 31 de enero de este año, las negociaciones siguen para definir cómo será la vida después del Brexit, y el plazo de estas se vence el 31 de diciembre del 2020.

Este año, todo se pintó color COVID-19, y las negociaciones del Brexit no fueron la excepción, con las negociaciones suspendiéndose en noviembre, cuando uno de los miembros del equipo negociador de la Unión Europea dio positivo para el virus. [3]

En este momento, el área que parece tener más problemas para llegar a un acuerdo es la del comercio; parece ser esta dónde ambos bandos se encuentran en un impasse.

Pero, ¿qué es lo que se negocia?

Parece que los puntos importantes se pueden reducir a tres, expuestos por Morris [4]:

  1. La pesca: en términos de la economía de ambos bandos, esta es un área muy pequeña, pero para países como Francia es de suma importancia. En el caso de la Unión Europea, esta busca mantener el acceso máximo de su flota y mantener las operaciones normales en aguas del Reino Unido, dónde la pesca está valorada en casi 600 millones de euros cada año. Reino Unido, quiere la mayoría de ese negocio de vuelta y busca priorizar sus propias embarcaciones.

 

Morris resume: “[…] la disputa no es sólo por el acceso, sino por quién tiene la porción más grande de la cantidad de pesca de Reino Unido- no es sólo por dónde se puede pescar, pero qué puedes pescar.” [5]

Si no se llega a un acuerdo en términos de acceso, Reino Unido no tendrá oportunidad de llegar al mercado de la Unión Europea, sin aranceles e impuestos, para vender sus peces allá, el año pasado, tres cuartos del pescado británico fue exportado a la Unión Europea.

  1. Un terreno de juego nivelado: Este punto hace referencia a una competencia justa, dónde ningún negocio nacional tenga ventaja sobre el otro.

Morris explica:

Si se eliminan regulaciones, puede ser más barato producir cosas, haciendo que algunas compañías sean más competitivas que las otras, y la Unión Europea está preocupada de que el Reino Unido pueda hacer esto en el futuro.

Es por esto que la Unión Europea quiere que el Reino Unido se apegue a las reglas de la Unión Europea en temas como derechos de los trabajadores, regulaciones ambientales que las compañías tienen que seguir y ayuda estatal (subsidios dados por el gobierno a las empresas). [6].

El problema subyace en que, el principal objetivo del Brexit era romper con las normas impuestas por la Unión Europea; y el Reino Unido está determinado a mostrar su soberanía en temas como los subsidios, intentando incluso persuadir a la Unión que los copiaran de ellos.

  1. Resolución de disputas: este tema concretamente, pretende definir cuáles serán las reglas del acuerdo, cómo serán aplicadas y qué régimen sancionatorio se aplicará en caso de violación de la normativa.

La Unión Europea aboga por tener el poder de aplicar el “ojo por ojo, diente por diente”, en otros términos, si el Reino Unido rompe una regla, la Unión Europea puede golpearlos con otra; imponiendo aranceles o impuestos dónde piense que causará más daño.

De ahí se deriva el ¿quién y dónde se resolverán las disputas y dónde calza en esto la Corte Europea de Justicia?

Si bien este no es el único tema importante en temas de negociación, áreas como la migración, la moneda, las reformas legales, los acuerdos comerciales de base; limitan que no haber consensos en estos temas, la posibilidad de encontrarlo en algún otro se dificulta.

Kuenssberg, explica la negociación de la siguiente manera: “[…] es distópico- Reino Unido quiere tener libertad absoluta para hacer cosas que probablemente nunca hará- aparte de algunos remiendos. La Unión Europea quiere protegerse a sí misma de cosas que probablemente nunca pasarán.”  [7]

Sin embargo, con acuerdo o no, el mundo se verá diferente cuando el primer mes del 2021 llegue.

Kerley expone siete cosas que cambiarán el próximo mes: [8]

  1. Para viajar a cualquier país de la Unión Europea, los habitantes de Reino Unido tendrán que tener un pasaporte con un mínimo de seis meses de vigencia, seguro de viajes, permiso de conducir internacional y un teléfono con un plan internacional, ya que aquellos que funcionan en Reino Unido no tendrán servicio de roaming en otros países europeos.
  2. En las líneas de migración en las fronteras, habrá diferentes líneas para ciudadanos de Suiza, la Unión Europea y del Área Económica Europea, y los turistas británicos, podrán visitar el área de Schengen, así como Noruega e Islandia, naciones que forman parte de Unión Europea, entre otros- por noventa días.
  3. Ahora, habrá límites para la cantidad de ítems que se pueden llevar de la Unión Europea al Reino Unido en términos de compras libres de impuestos; anteriormente no había límite siempre y cuando el impuesto fuera pagado dónde este fue comprado y se pudiera comprobar que era para uso personal.
  4. El libre tránsito -y la mudanza- entre la Unión Europea y el Reino Unido se acabará el 1 de enero del 2021, para aquellos que ya viven dentro de la Unión Europea -dependiendo del país- no cambiará mucho, sin embargo, algunos países exigen que se aplique para la residencia, o que se demuestre que se tiene trabajo en el país donde se reside.
  5. Los habitantes de Reino Unido nacidos en Islandia, Liechtenstein, Noruega o Suiza tendrán que aplicar para la ciudadanía británica.
  6. Habrá un sistema de puntos, en términos de inmigración; aquellos que quieran aplicar para trabajar, vivir o estudiar en Reino Unido deberán aplicar -y pagar- por una visa.
  7. En Inglaterra, Gales y Escocia, los importadores y exportadores tendrán que declarar a aduanas, como si estuvieran en cualquier otro país del mundo. Productos como plantas, animales vivos y algunos alimentos, necesitarán de licencias y certificados especiales.

Debido al COVID19 y la crisis económica que trajo consigo, Reino Unido retrasará la imposición de las reglas por seis meses.

Si las negociaciones no llegan a un acuerdo, Reino Unido deberá comerciar a partir del primero de enero bajo las reglas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), o a lo que se le llama un “acuerdo tipo Australia”; que básicamente es comerciar sin ningún acuerdo, bajo las reglas establecidas en la OMC.

Hay dos problemas ante esta situación; la distancia de Australia en relación con Reino Unido hace que el comercio entre las naciones sea reducido, la Unión Europea es el vecino de al lado de Reino Unido, además, no depende de chequeos fronterizos, atrasos y aranceles como dependen la Unión Europea y el Reino Unido entre sí.

De no llegar a un acuerdo, tarifas impuestas por la OMC a artículos como vehículos (un 10%) o productos agrícolas (que tienen un aumento considerable, todo producto lácteo tiene un aumento del 35%), significaría un impacto importante a los comercios de Reino Unido a la hora de vender productos a la Unión Europea. [9]

De momento, la Unión Europea parece tener un plan “contingente” en caso de no llegar a ningún acuerdo, con el objetivo de mitigar algunas interrupciones que se podrían dar. Entre estas medidas se encuentran:

  • Asegurar que ciertos “servicios aéreos” continúen funcionando por seis meses entre la Unión Europea y Reino Unido, siempre y cuando esta región haga lo mismo.
  • Permitir que los certificados de seguridad aérea se utilicen en la Unión Europea sin interrupción para evitar anclajes en tierra.
  • Asegurar la conectividad de transporte de pasajeros por seis meses, mientras Reino Unido haga lo mismo.
  • Permitir la posibilidad de acceso recíproco a embarcaciones de Reino Unido y la Unión Europea a las aguas de cada uno por un año, o hasta que se llegue a un acuerdo.  [10].

La falta de un entendimiento, legal y formalizado, traerá consecuencias que van desde el precio de los bienes, a la oferta de comida fresca y las opciones en los supermercados, hasta las investigaciones entre fronteras; al salirse de la Unión Europea, Reino Unido pierde su acceso a las bases de datos en temas de huellas dactilares, antecedentes criminales y personas buscadas. [11]

Se asume, de manera optimista, que no llegar a un acuerdo significaría tantos problemas para ambas partes y que, esto es lo que impulsaría los deseos de coincidir. De momento, parece que esta historia de cinco años, se hará aún más larga.

Las esperanzas se mantienen con miras a un 2021 próspero, que dé la oportunidad de construir de nuevo lo que los desastres naturales, gestiones gubernamentales ineficientes y el COVID19 destruyeron. Que el inicio de la nueva década traiga -para Reino Unido, la Unión Europea y todo el mundo- el cambio que se necesita desesperadamente.

Notas

[1] Mangas, A. (2016). Los dilemas del Reino Unido y de la UE: ¿salir o cambiar la Unión? Real Instituto Elcano. Madrid, España. Recuperado de: http://www.realinstitutoelcano.org/wps/wcm/connect/d38c86004cfa3c39a35bafdead3c180c/Dossier-Brexit-web.pdf?MOD=AJPERES&cacheid=1464799128202]

[2] Expósito, R. (2016). La posible salida de Reino Unido de la Unión Europea. Facultad de Derecho, Universidad de la Laguna. Tenerife, España. Recuperado de: https://riull.ull.es/xmlui/bitstream/handle/915/2541/LA%20POSIBLE%20SALIDA%20

[3] Gallardo, C. (19/noviembre/2020). Brexit talks suspended after negotiator tested positive for coronavirus. Politico. Recuperado de: https://www.politico.eu/article/brexit-talks-suspended-briefly-as-eu-official-tests-positive/

[4] Morris, C. (9/diciembre/2020). Brexit trade deal: What are the sticking points?. BBC News. Recuperado de: https://www.bbc.com/news/52937766

[5] Ibid.

[6] Ibid

[7] Kuenssberg. L (10/diciembre/2020). Brexit: trade deal now looking remote. BBC News. Recuperado de: https://www.bbc.com/news/uk-politics-55255003

[8] Kerley, P. (2/diciembre/2020). Brexit: Seven things changing in January and others that remain unresolved. BBC News. Recuperado de: https://www.bbc.com/news/explainers-54195827

[9] Morris, C. (10/12/2020). What does no-deal ‘Australia style’ Brexit mean?. BBC News. Recuperado de: https://www.bbc.com/news/uk-45112872

[10] Redacción. (10/12/2020). Brexit: EU sets out plans in case trade talks with UK fail. BBC News. Recuperado de: https://www.bbc.com/news/world-europe-55259144

[11] Redacción. (8/diciembre/2020). Brexit: What would no deal mean. BBC News. Recuperado de: https://www.bbc.com/news/uk-politics-48511379