Fratelli tutti: La encíclica del Sumo Pontífice que arremete contra el neoliberalismo

Fuente: El País

8/10/2020

Fratelli tutti es el nombre que recibe la más reciente encíclica del Papa Francisco. Es una expresión italiano que significa: "Hermanos todos" y se motiva en el contexto mundial durante la pandemia del COVID-19.

Desde un punto de vista político, esta encíclica tiene gran significado en tanto se une al discurso que critíca cómo las condiciones estructurales del mercado y la economía de los Estados son las causas de los problemas originados durante la pandemia. En este sentido, el Sumo Pontícife señala que el modelo hiper consumista que se ha venido desarrollando ha degradado al mundo en términso medioambientales pero también ha incrementado la desigualdad e injusticia social.

Para el Papa Francisco, el neoliberalismo ha establecido una "tiranía de la propiedad privada", en donde dicha propiedad tiene más valor que los bienes comúnes. Así también, critíca cómo el liberalismo económico ha desamparado a muchos sectores que, en tiempos de pandemia, ven cómo el libre mercado no puede regularse solo pues los más desposeídos sufren las consecuencias de manera agudizada.

En sus propias palabras:  El mundo avanzaba de manera implacable hacia una economía que, utilizando los avances tecnológicos, procuraba reducir los costos humanos, y algunos pretendían hacernos creer que bastaba la libertad de mercado para que todo estuviera asegurado. Pero el golpe duro e inesperado de esta pandemia fuera de control obligó por la fuerza a volver a pensar en los seres humanos, en todos, más que en el beneficio de algunos.

Los medios de comunicación y las tecnologías son criticadas también dado que el Papa argumenta cómo se han utilizado para manipular la opinión pública, sembrar la discordia y dividir a las personas. En este sentido, la globalización no está uniendo a las personas, sino más bien fragmenta las sociedades paulatinamente.

Así pues, los sistemas económicos han enajenado a las personas de todo valor integral, pues prioriza la riqueza y la propiedad privada sobre las vidas y la felicidad de las personas. Para finalizar, el Sumo Pontífice concluye con estas palabras: El principio del uso común de los bienes creados para todos es el primer principio de todo el ordenamiento ético-social, es un derecho natural, originario y prioritario. Todos los demás derechos sobre los bienes necesarios para la realización integral de las personas, incluidos el de la propiedad privada y cualquier otro, no deben estorbar. 

Ver: El País

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