Análisis semanal 356: Espejito, espejito ¿Refleja el Debate presidencial una crisis en Estados Unidos? (07 de octubre de 2020)

Año: 
2020

 

La humanidad parece estar en medio de una efervescente crisis política. En todos los rincones del mundo se desarrollan noticias sobre la decadencia en la que va cayendo y las luces de esperanza para salir de esta se ven cada vez más lejanas. Desde noticias que anuncian la explosión de otra guerra hasta un gran grupo de migrantes huyendo de la pobreza de su país y en busca de una mejor vida en medio de una pandemia, la humidad parece ahogarse más en su propio caos. Nuestro gran vecino del Norte, la gran potencia mundial,  el gran líder global no es la excepción a este desorden y confusión. Estados Unidos parece ser el reflejo de ese embrollo  global que se unifica en una sola nación y sin mucho ahínco lo demuestra políticamente en el primer debate por la presidencia de la nación.

El presidente Trump y el ex-vicepresidente Binden se vieron la cara por primera vez, en el ámbito de la contienda presidencial, el pasado martes 29 de septiembre. Un debate presidencial, donde se suponía iban a discutir sus propuestas políticas y la división que afrenta Estados Unidos, termino siendo una discusión personal entre dos señores blancos y como decimos popularmente: tirándose hachazos el uno al otro. Sin más ni menos el debate se desarrolló en miras de exacerbar las emociones y no en debatir las ideas.  Demostrando, también, la gran división que existe actualmente en Estados Unidos y plantando en el imaginario lo que muchos ya han enunciado: la posibilidad de un estallido de guerra civil en la nación.

El debate se puede describir como “la fotografía de un país polarizado políticamente y sacudido por varias crisis simultáneas” (1). Asimismo, este cumplió con la funcionalidad de “reflejar el grado de deterioro político del país, con un recelo y desprecio entre rivales electorales inimaginable algún tiempo atrás” (2). Entre los problemas que aquejan la nación norteamericana y que se suponía iban a formar parte de la discusión estaban “la pandemia de coronavirus que suma más de 205.000 muertes en EE.UU., el colapso de la economía o las protestas contra el racismo y la brutalidad policial” (3). Sin embargo, en vez de mostrarse como los lideres capaces de unificar al país en época de crisis se apeló a la retórica, bastante utilizada por Trump y en la cual Biden siguió el juego, de “nosotros contra ellos” (4).

Las acusaciones tan directas que se dieron durante el debate son un reflejo de lo que se ve diariamente en las calles estadounidenses. Esta situación no se da en un vacío de contexto, sino que son acciones sintomáticas que forman un círculo vicioso: líderes con sus conductas, que alimentan las acciones de los ciudadanos, que al mismo tiempo alimentan las conductas de sus líderes. De tal forma, se recala que  “en tiempos de tanta polarización y con milicias armadas que ganan presencia en EE.UU., muchos temen que una disputa por el resultado electoral derive en una crisis política sin precedentes en la historia moderna del país” (5). Situación que se puede ver revitalizada tras la pregunta elaborada por el presentador, refiriéndose al día de las votaciones, cuando “le preguntó a Trump si instaría a sus seguidores a mantener la calma en ese período sin participar en disturbios civiles” (6). A lo que el presidente contesto: "vayan a las urnas y miren con mucha atención". Una frase un tanto cizañosa en la cual implanta la duda de la legitimidad de la elecciones y dando a entender que si el pierde es debido al fraude.

Sin ánimos de tomar partido entre ambos contendientes, es casi que imposible de ignorar que el estado de violencia y división en Estados Unidos no tiene que ver con su actual presidente. Este puede ser un grito de alarma para que este personaje no se haga con el poder durante 4 años más,  contra un llamado de alerta para aquellos grupos que se han sentido legitimados bajo el mandato de Trump. Claramente este posicionamiento se visibiliza cuando “el moderador emplazó a Trump a condenar los grupos supremacistas blancos, cuya presencia en las calles, en protestas y manifestaciones, se ha multiplicado durante su Administración. Trump evitó rechazarlos. “Casi todo lo que veo [de violencia] es de la izquierda, no de la derecha”, dijo, y entonces se dirigió directamente a uno de esos movimientos, Proud Boys: “Proud Boys, retroceded y quedaos a la espera” (7). Proud boys es un grupo de extrema derecha cuya ideología ha sido etiquetada de misógina, islamofóbica, transfóbica y antimigración, además de que se les han vinculado a ataques violentos en contra de manifestantes (8).

Si en los últimos cuatro años del mandato del presidente Trump el país norteamericano se ha visto sumido en un caos social, los siguientes cuatro años en el mandato para muchos parece ser toda una pesadilla contada en muchas películas de Hollywood. De tal forma, incluso experto republicanos exponen: “estamos convencidos de que 4 años más de Donald Trump, llevarán a Estados Unidos a la bancarrota moral, daño irreparable a nuestra democracia y transformación permanente del Partido Republicano en un órgano tóxico de culto a la personalidad del presidente” (9). Estados Unidos atraviesa un clima de hostilidad “cuando falta poco más de mes y medio para las más reñidas elecciones presidenciales de su historia, Estados Unidos se enfila a un creciente caos e incertidumbre, que generan alarma y nerviosismo entre expertos y la población por el impacto que puedan tener en la seguridad y estabilidad durante comicios que este año” (10). Igualmente, exfuncionarios de la administración Trump declaran que “los desafíos globales de Estados Unidos demandan un presidente capaz de liderar en el escenario mundial, al lado de los aliados y confrontando a los adversarios, no alguien que alaba a autócratas totalitarios, que encarcelan periodistas, que se codea con tiranos que persiguen a minorías religiosas y envían cartas de amor a dictadores que tienen campos de concentración modernos” (11).

La prensa internacional también ha mostrado su sorpresa ante el espectáculo dado por los dos candidatos. Los adjetivos utilizados por los medios para describir este duelo reflejan el show que Estados Unidos y su política le dio al mundo, por ejemplo: caos, burlesco y deprimente. De tal forma el Deutsche Welle hace un recuento de la reacción entre la prensa latina: “el primer debate electoral entre Donald Trump y Joe Biden ha sorprendido a la prensa latinoamericana, pero no positivamente. El caos y las agresiones verbales deslucieron el acto” (12). El diario la Nación lo describió como “un ida y vuelta caótico, sucio, picante, generoso en chicanas y ataques personales, y muy escuálido en discusiones sustanciales sobre el futuro de Estados Unidos” (13). Otro diario de argentina publicó que fue  “un debate presidencial caótico, pleno de insultos y golpes bajos, como quizás no se haya visto nunca en la política estadounidense y un signo del clima que se vive hoy en este país, dividido y exasperado, con un presidente que rompe todos los esquemas” (14). El diario mexicano El Universal lo describió como “un espectáculo que parecería más apropiado para una pelea de box o de lucha libre: el rudo contra el técnico, o el bully contra el que trata de esquivarlo” (15).

Los sucesos muestran la crisis en la que Estados Unidos se ve cada vez más sumergido. Marcada por una gran variedad de problemas que se han unido, llevando a su ciudadanía al borde y a los confrontamientos diarios. Este debate presidencial será recordado en la historia de la humanidad como aquel circo que reflejo la conflictiva situación de la sociedad norteamericana. Este espectáculo “nos dice mucho acerca del lamentable estado de la discusión política en la que todavía se considera a sí misma la democracia más poderosa del mundo” (16). Sin lugar a dudas, vemos una nación al borde del caos en medio de una contienda electoral que se centra en prender las llamas de la emocionalidad. Un momento vulnerable cuya explosión puede ser detonada por el más mínimo movimiento e incluso donde cabe la duda de si alguno de estos líderes lo están buscando, con fin de adquirir o mantener el poder de la nación. La ironía de todo esto es que vemos una nación sumamente dividida y confrontada cuyo nombre literalmente señala el estar Unidos.   

Notas

  1. Lissardy, Gerardo. 2020. "Lo Que El Caótico Debate Entre Trump Y Biden Muestra Sobre El Deterioro Político De Estados Unidos - BBC News Mundo". BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-54353115.
  2. Ibid.
  3. Ibid.
  4. Ibid.
  5. Ibid.
  6. Ibid.
  7. Mars, Amanda. 2020. "El Caos Y Los Ataques Personales Marcan El Primer Debate Entre Trump Y Biden". EL PAÍS. https://elpais.com/internacional/elecciones-usa/2020-09-30/el-caos-y-los-ataques-personales-marcan-el-primer-debate-entre-trump-y-biden.html.
  8. P. Murphy, Paul. 2020. "Proud Boys: ¿Quiénes Son Y Qué Dijo Trump Sobre Ellos En El Debate?". CNN. https://cnnespanol.cnn.com/2020/10/01/proud-boys-quienes-forman-este-grupo-de-ultraderecha-y-que-dijo-trump-sobre-ellos-en-el-debate/.
  9. A. Meraz, Gregorio. 2020. "OPINIÓN: Estados Unidos Se Enfila Hacia El Caos Y La Incertidumbre Electoral". Los Angeles Times En Español. https://www.latimes.com/espanol/opinion/articulo/2020-09-08/opinion-estados-unidos-se-enfila-hacia-el-caos-y-la-incertidumbre-electoral.
  10. Ibid.
  11. Ibid.
  12. Macias Reyes, Rosa Delia. 2020. "Prensa En Latinoamérica Sobre Debate Trump-Biden: “Lamentable Estado De La Discusión Política” | DW | 30.09.2020". DW.COM. https://www.dw.com/es/prensa-en-latinoam%C3%A9rica-sobre-debate-trump-biden-lamentable-estado-de-la-discusi%C3%B3n-pol%C3%ADtica/a-55110441.
  13. Ibid.
  14. Ibid.
  15. Ibid.
  16. Ibid.