Análisis semanal 347: En el mar la vida no siempre es tan sabrosa: peligroso juego en el mediterráneo (24 de agosto de 2020)

Año: 
2020

 

En las últimas décadas el mediterráneo se ha caracterizado por ser esa zona en la que convergen dos mundos completamente contradictorios y extremistas. Por un lado nos vienen imágenes a la mente como esas playas de arena blanca y aguas cristalinas con pequeños pueblos que se extiende por las montañas completamente coloridos o poderosamente emblanquecidos. Mientras que del otro lado del mediterráneo el mundo es testigo de historias atroces enmarcadas por cuadros de violencia, pobreza y disputas por el poder. En el medio un gran canal de agua salada en la que se encuentra una variada biodiversidad, una inmensa cantidad de cadáveres que alguna vez fueron personas migrantes provenientes del norte africano y un vasto yacimiento de recursos energéticos.

Como todos los conflictos del mediterráneo, hay una gran cantidad de países involucrados, políticos, tratados, zonas fronterizas desdibujadas y vueltas a dibujar y una gran historia llena de polémica, injusticia, dividida y basada en decisiones cuestionables con olor a colonizador y colonia. De tal manera, el mediterráneo vuelve a atraer la mirada del mundo a sus aguas y es que todas las características descritas arriba no son suficientes para llamar la atención. En este último, la tensión ha ido creciendo y los titulares de los medios de comunicación hacen un llamado de la posible explosión de una guerra entre sus aguas. La tensión entre Turquía y Grecia crece debido a una disputa por apropiarse de los yacimientos de gas que se encuentran en la zona marítima.

A finales de agosto de este descontrolado 2020 varios buques militares se vieron la cara en el mediterráneo: “un barco de guerra griego y uno turco se acercaron peligrosamente. Francia envió barcos de guerra para apoyar a Atenas. De ese modo, tres socios de la OTAN estaban enfrentados” (1). A pesar de la tensión, la situación siguió escalado aún más: “Italia se ha sumado este miércoles a las maniobras militares puestas en marcha por Grecia y Chipre en el Mediterráneo oriental, unos ejercicios destinados a contrarrestar la creciente beligerancia de Turquía en la zona” (2). La situación no se da en un vacío histórico, puesto que la tensión entre Turquía y Grecia tiene un tiempo desarrollándose a raíz de la disputa entre ambos países por ciertas áreas marítimas (3).

Una de las partes más involucrada en esta situación es la Unión Europea que muestra gran preocupación en el conflicto. Aparte de que muchos de sus integrantes están actuando directamente en este, los comentarios directos y fuertes no dejaron duda alguna de un posible intercambio de fuego. Por un lado, “Francia advirtió, por su parte, a Turquía que el Mediterráneo oriental no puede constituir un “terreno de juego” para las “ambiciones” nacionales” (4). Por el otro lado el presidente turco puntualizó que “no hará ninguna concesión en la defensa de sus intereses gasíferos en la zona e instó a Grecia a evitar cometer cualquier error que la lleve a su perdición” (5). Mientras tanto Grecia está dispuesta a dialogar siempre y cuando Turquía deje de provocar (6). De tal forma, los representantes mandan directas y amenazas que pueden volverse en cualquier momento realidad. Solo basta que alguna nación cometa un mínimo movimiento o que tome la pésima decisión de convertir su discurso en acción.

Turquía al interpretar el papel del villano se queda cada vez más aislado en esta confrontación. El presidente de la nación turca insiste en llevar a cabo una política más confortativa ya que él afirma que “Turquía está “determinada a hacer todo lo necesario” para seguir con sus planes. “No comprometeremos lo que es nuestro”, ha dicho Erdogan, recordando que ellos no tienen “el ojo puesto en el territorio, la soberanía y los intereses de otros”, por lo que no harán concesiones (7). Mientras tanto “Grecia acusa a Turquía de “violar repetidamente” la Convención de la ONU sobre la Ley del Mar (que Ankara no ha firmado) y las normas del derecho internacional” (8).

Por lo tanto, la UE ha respondido con ciertas sanciones a Turquía ya que ha interpuesto una “prohibición de entrada en territorio comunitario de dos directivos de la petrolera turca y la congelación de sus bienes” (9). Mientras tanto, Alemania está intentando hacer el rol de mediador ya que busca “evitar que el choque lleve la relación con Turquía a un punto de difícil retorno” (10). Esto debido a que hay varios puntos de interés por parte la de la UE en Turquía como la que se describe: “Bruselas trata a Turquía desde hace años con guantes de seda porque vive bajo la constante amenaza de que Ankara pueda renunciar al tratado sobre refugiados y abrirles a estos el portal hacia Europa. Por el otro, la UE se ve obligada a dar la cara por Grecia y Chipre, países miembros del bloque comunitario” (11).

A finales del mes hubo reuniones informales entre los representantes de política exterior de las distintas naciones en la cual Turquía pide a la UE ser “un mediador neutral" (12). Por medio de un comunicado en la web del Ministerio turco de Exteriores mencionan que “si la UE desea una solución en el Mediterráneo, debería actuar de forma neutral y ser un mediador sincero” (13). Además, “en el comunicado, Ankara reitera su disposición al diálogo, pero advierte que un lenguaje como el utilizado por la UE no solo no ayuda a resolver la cuestión sino que no hará más que aumentar la determinación de Turquía” (14). Esto en relación a lo enunciado por el represéntate de política exterior de la UE que indicaba la necesidad de defender los interese europeos y solidarizarse con los miembros socios: Grecia y Chipre (15).  

Una razón para volver más dramático al 2020; la explosión de una nueva guerra con vieja historia. Sobre todo en el antiguo continente cuyo recuerdo en la temática bélica sigue estando bastante presente. Un conflicto que parece encargársele al pasar del tiempo con el fin apaciguar las aguas. Sin embargo,  en una situación tan tensa que con el mínimo movimiento equivoco puede estallar. Definitivamente el accionar de las autoridades y sobre todo el llamado a la razón es necesario, si es que eso existe. Mientras tanto, las naciones bañadas por el mar Mediterráneo siguen jugando el juego de “¿quién tiene más poder? ¿quién está dispuesto a arriesgarse más?” intentando encontrar donde se encuentra el límite de sus naciones vecinas y reflejando padecer de flaca memoria histórica. De tal forma “mientras Atenas reclama poder explotar las aguas que rodean sus islas –una de ellas a tan solo dos kilómetros de Turquía– Ankara se niega a aceptarlo y la ley internacional no resuelve el problema” (16).

Notas

  1. Wesel, Barbara. 2020. "Peligrosa Disputa Por El Gas Entre Grecia Y Turquía". Deutsche Welle. https://www.dw.com/es/peligrosa-disputa-por-el-gas-entre-grecia-y-turqu%C3%ADa/a-54705609
  2. Naya, Albert, Bernardo de Miguel, and Ana Carbajosa. 2020. "Cuatro Países Europeos Inician Maniobras Militares En El Mediterráneo Ante La Creciente Tensión Con Turquía". EL PAÍS. https://elpais.com/internacional/2020-08-26/cuatro-paises-europeos-inician-maniobras-militares-en-el-mediterraneo-ante-la-creciente-tension-con-turquia.html
  3. "Cinco Países Juegan A La Guerra En Las Aguas Del Mediterráneo Oriental". 2020. La Nación, Grupo Nación. https://www.nacion.com/el-mundo/conflictos/cinco-paises-juegan-a-la-guerra-en-las-aguas-del/46OITMXDLNG2HGE3PCTSJEN62A/story/
  4. Ibid.
  5. Ibid.
  6. Ibid.
  7. Wesel, Barbara. 2020. Op cit.
  8. Naya, Albert, Bernardo de Miguel, and Ana Carbajosa. 2020. Op cit.
  9. Ibid.
  10. Ibid.
  11. Wesel, Barbara. 2020. Op cit.
  12. "Turquía pide a sa UE ser mediador neutral en conflicto con Grecia". 2020. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/politica/20200828/483137985802/turquia-pide-a-la-ue-ser-mediador-neutral-en-conflicto-con-grecia.html
  13. Ibid.
  14. Ibid.
  15. Ibid.
  16. Naya, Albert, Bernardo de Miguel, and Ana Carbajosa. 2020. Op cit.