Análisis semanal 330: Nuevo capítulo en la cooperación energética Venezuela-Irán (25 de mayo de 2020)

Año: 
2020

 

La tensión se había acumulado en los últimos días conforme los buques-tanque Fortune, Petunia, Forrest, Faxon y Clavel, con 1,53 millones de barriles de combustible (valorados en US$45,5 millones de dólares), se acercaban al Caribe en ruta hacia puertos venezolanos. Los barcos salieron de Bandar-Abbas en Irán el pasado 16 de mayo como parte de un acuerdo entre los gobiernos de la República Islámica de Irán y la República Bolivariana de Venezuela, y llevan además aditivos, catalizadores y componentes necesarios para la refinación de gasolina que diversas empresas se niegan a suministrar a Venezuela por temor a las sanciones impuestas por Estados Unidos.

Por un lado, pese a contar con una de las reservas de petróleo más grandes del mundo, Venezuela necesita desesperadamente gasolina. Sus refinerías han colapsado por la mala administración y las más de 150 sanciones estadounidenses dirigidas a expulsar del poder al presidente Nicolás Maduro. Por otro lado, Irán ha estado igualmente sometido a sanciones, pero tiene un excedente de gasolina debido al colapso económico mundial causado por el COVID-19. Es preciso tomar en cuenta que todas estas son sanciones unilaterales de EE.UU. Ninguna resolución de la ONU prohíbe a Irán exportar combustible, o a Venezuela importarlo.

Ante la inminente llegada de los buques-tanque a Venezuela las alarmas diplomáticas se activaron, especialmente ante la posibilidad de que EE.UU. interceptara las naves. En abril, el presidente Trump movilizó destructores de la Marina como parte de una operación "antidrogas" dirigida a Venezuela, y el jueves 21 de mayo un funcionario de alto rango del gobierno estadounidense dijo a la agencia británica Reuters que la Casa Blanca estaba considerando tomar medidas en respuesta al envío de combustible iraní a Venezuela[1]. La reacción iraní no se hizo esperar. Un día después el presidente iraní Hassan Rouhani dijo que su país “tenía derecho a defender su soberanía e integridad territorial”, y advirtió que si los buques petroleros de su país en el Caribe o en cualquier parte del mundo “se metían en problemas debido a los estadounidenses”, Teherán definitivamente tomaría represalias.[2] Además, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, envió una carta al Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, señalando que "las amenazas ilegales, peligrosas y provocativas” de EE.UU. eran un tipo de “piratería”, que suponía un gran riesgo para la paz y la seguridad internacionales.[3]

A las tres de la tarde del sábado 23 de mayo el patrullero Yekuana de la Fuerza Armada Bolivariana (FANB) empezó su misión de acompañamiento y escolta en aguas internacionales y a las 19:30 horas de Venezuela, después de 12.000 km de recorrido, el buque Fortune ingresó sin contratiempos a la Zona Económica Exclusiva de Venezuela, hecho que fue inmediatamente celebrado por la diplomacia de ese país. El Canciller Jorge Arreaza dijo en Twitter: “hoy vemos los frutos del mundo multipolar, de nuestra diplomacia Bolivariana de Paz y Cooperación Sur-Sur. Irán y Venezuela siempre nos hemos ayudado en momentos de dificultad”. Por su parte, el embajador de Venezuela en las Naciones Unidas Samuel Moncada, afirmó que la llegada del Fortune iraní “demostraba que la solidaridad entre los pueblos puede transformar las consecuencias de la geopolítica de EE.UU.”

Pese a sus amenazas, EE.UU.  no impidió la llegada del Fortune. Haber interceptado o impedido su paso habría generado un conflicto con consecuencias impredecibles y posibles repercusiones en el Golfo Pérsico, algo que la Administración Trump seguramente no desea en un año electoral. Hasta el momento, las reacciones de Washington se han limitado a deslegitimar el acuerdo venezolano-iraní. Así, Brian Hook, Representante Especial de EE. UU. para Irán afirmó: "Este envío sería un ejemplo de cómo el régimen iraní toma la riqueza del pueblo iraní y la gasta en Venezuela, en Maduro"[4]. Una afirmación que insinuaba que el combustible había sido “regalado” y que contradecía a otros voceros de la Administración Trump que afirmaron que el envío de combustible habría sido pagado con oro por parte de Venezuela[5].

Irán y Venezuela han mantenido estrechos lazos desde inicios de este siglo, pero especialmente a partir de los gobiernos de Hugo Chávez y Mahmoud Ahmadinejad, quienes suscribieron cientos de acuerdos y convenios en una amplia variedad de temas. Quizás con la excepción del proyecto “Gran Misión Vivienda Venezuela” que implicó colaboración entre los dos países en materia de construcción de unidades habitacionales, prácticamente ninguna de las grandes iniciativas de cooperación bilateral o comercial tuvieron un impacto significativo.

La llegada de los buques-tanque iraníes tampoco constituye el primer episodio en materia de cooperación energética entre los dos países. En 2007, a partir de la débil capacidad de refinación que presentaba Irán hacia el año 2007, ambos países llegaron a un acuerdo para la exportación de gasolina venezolana a Irán. Dos años después el presidente Hugo Chávez anunció que Venezuela se comprometía a exportar 20.000 barriles diarios de gasolina a Irán.[6]

Si el arribo de los otros cuatro buques-tanque se lleva a cabo con normalidad a puertos venezolanos cabe plantear dos consideraciones. En primer lugar, la gasolina iraní apenas suplirá la demanda del país por unos 50 días. No va a resolver los problemas energéticos del país. La ayuda técnica iraní puede no obstante favorecer una incipiente reactivación de la capacidad de refinación venezolana en momentos en que PDVSA ha anunciado que la refinería El Palito en el Estado Carabobo, ha vuelto a operar luego de meses de trabajos de reparación, lo que le permitiría procesar hasta 80.000 barriles de crudo al día y producir 35.000 barriles diarios de gasolina.[7] En segundo lugar, el envío “exitoso” de gasolina iraní tiene una carga fundamentalmente política. Para la diplomacia bolivariana es una muestra de que es posible eludir las presiones económicas de EE.UU. y encontrar socios capaces de atenuar, aunque sea levemente, la profunda crisis energética y económica que vive el país. Para Irán, se trata de una oportunidad inusual para proyectar influencia en una zona como el Caribe que cada vez parece menos un “lago estadounidense”.

Notas


[1] Irán, preparado para el peor escenario ante la piratería de EEUU. Hispan TV. Recuperado de https://www.hispantv.com/noticias/politica/466364/iran-eeuu-petrolero-venezuela

[2] Iran’s First Tanker Reaches Venezuelan Waters. Fars News. Recuperado de https://en.farsnews.ir/newstext.aspx?nn=13990304000121

[3] ¿Qué se conoce de los buques iraníes que llegarán a Venezuela? Telesur. Recuperado de https://www.telesurtv.net/news/conoce-buques-iranies-llegaran-venezuela-20200522-0045.html

[4] Iranian oil tanker arrives in Venezuela. The Guardian. Recuperado de http://www.guardian.co.tt/news/iranian-oil-tanker-arrives-in-venezuela-6.2.1122607.63b966a49f

[6] Chávez anuncia que Venezuela venderá 20.000 barriles diarios de gasolina a Irán. 20 minutos. Recuperado de https://www.20minutos.es/noticia/511602/0/gasolina/iran/venezuela/

[7] Venezuelan Crude Production Falls amid Coronavirus Crisis. Venezuelanalysis.com Recuperado de https://venezuelanalysis.com/news/14847