En la política canadiense, el camino para ser electo como primer ministro comienza en octubre. En este mes, cada cinco años se eligen los 388 miembros de la Cámara de los Comunes (cámara baja del bicameral parlamento canadiense).
El pasado 21 de octubre se celebraron las elecciones. Los resultados arrojaron que el bloque liberal, liderado por Justin Trudeau -el actual primer ministro- obtuvo 157 escaños, el bloque conservador 121, el Bloc Québecois (QB, independentista, socialdemócrata) obtuvo 32, el Nuevo Partido Demócrata (NPD) obtuvo 24 escaños y el partido Verde, 3.
A pesar de que el partido liberal cuenta con suficientes votos para formar un gobierno minoritario -aquel que se forma cuando ninguno de los partidos tiene más de la mitad de los escaños-, los resultados de estas elecciones son preocupantes. Según Clarke y Levett, el bloque liberal perdió un 6.5 % de los votos en comparación con el año 2015, mientras que el bloque conservador obtuvo un aumento de 2.5 % de los votos entre los cuatro años de elecciones. [1]
Esta pérdida en el apoyo al partido liberal se la atribuyen al deterioro en la imagen del primer ministro, que pasó de ser la esperanza joven, en una coyuntura donde la política está envejecida, a cargar con la responsabilidad de una serie de desaciertos.
¿Qué pasó con Justin Trudeau?
Jen Gerson, una influyente periodista política canadiense, opina que cuando Trudeau llegó al poder el panorama político estaba dominado por temas como las reformas electorales, el déficit del gasto y escándalos políticos que involucraban a candidatos de los partidos en el poder. El joven Trudeau se presentó a la opinión pública como una alternativa brillante y positiva, inclusiva con los jóvenes, las mujeres, los indígenas y las clases medias, a lo que los canadienses respondieron amigablemente. [2] Su “A new plan for a strong middle class” (Un nuevo plan para una fuerte clase media) enamoró a los votantes canadienses, con una gran participación de voto joven, propiciando un 150 % de aumento en la votación de los liberales con respecto a las elecciones del 2011.
Al llegar al poder en el 2015, el partido liberal contó con una mayoría sólida de 184 escaños dentro del parlamento, ahora, con 157 escaños a Trudeau le tocará luchar contra un parlamento dividido, lo que dificultará la aprobación de legislaciones en su segundo término.
Ha sufrido también Trudeau por su relación con Donald Trump, ya que después de la luna de miel mediática que disfrutó el político canadiense con la administración Obama, dada su coincidencia ideológica y su bien lograda estrategia de redes basada en una maximización de la imagen personal por encima de la de partido, se ve enfrentado con las serias diferencias de pensamiento con el actual presidente estadounidense, evidenciadas en temas como la política migratoria (Canadá es reconocido en el mundo como un país amigable para los inmigrantes [3], mientras que es ampliamente conocido como ve la administración Trump este tema) o la negociación del tratado de libre comercio. Recordemos que los Estados Unidos y Canadá comparten la frontera más extensa del mundo y que el 75 % de las exportaciones canadienses se dirigen hacia su vecino.
Gerson, explica en referencia a Trudeau;
“[…] tenemos un líder cuyos mayores logros legislativos incluyen legalizar la marihuana y poner un impuesto al carbón. Sus grandes éxitos en el poder incluyen andar contoneándose por la India con un atuendo tan extravagante que podría haber sido un miembro en una adaptación de Disney.” [4]
Aunado a esto y en la era de la política racista de Donald Trump, las fotos que surgieron del primer ministro con un disfraz de Aladino y la cara pintada de color café fueron aprovechados por los conservadores para poner en tela de duda que, si Canadá se encuentra con una tendencia al ascenso de la ultraderecha, Trudeau podría no ser el indicado, o estar preparado, para combatirla.
En lo económico, según BBC Mundo, para el año 2018 los canadienses debían C$ 1.74 de cada dólar que ganaban, lo que los convierte en la población con la relación deuda-ingreso más alta entre todos los países miembros del G7. A pesar de que la economía muestra señales de mejoría y el desempleo está en sus mínimos históricos, el mercado inmobiliario en lugares como Toronto y Vancouver, preocupa a los canadienses.
Trudeau también cargará en su nuevo mandato con el peso de haber apoyado la expansión del proyecto del oleoducto Trans Mountain; que permitiría transportar 890 000 barriles de petróleo por día y que reducirá la dependencia de Estados Unidos en materia de combustibles.
Esta decisión generó divisiones entre las comunidades de Alberta, que apoyaba la construcción del oleoducto y Columbia Británica, que apoyaba su anulación debido a los peligros que esta significaría para la vida marina y el medioambiente de la región.
Finalmente, uno de los últimos golpes de gracia a su gestión – que según el Instituto Angus Reid tiene niveles de aprobación que rondan un 30 %, una de las más bajas en la historia democrática canadiense [5] -fue el escándalo de corrupción que llevó a varios miembros de gabinete a renunciar: el caso SNC-Lavalin, una empresa domiciliada en Quebec y que es considerada una de las mayores compañías en ingeniería y construcción y que se viera involucrada en casos de pago de sobornos por US $36 millones que se ofrecieron a altos cargos del régimen de Muamar El Gadafi, en Libia entre los años 2001 y 2011. [6]
El gobierno de Trudeau entra en el conflicto cuando, Jody Wilson-Raybould, la primera ministra de justicia de Canadá confirmó ante el Comité de Justicia de la Cámara Baja del Parlamento lo siguiente:
"Durante cuatro meses, de septiembre a diciembre (de 2018), experimenté un esfuerzo consistente y sostenido por parte de muchas personas del gobierno para conseguir que interfiriera políticamente en el ejercicio de la discreción de la fiscalía en mi papel como fiscal general de Canadá en un esfuerzo inapropiado para asegurar un acuerdo de enjuiciamiento diferido para SNC-Lavalin" (Wilson-Raybould, 2019.) [7]
Con estas declaraciones, la firma podría evitar un juicio criminal ya que si fuera declarada culpable tendría una prohibición de participar durante diez años en cualquier contrato de obras públicas en Canadá.
El interés de Trudeau en la empresa, además de lo que significa en materia de empleos y de construcción (cerca de 9 000 empleos directos en el país), tiene que ver con su posición. Históricamente, cuando los liberales ganan en Quebec, consiguen la mayoría de los asientos del parlamento.
El politólogo Alex Marland, en su momento comentó ante la coyuntura de las pasadas elecciones:
“Mientras que los votantes quieren campañas que se centren en la economía, medioambiente y cuidado de la salud (seguros), la pregunta en la papeleta probablemente se resumirá en “¿quiero que Justin Trudeau siga siendo el primer ministro de Canadá o no?” [8]
Se decía que, de cara a las elecciones, el peor enemigo de Trudeau era él mismo. Ya no tiene el brillo de ser la cara nueva en la política y ahora le toca jugar con una nueva realidad; dudas de ética y corrupción, incumplimiento de promesas y un panorama político mundial donde la ultraderecha está ganando camino.
Todos los ojos estarán en este nuevo gobierno, que obtuvo el porcentaje más bajo del voto popular para un partido gobernante en la historia del país, cuando asuma este 20 de noviembre habrá grandes interrogantes en el gigante del norte, ¿habrá sido una luz que brilló mucho muy pronto, ayudado por la mayoría en el parlamento? O, ¿será que su gestión anterior fue un período de prueba y nos espera un primer ministro maduro que aprendió de sus errores?
Sin duda, el continente estará a la expectativa de ver estas respuestas.
Notas
[1] Clarke, S. Levett, C. (23/octubre/2019). Canada elections 2019: full results. The Guardian. Recuperado de: [https://www.theguardian.com/world/2019/oct/22/canada-election-2019-full-results]
[2] Gerson, J. (22/octubre/2019). Justin Trudeau´s Anemic Victory. The New York Times. Recuperado de: [https://www.nytimes.com/2019/10/22/opinion/justin-trudeau-election-win.html]
[3] Ormiston, S. (29/septiembre/2019). How thousands of asylum seekers have turned Roxham Road into a de facto border crossing. CBC News. Recuperado de: [https://www.cbc.ca/news/canada/the-national-roxham-road-immigration-border-1.5169249]
[4] Op. Cit.
[5] Redacción. (20/septiembre/2019). Justin Trudeau: como el primer ministro de Canadá pasó de ser “la esperanza joven” de la política a perder su popularidad en cuestión de meses. BBC Mundo. Recuperado de: [https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-49763202]
[6] Redacción. (5/marzo/2019). Justin Trudeau: el escándalo en Canadá que amenaza al gobierno del popular primer ministro. BBC Mundo. Recuperado de: [https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-47460228]
[7] Ídem.
[8] Redacción. (21/octubre/2019). Five things to know about Canada´s general election. BBC Mundo. Recuperado de: [https://www.bbc.com/news/world-us-canada-49490396]