Análisis semanal 227: ¿El inicio del fin? Las nuevas a la Constitución Política cubana (08 de agosto de 2018)

Año: 
2018

Recientemente se dio a conocer una nueva propuesta para presentar una nueva Constitución Política, que reemplazaría la antigua de 1976 hecha por el Partido Comunista de Cuba. Esta, sería presentada y votada en la Asamblea Nacional para posteriormente ser sometida a un referéndum nacional para aprobarla. Esta Constitución, en el ámbito económico, daría a Cuba una mayor apertura hacia el mercado, el reconocimiento hacia la propiedad privada, y complementaría las reformas al mercado iniciadas en el 2010. En cuanto a su sistema político, mantendría sujetos a los futuros presidentes, a máximo dos períodos en el poder de cinco años cada uno, dividiendo el poder con la figura de un primer ministro; en materia de derechos humanos supondría eliminar la discriminación basada en género, origen étnico o por sus discapacidades, por lo que grupos LGBTI+ esperan también la legalización del matrimonio igualitario en la isla (BBC, 2018).

En tal sentido, la historia latinoamericana de manera ineludible se ha visto marcada por diversos conflictos internos, pautados – en muchas ocasiones – por la permanencia en el poder de una determinada fuerza; reflejada en un partido político, una empresa foránea, o una persona, estructuralmente inmersa en tintes ideológicos casi dogmáticos. La más grande de Las Antillas, Cuba, no ha sido nunca ajena a dicha realidad, sino que más bien fue el reflejo más fidedigno de ello.

Síntesis de la historia cubana

A mediados del siglo pasado, este país adoptó la ideología marxista – leninista característica de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), convirtiéndose en el primer país latinoamericano en adoptar como política de Estado el socialismo. Fue así, que el incipiente arraigo marxista cubano, se trasladó también a otros países de la región.

La Cuba de hoy, fue eminentemente gestada a partir de su controvertida y convulsa historia. Julio Batista presentó su candidatura en 1952 a la presidencia para las elecciones de ese año a ser realizadas en julio. Una encuesta de Gallup, le adjudicó solo un 12% de la intención del voto cubano a este candidato, mientras que el Partido Ortodoxo, fundado por Eduardo Chivás en 1947, se posicionaba como posible ganador si los comicios eran legítimos. El 10 de marzo de 1952, marcó un punto de inflexión para la Cuba contemporánea, al ser el día en que Batista regresó a este país y dio un golpe de Estado al Gobierno de Carlos Prío Socarrás a tan solo tres meses de las elecciones. Batista disolvió el Congreso y suspendió la Constitución de 1940. En este momento Fidel Castro presentó dos recursos. Uno de ellos en el Tribunal de Garantías Sociales de La Habana y ante el Tribunal de Urgencia de esta misma ciudad; ambos desechados (Collazo 2001, 112).

Ante este panorama, Fidel Castro vislumbró la relegada posibilidad de tomar el Cuartel de Columbia – el más grande de Cuba –, los jóvenes idealistas no contaban armas para armar una revuelta y derrocar a Batista, lo cual fue motivo suficiente para que considerasen tomarlo para que una vez en su disposición, podría servir entonces como Cuartel y así simultáneamente proveer a  la población de armas. Esta opción fue desechada al considerarse muy difícil. Esto conllevó al fracasado intento de tomar el Cuartel de Moncada el 26 de  julio de 1953 (Collazo 2001; 112). En 1955 Castro salió de prisión y fue con su hermano Raúl a México, en donde ya él había conformado un grupo de jóvenes de ideales similares y beligerante también. El 2 de diciembre de 1956 (en el yate ‘‘Granma’’), llegaron a la costa cubana. Los 22 hombres que lograron arribar a La Habana, lucharon en Sierra Maestra. La ‘‘Guerra de Guerrillas’’ avanzó y finalizó el jueves 1ero de enero de 1959, en donde finalmente las fuerzas de Batista cayeron derrotadas.

La nueva gestión revolucionaria de Castro en sus inicios fue más bien no comunista. No obstante, sus esfuerzos por establecer relaciones diplomáticas con otros países  fueron terriblemente infructíferos, y ello conllevó a que finalmente Castro admitiera que su revolución fue esencialmente comunista. Como consecuencia, habiendo asumido el presidente Eisenhower el 15 de enero de 1961, Cuba y EEUU rompieron relaciones diplomáticas (Collazo 2001, 124).

Así las cosas, Cuba se vio inmersa en potenciales escenarios de beligerancia con Estados Unidos, como en el desembarco de Bahía Cochinos, orquestado por Estados Unidos y que resultó en un fracaso para el país norteamericano, o la bien estudiada crisis de misiles en octubre de 1962. Ambas naciones han encontrado álgidos momentos en sus relaciones diplomáticas, económicas y sociales. Ejemplo de ello, es fidedignamente reflejado en el Éxodo de Mariel en 1980 – más de 125.000 cubanos salieron de Cuba hacia EEUU –, en razón del mancomunado descontento social en la isla por el régimen de Fidel, agravándose con la caída de la URSS (BBC, 2018).

La nueva Constitución Política Cubana

Fidel Castro entregó el poder temporalmente a su hermano Raúl en el 2006, y finalmente en el momento en que declinó la presidencia en el 200, hasta que el 25 de noviembre de 2016, Raúl Castro dio a conocer la muerte de su hermano (Reuters). Con ello, una flexibilización en las políticas económicas del país vino también. La nueva Constitución Política Cubana, contempla una serie de mejoras a su sistema político y social, ya que el reconocimiento de la propiedad privada ya conlleva por si solo una serie de reformas legales que tendrán que reconocer este derecho. Así también, con las reformas políticas que limitan el poder del presidente a dos periodos de cinco años, habiendo – como ya fue señalado anteriormente – sido un Estado que ha carecido de comicios transparentes y sujetos a una no tan implícita represión, incapaces de poder escoger entre varias opciones políticas, por lo que el reconocimiento (constitucional) de los derechos humanos, que deberían ser inherentes a cada ser humano, es un gran paso en la historia cubana.

No obstante, estas reformas son casi anacrónicas. El retroceso en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos por la llegada de Donald Trump al poder, el recorte de los subsidios económicos venezolanos por su crisis económica y política y los fenómenos naturales que afectan a Cuba (Reuters, 2018), hacen evidente la urgencia de cambio en el país, y ponen sobre la mesa de Miguel Díaz – Canel el reto de avanzar en políticas económicas y sociales que se traduzcan en bienestar para su población, pero con el descomunal desafío de no abandonar el ‘‘irrevocable’’ (reforma hecha en el 2002) y arraigado sistema socialista cubano.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Acosta, N. (14 de julio de 2018). Reuters. Cuba reconoce papel de mercado y propiedad privada en anteproyecto de Constitución. Recuperado de: https://lta.reuters.com/article/topNews/idLTAKBN1K40P9-OUSLT

Barrero, L. (2015). El País. 35 años del gran éxodo del Mariel. Recuperado de: https://elpais.com/internacional/2015/09/13/actualidad/1442113548_063090.html

Collazo, J. (2001). Fidel Castro Ruz y la Cuba revolucionaria: un deterioro simultáneo. Recuperado de: http://www.redalyc.org/pdf/281/28100109.pdf

Reuters.  (2008). DATOS – Sucesos importantes acerca de Fidel Castro. Recuperado de: https://lta.reuters.com/article/domesticNews/idLTAN1922687020080219

SA. (15 de julio de 2018). BBC News. Cuba to recognise private property under new constitution.. Recuperado de: https://www.bbc.com/news/world-latin-america-44836358